Seguro que ayer en el globo terrícola, más de alguno pensó que "como pecas, pagas". Y claro, pues Thierry Henry vio a su país sacar pasajes para la final del Mundial de Rusia, mientras que él quedó amargado en su rol de asistente técnico de Bélgica.
Es más, ese hecho llevó a Giroud a señalar entre risas en la previa del partido que "me gustaría mostrarle a Henry que se equivocó de selección. No, en serio, la verdad será extraño no tenerlo con nosotros, pero pienso que será más extraño para él".
El punto es que más allá de la situación extraña y las típicas bromas, hubo un hecho emotivo que llamó la atención antes del pitazo: Thierry y el DT galo, Didier Deschamps, se fundieron en un abrazo, lo que hizo recordar al equipo campeón en 1998.
Tal cual, pues el ayudante de Roberto Martínez estuvo en la cita francesa (tenía 20 años) y compartió camarín con el actual entrenador (29 años en ese entonces), quien colgó los zapatos en 2001.
"Es una situación muy difícil para él, porque forma parte del equipo enemigo", dijo Deschamps, aunque de todas formas Henry quedó con el corazón llenito al ver a su selección cerca del título, tal como en Francia 1998.