Por el vino Sir Alex Ferguson se quedó sin placer

Desde mayo de este año, no ha probado una gota de tinto, y eso que llegó a tener 5 mil botellas.

La última vez que vieron en vivo y en directo a Alex Ferguson fue en mayo pasado, cuando no podía dejar de acompañar a su compadre y amigo de mil batalla Arsene Wenger en el homenaje que el Arsenal le hizo al francés, tras dirigirlo casi todo en su vida.

Con 76 años, "Fergie" se veía impeque pensando en que a su edad ya las había vivido todas. Sin embargo, de un momento a otro, y como suele pasar cuando nos vamos poniendo viejos, un maldito y repentino accidente vascular cambió todo.

Por eso hubo un antes y un después desde ese 7 de mayo, día en que el hombre que fue nombrado "Sir" por la Reina Isabel II en 1999 ingresó al Salford Royal Hospital por una hemorragia cerebral, que le vino sin aviso en su casa linda de Manchester.

Se pensó lo peor. Mal que mal, a los 76 pocos viven para contarla. Pero después de driblear un rudo coma, la leyenda del Manchester United (el único que ganó 38 títulos en eternas 26 temporadas) esquivó a la muerte aunque no sin secuelas.

De colección

Es que aunque nadie lo ha visto, recién ayer hubo noticias fresquitas del tata que formó a David Beckham, entre otros astros galácticos. Resulta que el "Sir", además del fútbol, siempre tuvo como gran pasión al vino.

De hecho, gran parte de la alianza de nuestra prestigiosa viña Concha y Toro con los "Diablos Rojos" se debió a que "Fergie" era, aparte del técnico del equipo, un devoto del fruto de la vid.

Quizás por eso dolió tanto en su círculo que ayer The Sun publicara que Ferguson desde la hemorragia nunca más pudo beber una gota de tintán y hoy, a lo más, sólo lleva a sus labios agüita.

No cabe duda que el "Sir" debe estar sufriendo, pues por algo el canoso nacido en Govan (Escocia) llegó a tener una de las colecciones de mostos más grandes de Gran Bretaña, que en 2014 prefirió sacarla a la venta.

Se trató de 5 mil botellas que la leyenda del Man-U juntó durante toda su vida y que, obligado por las circunstancias, remató a través de la casa Christie's. Claro que el dolor se le quitó cuando el precio de la subasta fue de 3 millones y medio de euros (casi 3 mil de los nuestros).

Pero bueno. La salud es la salud y, como cuenta uno de sus cercanos en la nota de The Sun, "su salud debe ser lo primero". Aunque otros siempre piensen que de algo hay que morirse.

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