En enero de 2015, Racing de Avellaneda pagó 1 millón de dólares por la mitad del pase de Brian Fernández, y el delantero respondió a las expectativas marcando tres goles en la Copa Libertadores defendiendo a la Academia.
Con 21 años el artillero se convirtió en el deseo de varios clubes de Europa y México, pero dos controles antidopajes positivos por cocaína, terminaron derrumbando su carrera.
La FIFA fue implacable y lo castigó con 1 año y medio fuera de las canchas, mientras él, aconsejado por su representante, se instaló en México internado en una clínica de rehabilitación.
"Ahí encontré la paz. Estuve encerrado en una montaña. Ni el sol veía. Siete meses me tragué ahí. Hice una mala jugada y la pagué. Mucha gente no sabe lo que uno vivió", comentó el delantero en su regreso a Racing (mayo 2017), donde pese al escarmiento, igual se ausentó de varias prácticas sin avisar a su técnico Diego Cocca.
Por lo mismo los de Avellaneda descartaron al delantero de cara a 2018, y será Unión La Calera el equipo que le dará una nueva oportunidad en el fútbol, pese a que en primera instancia su nombre se vinculó con Universidad Católica.