La nadadora Ariarne Titmus relató que las sábanas sólo se cambiaron la primera noche y que debían mentir para obtener más rollos de papel higiénico.
La nadadora australiana Ariarne Titmus logró tocar la gloria en los Juegos Olímpicos de París 2024. Se llevó medalla de oro en 400 metros libres y 4×200 metros, además de plata en los 200 y 800 metros libre.
Sin embargo, su experiencia en la Villa Olímpica estuvo lejos de definirse como glamorosa. Así lo aseguró en una entrevista con el programa de noticias australiano The Project, donde lanzó una fuerte crítica a la organización por las condiciones de higiene del lugar.
“La villa no es tan glamorosa como la gente piensa”, aseguró en el programa. “El baño en mi apartamento era más grande que la sala de estar”, aseguró.
“Nuestras sábanas se cambiaron solo la primera noche y no se volvieron a cambiar durante el resto de nuestra estadía, así que estábamos viviendo en la inmundicia”, afirmó.
Pero sus quejas no se quedaron ahí, ya que también reveló que tuvieron que llegar a mentir para obtener un rollo extra de papel higiénico. “Teníamos que mentir sobre cuántos compañeros de habitación teníamos para poder conseguir rollos de papel higiénico. Se nos acababa el papel higiénico y entonces solo nos daban uno para cuatro días”, dijo.
El caso de Thomás Ceccón
El italiano, Thomas Ceccon también lanzó una gran crítica en contra de la Villa Olímpica. El deportista se fue en contra de la organización de los Juegos Olímpicos, cuestionando las habitaciones y la comida, lo que lo llevó a tomar una controversial decisión.
A solo días de haber ganado una medalla de oro en natación, en los 100 metros espalda, el representante de Italia tomó sus cosas y se fue a descansar en un parque en Francia. A través de las redes sociales se compartieron registros del joven durmiendo en el césped de una plaza de la ciudad de las luces.
Esta manifestación llega después de que el nadador reclamara por las condiciones de las habitaciones en la Villa Olímpica, asegurando que “no hay aire acondicionado, hace calor, la comida es mala”.
“Muchos atletas se mudan por esto… no es una excusa, es la pura crónica de lo que quizás no todos saben”, señaló Ceccon.
Antes de las quejas del italiano y la australiana, durante los primeros días de los Juegos, la delegación de Gran Bretaña abandonó sus habitaciones por problemas con la edificación y sobre todo, la comida.
El jefe de la Asociación Olímpica Británica, Andy Anson, declaró a The Times que “hay escasez de determinados alimentos: huevos, pollo, ciertos hidratos de carbono. Además, la calidad no es que sea muy buena”.