La rodilla. Otra vez su articulación derecha le impidió a Arturo Vidal terminar la temporada en Europa y cobrar revancha ante el Real Madrid en la Champions.
Por lo mismo, el volante del Bayern Munich se la sufrió toda en su casa, mientras sus compañeros intentaban derribar al gigante español en el Santiago Bernabeú. Y fue allí donde explotó con la jugada clave del encuentro: El penal no cobrado a Marcelo.
En un primer tiempo de alto vuelo, donde la ventaja del 2-1 con la que llegaban los merengues no se notó para nada, Joshua Kimmich (3') y Karim Benzema (11') pusieron el marcador uno a uno. Y parecía justo por lo visto en la cancha, hasta que llegaron los descuentos de la primera parte. Minutos donde Kimmich sacó un centro que el defensa blanco interrumpió con la mano, dentro del área, pero que el arbitro turco Cüneyt Çakir no sancionó con la pena máxima. "Otra vez!!! Penal mierdaaaaaaaa", posteó el "Rey" en su Instagram y las caritas enojadas con las que acompañó su frase, dejaban clarito los sentimientos del volante.
Frustración que debe haber crecido, cuando su compañero -el portero Sven Ulreich- se pegó la chambonada que significó la segunda celebración de Benzama.
Navas lo atajó todo
Parecía que todo estaba definido, pero el Bayern se contagió del espíritu de lucha que caracteriza a nuestro bicampeón de América y se fue con todo en busca del arco defendido por Keylor Navas.
Fue así como a los 63', James Rodríguez infló las redes con un derechazo imparable y dejó a los bávaros a sólo un tanto de eliminar al actual monarca continental. Fue la última vez que Navas vio la pelota dentro de su arco, porque después se lo atajó todo y se transformó en la gran figura de la escuadra de Zidane.
"Ellos son un gran equipo, sufrimos mucho. Pero estamos en la final que es lo que queríamos. Estamos haciendo historia", soltó Navas.
Razón tenía el portero, porque el Madrid alcanza su tercer desenlace consecutivo, el cuarto en los últimos cinco años y quedó a un partido de conseguir su décimotercera "Orejona".
Lo malo es que lo hicieron colgados de su pórtico y con la ventaja que da no enfrentar a Vidal. El mismo que los tildó de "¡ratones!" cuando ya habían sacado los pasajes a Kiev.
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