El delantero nacional podría finalmente permanecer en el Inter de Milán. Todavía no hay un desafío que llame su atención, y su alto salario es otra traba en las posibles negociaciones.
El futuro de Alexis Sánchez es una incógnita desde hace meses. Todavía no terminaba el Calcio italiano, pero ya se sabía que tanto él como Arturo Vidal abandonarían el Inter de Milán. Mientras el “King” coqueteaba con Flamengo y otros grandes de Sudamérica, del “Niño Maravilla” se dijeron muchas cosas. Por ejemplo, que lo buscaba el Galatasaray y que River Plate se ilusionó con un regreso. También por allí surgió algún interés del Sevilla de España e incluso que el Barcelona, ahora con Xavi en el banquillo, no vería con malos ojos su vuelta.
Pero lo cierto es que ninguno de esos rumores se ha concretado. De hecho, poco se ha sabido de Sánchez. Solo, que el Inter desea desprenderse de él lo antes posible para sellar la llegada de Paulo Dybala, delantero argentino que dejó a la Juventus y que tendría todo arreglado para sumarse al cuadro de Simone Inzaghi. Ya lo hizo, por cierto, Romelu Lukaku.
Alexis, sin embargo, sigue sin dar señales de algún acuerdo. Tanto así, que en las últimas horas el CEO de la escuadra milanesa, Giuseppe Marotta, sostuvo en Calciomercato: “Tiene contrato, no es que lo podamos echar. Así como es legítimo que intentemos construir una plantilla de delanteros más competitiva, es legítimo que elija aceptar la mejor oferta o quedarse y jugar sus cartas”.
Así las cosas, ya no se percibe como una opción tan descabellada que, pese a no sumar los minutos que quería y ser apenas un suplente para Inzaghi, el delantero nacional decida permanecer en Milán.
Una de las trabas, según destacó La Gazzetta dello Sport, es su alto salario, al que no todos pueden apostar para contar con sus servicios: “En su jaula de oro de 7 millones (de euros) al año, rechaza cualquier destino exótico y solo quiere un campeonato top”.
El otro, claro, va en esa línea: Alexis quiere jugar sus últimos años en Europa en competiciones de alto nivel y no pasar a una liga de segundo orden. Por eso habría rechazado Turquía e incluso la opción de reunirse con Jorge Sampaoli en el Marsella. De hecho el estratega argentino habría renunciado al cuadro francés luego de que no pudieran contratar al delantero.
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