Los jueces que investigan el caso dispusieron esta medida contra el delantero colombiano, con el fin de resolver algunos puntos relevantes.
Para el próximo jueves quedó fijada la fecha en que Sebastián Villa, delantero de Boca Juniors, deberá sentarse enfrente de un psiquiatra para responder toda clase de preguntas. Esa fue la orden que dieron los dos fiscales que están a cargo del caso en el que el colombiano está bajo investigación por un supuesto abuso sexual contra su novia.
Se trata de una pericia psiquiátrica que asoma como clave en la previa de un testimonio importantísimo. Ese testimonio será el que presentará este martes la residente que estuvo junto a la ginecóloga encargada de atender a la víctima precisamente el día después del acto que provocó la denuncia.
De acuerdo a la información que proporcionó Infobae, la pericia se llevará a cabo el próximo jueves a las 10.30. El proceso, como era de esperar, contará con la presencia de un especialista del ministerio público fiscal.
Desde la justicia argentina, además, confidenciaron al medio que esta pericia sería una de las últimas medidas antes de llamar a Villa a declaración indagatoria.
Infobae publicó los cinco puntos que los investigadores quieren saber respecto al futbolista colombiano:
- Rasgos y/o características de la personalidad del imputado.
- Posibles patologías o afecciones que presente.
- Si padece alguna enfermedad o trastorno mental que implique alguna perturbación del grado de consciencia o afectación de la autocrítica y heterocrítica.
- En caso afirmativo del punto que antecede se determine si su padecimiento puede ocasionar desgobierno de los actos, si resulta peligroso para sí y/o para terceros, si pudo o no comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones.
- Todo otro punto que a criterio del/a perito/a interviniente resulte de interés para la presente causa.
- Déjase constancia que dicho examen pericial podrá requerir más de una sesión.
Esa misma pericia se practicó en primera instancia con la víctima de la denuncia, y como resultado arrojó que “presenta indicadores de abuso sexual durante el relato de los hechos”. También habla de un “trastorno de estrés post-traumático”. Finalmente, se determinó que en su relato no hay “indicadores de fabulación o mendacidad”, de modo que, para los forenses, dice la verdad.