La goleadora histórica de la selección falló el penal que ponía a Chile en octavos. Su pena es la de todo un país.
Corría el minuto 83 y Chile buscaba con todo el tercero para avanzar de ronda. Un autogol de Waraporn Boonsing y el cabeza de la Majo Urrutia tenían a Chle a un gol de la clasificación a octavos.
Vino un centro al área que Urrutia resolvió de gran manera antes de recibir el golpe de Boonsing. De la línea Nattakam Chinwong la sacó, pero a la jueza Anna-Marie Keighley le quedó la duda si había penal sobre la chilena.
El VAR hizo que viera la jugada y la neozelandesa no dudó. Cobró la infracción. Penal para la Roja. Todos se abrazaban, prendían los teléfonos mientras Francisca Lara tomó el balón y no lo soltó.
Goleadora histórica de la Roja con 20 tantos en 58 partidos, tenía en su botín zurdo el paso de las chiquillas a las 16 mejores del mundo.
Se paró a unos tres metros de la pelota. En ningún momento quiso mirar a la portera tailandesa. Corrió ante el pitazo e impactó el balón. Iban 85:30 cuando el sonido seco en el larguero hacía que todo un país dijera "Uuuh".
Los últimos 10 minutos fueron de lucha, de entrega, de ganas, de guerreras que lo entregaron todo, pero cuando la pelota no quiere entrar, no hay nada que se pueda hacer.
Lloramos contigo Pancha. Gracias mujeres por hacer soñar a un país que cambia su mirada. La historia de los penales ya les dará una.