Villarreal eliminó al Bayern y el Real Madrid al Chelsea: revisa los goles y mejores jugadas de la Champions

Karim Benzema

Ambos equipos españoles avanzaron a semifinales a la espera de lo que hoy hagan el Liverpool-Benfica y el Atlético Madrid-Manchester City.

El Villarreal escribió ayer una de las páginas más brillantes de su historia tras eliminar al Bayern Múnich (1-1 y 1-2 en el global) en los cuartos de final de la Champions League, gracias a un gol salvador de Samu Chukwueze a tres minutos para alcanzar el tiempo reglamentario de visita en el Allianz Arena.

El equipo de Unai Emery hizo historia y estará entre los cuatro mejores de Europa por segunda vez tras la hazaña de 2005.

Pese a la dificultad de la empresa, el Submarino Amarillo estuvo a la altura y desarrolló un plan que salió a la perfección. Inmejorable, el guión soñado por su técnico.

La noche fue difícil en todos los sentidos, no podía ser de otra manera ni por el rival, ni por el escenario, que presentaba una entrada rozando el lleno. Más de 70.000 espectadores, 20.000 más que toda la población de Villarreal, un hito que ha sobrepasado fronteras y que devuelve a los castellonenses a la élite europea.

Los alemanes mandaron sin pudor con muchos jugadores en los metros finales, una presión asfixiante y una nómina interminable de centros al área. El cuadro amarillo aguantó como pudo entre puños de Rulli y despejes de Raúl Albiol, fundamental con su experiencia en territorio muniqués. Kimmich comprometió en varias ocasiones a la zaga española y también Muller con algún lanzamiento lejano.

Sin embargo, el Villarreal supo ponderar con oficio la renta mínima conseguida en La Cerámica. El único acercamiento fue una jugada en largo de Danjuma que ni tan siquiera acabó entre los tres palos. En resumen, la primera parte fue total y absolutamente de los pupilos de Julian Nagelsmann, venidos a más en la reanudación.

Lewandowski, algo desesperado por el marcador, avisó con un remate de cabeza pero fue minutos después, gracias a un pase filtrado de Muller, cuando llegó el 1-0 y el éxtasis bávaro. La definición del delantero polaco estuvo a la altura de unos cuartos de final de la Champions. Ahí renació el Villarreal, que ganó metros con Parejo a los mandos.

El centrocampista de Coslada se hizo dueño de la medular, pausó el partido cuantas veces quiso y comenzó la jugada del empate. Una jugada que vale muchos millones y un pase a semifinales. Entre medias, Coman y Muller mancharon una vez más los guantes de Rulli pero el plan siguió vigente hasta el último suspiro. Fue entonces cuando golpeó al equipo de Emery.

Una contra magnífica, con Parejo de líder, acabó en los pies de Gerard Moreno, que supo encontrar a Chukwueze libre de marca en la banda derecha. El delantero nigerino no falló dentro del área y cerró una noche a la que todavía le quedaban minutos interminables de sufrimiento. Pero se pasaron y el Villarreal logró el premio gordo.

Su rival en las semifinales será el ganador del Liverpool-Benfica en lo que será una ronda histórica para el Submarino. La posibilidad de vengar a Román Riquelme y aquel penalti que impidió la final de París. El fútbol le debe una a este Villarreal que ya ha tocado el cielo en Múnich.

El Real pierde de local pero elimina al Chelsea

Por su lado, el Real Madrid se clasificó a las semifinales de la Champions League, luego de perder 3-2 como local ante el Chelsea, pero imponiéndose por 5-4 en el marcador global, luego del 3-1 a favor obtenido en el duelo de ida.

El conjunto madridista vivió una vuelta muy sufrida por culpa de un enorme y valiente campeón, que no quiso dejar su trono sin plantar cara en el feudo de Concha Espina que por momentos presenció una exhibición de fuerza de los de Thomas Tuchel, cuya pizarra funcionó a la perfección.

De hecho, en el minuto 79 ganaba por 0-3, pero entonces un chispazo de calidad de Modric culminado por Rodrygo permitió a los de Carlo Ancelotti llegar a una prórroga donde encontró la energía y a otro cabezazo de Benzema para sellar el pase a su trigésimo primera semifinal de la máxima competición continental, no sin acabar encerrado y sufriendo.

Si alguien esperaba una noche tranquila por el 1-3 de Londres, el actual campeón dejó pronto claro que no iba a ser así y que su trono no lo iba a abandonar tan fácilmente. Tuchel apostó por un 4-3-3, con Werner acompañando a Havertz y Mount, el físico de Kovacic y Loftus-Cheek junto al de Kanté, y mucho riesgo en su presión arriba con la que asfixió a un rival errático.

El balón siempre merodeó mucho más el terreno de juego del equipo de Carlo Ancelotti, al que le costó encontrar el camino hacia la portería de Mendy pese a los espacios que dejaban los blues. Benzema avisó con una falta cercana por encima del larguero, pero las amenazas fueron mayores siempre del bando visitante que encontró el gol que necesitaba muy pronto. Mount encontró hueco entre los centrales y batió a Courtois para llevar el nerviosismo antes del cuarto de hora.

El 0-1 dio fe y asentó aún más a un Chelsea que no quiso esperar a buscar la igualada en la eliminatoria ni ahorrar un gramo de esfuerzo. Casemiro, Modric, Kroos y Valverde no lograban controlar el partido y tampoco había sensación de peligro pese a que Vinicius desperdició un par de acciones donde podía haber hecho más daño. Lo mejor fue llegar al descanso sin más turbulencias pese al sometimiento del actual campeón.

Sin embargo, Ancelotti no dio con la tecla y el partido siguió siendo del Chelsea, incansable en su valiente apuesta y que atenazó al 13 veces campeón de Europa, aún más cuando al poco de iniciarse la segunda parte Rudiger igualaba la eliminatoria a la salida de un saque de esquina.

El 0-2 espabiló algo a un Real Madrid que tuvo sus dos primeras buenas opciones del duelo, con Benzema, lejos de su mejor versión, no acertando dentro del área y con Edouard Mendy metiendo una buena estirada a una falta lanzada por Kroos. Sin embargo, no pudo darle continuidad por el empeño de su rival, lanzado por un mediocampo férreo que devoró al madridista.

El panorama empeoró con el amago de 0-3 de Marcos Alonso, anulado por el VAR por tocar el balón en su mano antes de su golpeo a la escuadra. Benzema pudo dar aire, pero su cabezazo se fue al larguero y con el partido un tanto descontrolado, una gran maniobra de Werner sí puso el billete en las manos del campeón a falta de algo más de un cuarto de hora.

Courtois dio una vida extra entonces a los madridistas con una buena mano a un cabezazo de Havertz tras un balón parado que hizo mucho daño esta noche y casi a renglón seguido, una buena recuperación de Alaba, permitió una recuperación y un gran envío con el exterior de Modric para que Rodrygo, que acababa de entrar tras el 0-3, igualase de nuevo las cosas.

El tramo final hasta la prórroga fue de más sufrimiento para los locales, con Nacho lesionado y Carvajal jugando de central, y con Pulisic metiendo más miedo en dos acciones.

El tiempo extra ya le empezó a pesar a los de Tuchel. Más cuando Benzema firmó su cuarto gol de cabeza de la eliminatoria tras un buen robo de un Camavinga que aportó su frescura y un buen centro de Vinicius, para que el billete fuese de nuevo madridistas. El equipo local cogió oxígeno y por fin se sintió algo más ‘cómodo’ en el duelo.

El campeón seguía en pie y metió piernas nuevas con Saúl Ñíguez y Jorginho para intentar volver a imponer su ritmo para la segunda parte de la prórroga. El Chelsea murió de pie, con Ziyech, Havertz y Jorginho gozando de tres buenas ocasiones para haber encontrado al menos la recompensa de los penaltis a su valentía.

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