Vladimiro Mimica: "Tenía miedo a volver a transmitir una nueva derrota"

Se convirtió en la voz del título albo, pero antes de eso, el cantagoles vivió el robo de Colo Colo 1973 más las finales perdidas por Unión Española y Cobreloa, por eso confidenció que ese día también le entró el cuco.

"Jamás nunca me imaginé que esto sería parte de la historia del fútbol chileno, esa noche maravillosa fue única, ese equipo extraordinario me incorporó a la historia", cuenta Vladimiro Mimica desde su natal Punta Arenas, ciudad de la cual fue alcalde y donde vive a la distancia el recuerdo del título de la Libertadores.

Por la onda de Radio Monumental, Mimica viajó por toda América para narrar los triunfos albos, hasta llegar a esa noche de 5 de junio. "Hace poco he vuelto a tomar contacto con Hector Vega Omasine, con compartí transmisión esa noche, y además, tuve la fortuna de estar con Carlos Cazsely. Fue algo único, pero acá los grandes protagonistas fueron los jugadores".

Mimica también relató la Copa Libertadores de 1973, donde Independiente le robó el título a los albos, por eso recuerda que "el 1973 fue un equipo de clase. el pueblo de Chile canalizó todas sus esperanzas en el equipo de fútbol en tiempos díficiles. Si lo piensas Colo Colo es parte de la vida política del país, ya que el 1991 es campeón retornando a la democracia, con un país llenos de sueños para construir una sociedad distinta.

- Vladimiro, ¿Ve similitudes entre el Colo Colo 73 y 91? Yo creo que no hay similitud entre Colo Colo 73 y 91. El Zorro Álamos tenía un equipo lleno de magia, habilidoso, individualidades, con Mario Galindo que fue el primer lateral en llegar a área contraria, había más espacio para pensar, Chamaco y Guillermo Páez quien era extraordinario, fue un tapón, explotó la marca de Carlos Cazsely, ese Colo Colo fue formidable, ahora el Colo Colo 91 fue un equipo compacto, de gran mecánica, colectivo, era un equipo al que le costó muchísimo,pero fueron ideas de Mirko Jozic las que cambiaron el fútbol chileno, achicar espacios, daba igual quién jugaba, por había un colectivo.

- ¿Hubo miedo de que no se celebrara? Yo recuerdo perfectamente el trayecto que hice con mi mujer y Héctor Vega, al llegar a Macul se respiraba un aire distinto, pero dentro de nosotros pensábamos en qué pasaría si había una decepción, en mi época habíamos hecho un culto de transmitir las derrotas del fútbol, pero cuando se termina el primer tiempo, ganando y veo la Copa Libertadores debajo de la cabina y le habló fue algo soñado.

Noche eterna

- ¿Qué recuerda del relato? Que fue todo muy natural, nada fue forzado, ver llorar a Carlos Cazsely al lado tuyo es potente, con la cabina llena porque no cabía más gente en el estadio, en ese momento, Héctor Vega tuvo la serenidad, para nosotros ese hito era como haber tocado el cielo, ahora estamos años luz de vivir eso, por eso que han pasado 29 años y seguimos recordando a ese equipazo.

- ¿Pudo celebrar con el plantel?  Con Carlos no tuvimos la posibilidad de celebrar, porque al terminar el partido y mientras todos estaban con los bocinazos, nos tuvimos que ir a terminar el cassette de toda la campaña de la Copa que 48 horas salió. Terminamos a las seis de la mañana del día siguiente en el sello EMI junto a Carlos y Manuel Enrique Thompson, Mister Thompson. Recuerdo todos los detalles de ese día.

- ¿Mantiene amistades con los jugadores? Sí, habló con casi todos. Eran otros tiempos, en donde el periodista podía ser amigo del jugador, uno los entrevistaba en los camarines, en la ducha, cada uno tenía claro cuáles eran los roles del otro no como ahora. Yo me hice muy amigo de Ricardo Dabrowski, es más, tengo una anécdota muy buena con él, ya que cuando llegó a Colo Colo en 1987, el equipo estaba de gira en Europa y justo a la hora que arribaba todo el plantel estaba entrenando, por lo cual me pidieron a mí que le dieran la bienvenida, así que yo lo recibí y le presenté a todos en el club.

- ¿Es verdad que un día almorzó con Luis Cubilla, DT de Olimpia en esa Copa y le dijo que los chilenos eran cagones? Siempre hubo respeto por el talento del chileno, pero nunca olvidaré una conversación con Lucho cuando volvió a Chile y almorzamos con Pedro Carcuro. Él nos hablaba de cómo veían a los futbolistas chilenos, buenos para jugar adentro, pero muy cagones para jugar afuera, era un fútbol agresivo.

-¿Cómo ve el fútbol actual? Es una moledora de carne, es una industria, hoy no tienes acceso a los jugadores, cuesta hacer entrevista, periodistas que recorren el mundo por una nota y los jugadores no se la dan. El fútbol en aquellos tiempos brindaba privilegios, uno podía generar lazos, pero ahora no existe eso.

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