“A Chile lo elimina no haber hecho un solo gol en la copa, no jugó a nada”, sostuvo un periodista cafetalero.
Wilmar Roldán no sólo pasó por alto el flagrante codazo sin balón que le propinó Moïse Bombito a Rodrigo Echeverría recién iniciado el partido, sino que antes de la media hora determinó que una discutible infracción de Gabriel Suazo merecía cartulina amarilla, la segunda del lateral, inclinando de uno u otro modo la balanza contra la Roja. Cuesta arriba, Chile hizo lo que pudo (básicamente no perder, apenas se aproximó al pórtico canadiense), lo que por cierto no le alcanzaba para avanzar a cuartos de final. La mayoría coincidirá que la clasificación se hipotecó en la primera jornada, contra Perú, pero en el ambiente se quedó esa amarga sensación de que la historia pudo o debió ser distinta. Por supuesto, sin Roldán.
En esas condiciones, lo insólito es que si bien portales y periodistas de todas partes llegaron al acuerdo de que lo del antioqueño rozaba lo criminal, e incluso desde el VAR reconocieron la culpa, también apareció algún defensor del réferi.
Como el periodista Juan Felipe Cadavid, de radio Caracol, que opinó así: “Tuvo un mal arbitraje, pero no lo eliminó, a Chile lo eliminó lo mal que juega”.
“A veces nos justificamos demasiado y tenemos que dejar que los árbitros sean seres humanos”, añadió a continuación, para completar con que “a Chile lo elimina no haber hecho un solo gol en la copa, no jugó a nada”.
En el mismo panel, sin embargo, por suerte, otro colega lo frenó en seco:
“Roldán y todos sus asistentes eliminaron a una Chile de bajo nivel, pero lo remataron. Debió sacar una tarjeta roja comenzando el partido. Si usted deja de echar un jugador del rival en cuatro minutos, cambia toda la historia”, le dijo fuerte y claro Diego Rueda.
En fin, mientras todo eso sucede, desde la ANFP esperan que a Roldán se le sancione “con la suspensión indefinida y definitiva, y/o en su defecto, con la máxima sanción aplicable” como consecuencia de “una conducta recurrente del señor Roldán en aquellos partidos en que arbitra a la selección chilena”. Eso protestó la dirigencia que encabeza Pablo Milad en una carta entregada a Conmebol el sábado del match.