La semana pasada, el delantero Cecilio Waterman recibió la patada más fea en lo que va del campeonato. Una fuerte entrada del...
La semana pasada, el delantero Cecilio Waterman recibió la patada más fea en lo que va del campeonato. Una fuerte entrada del defensa de Cobresal Rodolfo González lo sacó del partido, pues quedó con la carne viva en el talón luego del tremendo chuletón.
Por lo mismo, el panameño anda con el tarro y bastante furioso luego de esa acción, que lo tiene parado y sin la posibilidad de entrenar aún.
"Después de esa jugada ya no pude jugar el partido. Él siguió jugando y yo acá con muletas, no pude seguir", indicó molesto.
De hecho, está seguro que hubo mala intención en la entrada que lo dejó con ese corte bastante llamativo. "Mira la jugada como terminó, me tuvieron que poner muchos puntos. No fue a la pelota, pues si fuera a buscarla me pegaba solamente un raspón. Debería haber terminado en roja, porque hay sangre", recalcó el centroamericano.
Tras esa jugada, al infractor solamente se le amonestó, siendo que había VAR y pudo haber avisado que era para expulsión. Una situación que Waterman sabe que es complicada.
"Eso lo coordinan los árbitros. A veces uno se siente perjudicado y es malo, pero cuando te sirve es buena. Pero hay que irse adaptando, ojalá que sirva para mejorar. Es medio complicado ese tema", señaló frente a esta situación.