Waldo Ponce recordó hilarante anécdota con Marcelo Bielsa en Juan Pinto Durán: lo delató por inesperada petición

Waldo Ponce recordó un llamativo "trato" que hizo con Bielsa cuando ambos estaban en la Selección Chilena.
Waldo Ponce recordó un llamativo "trato" que hizo con Bielsa cuando ambos estaban en la Selección Chilena.

El ex defensor de la Roja elogió al Loco y destacó su paso por la Selección Chilena. “Fue el técnico que marcó mi carrera”, confesó.

La figura de Marcelo Bielsa, por lo general, divide a quienes lo tuvieron como técnico. Mientras algunos lo adoran, otros le hacen la cruz, tal como ha quedado demostrado con algunos ex jugadores de la Selección Chilena.

Eso sí, uno de los que se para en la vereda de quienes sólo tienen palabras de elogio para el rosarino es Waldo Ponce, quien fue pupilo del argentino en las clasificatorias rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010. De hecho, también jugó tres partidos en dicho certamen.

Por lo mismo, a pesar de que ya pasaron casi 15 años de esa época, el ex defensor de la U sólo guarda buenos recuerdos del Loco, a quien tilda como “el técnico que marcó mi carrera”.

En diálogo con el portal argentino Infobae, Ponce llenó de halagos al actual estratega de la Selección Uruguaya. “El equipo jugó como él quiso y le sacó provecho a las condiciones de los futbolistas. Bielsa en Chile hizo un trabajo con creces”, recordó.

Además, recalcó que “lo que más aprendí fue a sacarle provecho a mis condiciones, ya que yo tenía cualidades importantes. Era un buen central, pero había que reflejarlo en la cancha y gracias a él (Bielsa) lo puede hacer. Porque no era solo ir a entrenar, sino que cada uno debía sacar lo mejor de uno en base a sus condiciones”.

Particular anécdota

Pero eso no es todo, pues el otrora zaguero de 41 años también contó detalles de una hilarante anécdota que lo une a Bielsa. “A él le gustaba una computadora chiquitita que yo tenía. Cuando estaba en el salón de Juan Pinto Durán, el predio donde entrenábamos, se me acercaba y me decía: ‘Qué linda su computadora’, y la miraba. Un día, me llama a su oficina y me explica ‘mire, Waldo, conseguí una persona de Sony que me hace descuentos para comprar un computador igualito al suyo, la versión nueva. ¿Quiere que le compre uno?’”, recordó.

Como era de esperarse, su respuesta fue positiva. “’Sí, profe, así cambio el antiguo sistema por una versión más nueva’. Al otro partido de la clasificatoria, me llama a su oficina y me dice ‘Waldo, le llegó su computadora’. Le respondí: ‘Sí, profe, ¿le pago?’. No me lo iba a regalar, si era como un hijo del profe, pero tampoco tanto. Entonces, me dice: ‘Sí, tiene que pagarlo, después arreglamos, no se preocupe’, le respondió el entrenador.

Eso sí, lo más inesperado llegó después, cuando le hizo una inesperada petición. “Me agrega ‘mire, llegaron estos tres regalos por el computador que usted compró. ¿A usted le parece que yo me quede con los tres regalos?’. Yo le dije ‘sí, profe, déjeselos’. Pero los regalos eran míos. No sé en realidad qué habrá hecho con los regalos, pero al final se quedó con los tres. Yo me quedé con el computador nuevo. Igual me costó un poco más barato, pero me cagó con los regalos que eran míos”, cerró entre risas.

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