Gonzalo Sosa relata su historia en los potreros trasandinos y cómo la peleó para brillar hoy en el ascenso chileno. "Eran meses sin cobrar sueldos y había que hacer cosas para vivir", dice el también radiólogo, que sueña con jugar en Primera.
Con 13 anotaciones este 2020, Gonzalo Sosa es la gran joya que tiene nuestro aguerrido torneo de Primera B, liderando el ataque de Deportes Melipilla, equipo que pelea posiciones para la liguilla rumbo al fútbol grande.
Y humilde y centrado como siempre, el argentino de 31 años es el goleador de ese torneo y habla a corazón abierto con La Cuarta, relatando lo que ha sido su ascendente carrera que tiene hoy con los colmillos afilados a clubes de Primera para reclutarlo como rompe redes.
-A tres años de llegar a Chile, ¿cómo analiza su racha goleadora?
-Esto es fruto de varios años peleándola. Pude superar mi marca del año pasado y el objetivo sigue siendo el mismo, entrar a la liguilla y soñar con el ascenso. Llevo tiempo acá en Chile y siempre me ha tocado anotar más de 10 goles, quizás en este año atípico se notó más mi trabajo, pero estoy muy tranquilo con eso.
-Nunca ha jugado en Primera, ¿es una espinita que espera sacarse?
-He tenido sondeos, pero prioricé mi palabra con Melipilla y lograr algo histórico acá. Mantengo los pies sobre la tierra y veremos qué pasa a fin de torneo, jugar en Primera sería darle un cierre a tantos años de esfuerzo.
-¿Es verdad que en sus inicios en Argentina hasta memorias de celular tuvo que vender?
-El fútbol de ascenso allá es muy duro. Hubo veces que estuve tres o cuatro meses sin cobrar sueldos y había que hacer cosas a fin de mes para vivir. Con mi señora debíamos mantener un departamento humilde, ella estudiar y yo ser futbolista.
- ¿Nunca pensó en tirar la toalla con el fútbol?
-Cuando estuve en la Primera B Metropolitana era todo muy duro, no cobrábamos y se acumulaban las deudas. Yo ahí no tomaba la dimensión de todo, pero no me arrepiento de lo vivido, son experiencias que a uno lo hacen disfrutar más el buen momento actual.
-También es radiólogo, ¿seguirá ese camino post fútbol?
-Me recibí, le dediqué tres años a la carrera con prácticas y todo, pero en 2015 dejé de ejercer. Es un título que uno tiene en caso que termine esto, pero me gustaría seguir ligado al fútbol, que es lo que me apasiona. Quiero seguir jugando y tener la posibilidad en Primera División, que sé que va a llegar.