El delantero se sumó al Villarreal tras dos años sin jugar y con un truco de magia que dejó a muchos impresionados.
El futbolista español Santi Cazorla señaló durante su presentación como nuevo jugador del Villarreal, que era un día "muy especial y emocionante" tras todo el esfuerzo realizado durante los dos últimos años, tras ser operado hasta en ocho ocasiones y peligrar su carrera profesional.
"Es un día muy especial, por volver a mi casa. Doy las gracias al Villarreal, ya no solo por abrirme las puertas cuando tenía 18 años, sino por haber sentido su apoyo en estos momentos tan difíciles y abrirme de nuevo las puertas", explicó.
Cazorla, que vuelva al club castellonense tras haber estado a prueba durante la pretemporada, afirmó que "ahora a ponerse la pilas y con ganas de comenzar esta nueva etapa en el Villarreal. Mi idea es dar el máximo y poder estar al máximo nivel".
"Tengo que disfrutar el momento. Soy exigente y quiero seguir mejorando. No me sirve conformarme. Tengo margen de trabajo. Aún tengo unos dolores y quiero quitarlos y estar mejor. Creo que puedo mejorar mi nivel de cara al futuro", añadió.
El futbolista asturiano elogió al Villarreal, del que dijo que "es un ejemplo como hace las cosas el presidente, el club... Me he emocionado porque son muchas sensaciones y recuerdos. Y ojalá siga haciendo cosas bonitas como hice en el pasado".
"Me he encontrado cosas diferentes. Soy más mayor y puedo aportar otras cosas a la gente joven. El club ha crecido para bien, en instalaciones. A nivel futbolístico no me ha costado adaptarme. Todos me han acogido muy bien y eso facilita mucho las cosas", prosiguió.
Tras superar tantos problemas físicos y volver a sentirse jugador, Cazorla comentó que "detrás de las cámaras no sale mucha gente que ha estado conmigo. Mikel Sánchez y todo su equipo, Alavés, Arturo, mi fisio personal Juan Carlos y sobre todo mi familia, que no he podido estar demasiado con ellos en estos dos años".