El juvenil cruzado, que sufrió fractura de cráneo hace unos meses, anotó el gol del triunfo sobre el final. "Ya me siento seguro", indicó el héroe.
La gran ventaja que Católica lleva en la punta del campeonato la hace poder pegarse unos relajos de vez en cuando. Y parecía que en Antofagasta iba a ser uno de esos, hasta que Diego Valencia apareció con un cabezazo sobre el final para darle el triunfo a los cruzados.
Un partido en el que hasta ese momento el héroe era Felipe Flores, que había anotado el 1-1 parcial (César Pinares abrió la cuenta tempranamente) cuando los Pumas tenían 10 jugadores, tras un grueso error del juez Roberto Tobar, quien le puso segunda amarilla equivocadamente a Nery Leyes.
Una ayudita que los cruzados supieron aprovechar durante todo el segundo tiempo, donde machacaron constantemente el arco nortino hasta que Valencia pudo anotar.
El mismo que, tras la fractura de cráneo sufrida en junio, ya puede jugar normalmente, sin el caso con el que resguardaba la cabeza.
"Me saqué la protección en el partido pasado ante la U porque ya me siento seguro, de hecho el gol es de cabeza", indicó el juvenil que se siente aliviado: "En un principio pensé que sería más complicada la lesión, de 3 a 4 meses, pero la recuperación fue un mes y medio. Ahora como equipo estamos muy enfocados, dependemos de nosotros", cerró.
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