El chileno jugó los minutos finales del partido y fue clave para que su equipo venciera al Napoli.
Durante la jornada de este lunes el Inter de Milán de Alexis Sánchez se enfrentó al Napoli, en la final de la Supercopa de Italia, torneo que se disputó en el estadio de la Universidad Rey Saúd Al-Awwal Park, ubicado en la capital de Arabia Saudita.
El club del chileno llegó como favorito para llevarse el trofeo, ya que han tenido una campaña regular en la Serie A, mientras que el conjunto dirigido por Walter Mazzarri ha bajado su nivel considerablemente desde el año pasado.
El partido fue dominado por el neroazzurro, sin embargo no había caso de que el balón entrara en la portería rival. Alexis miró atentamente desde la banca de suplentes, hasta el minuto 81′, cuando ingresó al campo en reemplazo del francés Marcus Thuram, quien tuvo varias chances que no pudo concretar.
Cuando todo indicaba que el encuentro se iría a alargue, tras 10 minutos en la cancha, Sánchez se encontró con Benjamin Pavard para hacer una pared que dejó mal parada a la defensa del Napoli. La intervención del tocopillano terminó en un centro que Lautaro Martínez no desaprovechó y anotó el gol de la victoria en el primer minuto de los descuentos.
A pesar de los pocos minutos que jugó, el Niño Maravilla hizo frente a las críticas que ha recibido esta temporada en el Calcio, con una gran actuación que le permitió al conjunto de Milán ganar su tercera Supercopa de Italia consecutiva.
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