De momento, sin embargo, esto parece no ser posible, por cuestiones de costos y certificación de los estadios, según defienden en la ANFP.
Fernando De Paul dijo, frente a los micrófonos, que recién se enteró de que la pelota ingresó completa después del partido, cuando revisó las imágenes. Que cuando se estiró y extremó recursos para evitar el horror de Alan Saldivia, creyó haber llegado correctamente.
Si el partido entre Colo Colo y Unión La Calera se hubiese jugado por el Campeonato Nacional, de poco importaría el preocupante fallo que Víctor Abarzúa y su asistente Claudio Urrutia cometieron a los siete u ocho segundos de acción. El VAR seguramente habría intervenido para convalidar el tanto cementero. Y de paso, Jordhy Thompson no hubiera anotado el 1 a 0 parcial para el “Cacique”. La historia pudo ser distinta.
Pero la realidad es que no fue así. La realidad es que era Copa Chile, y que en las rondas preliminares de Copa Chile no opera el VAR.
Eso es precisamente lo que reclaman ahora desde todos lados: que se pudo evitar el bochorno. ¿Por qué?, se preguntan, ¿no opera la tecnología en cuartos de final del certamen? Y esta necesidad, por cierto, complica a la ANFP.
“Este tipo de situación, muy poco frecuente a los 10 segundos de iniciado el partido, hace que los árbitros no estuvieran activados al 100 por ciento y, a raíz de esto, no estuvieran en una ubicación adecuada para tomar la mejor decisión”, señaló el presidente de la Comisión de Árbitros Roberto Tobar. Y enseguida se impuso el objetivo de trabajar en esos yerros.
Pero eso no parece ser suficiente.
¿VAR en todos los partidos?
De acuerdo a lo informado por La Tercera PM, Pablo Milad estuvo presente la noche del martes en Macul y constató de primera mano el grueso error del cuerpo arbitral. No habló con los medios y se retiró antes de que el compromiso finalizara. A esas alturas, podía sospechar lo que se venía.
La respuesta, en esa línea, es clara: la tecnología del VAR no está disponible en todos los encuentros como consecuencia de su elevado coste. Implementarlo en un solo cotejo cuesta alrededor de 125 UF, es decir, unos $4,5 millones de pesos. E incluso hay quienes en las oficinas de la ANFP sostienen que es todavía más caro, considerando, claro, el traslado de los equipos y los gastos de técnicos implicados para su adecuado funcionamiento.
Otro elemento que impide que la tecnología esté disponible en todos los partidos es que varios de los cruces de Copa Chile se disputan en recintos sin la certificación requerida.
De hecho, por lo mismo, en el reglamento de la competición se estableció que el VAR únicamente entrará en escena desde semifinales, como ha ocurrido desde las ediciones anteriores.
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