“Yo le tengo fe…”: Mauricio Pinilla se viste de blanco y apuesta por Colo Colo en la llave contra River Plate

Pinilla se puso la alba.

El exdelantero de Universidad de Chile cree que será una llave cerrada, pero que el “pragmatismo” albo y “su euforia para defender” serán de ayuda.

A cuatro partidos de la final, el sueño que se propuso Arturo Vidal en su regreso y el de todo colocolino, aguarda tal vez la parada más jodida del camino. River Plate, el River Plate de Marcelo Gallardo. Y es cierto que probablemente ya no sea el equipo aquel que asustaba a todo el continente, el que hace dos años apabulló al “Cacique” de Gustavo Quinteros en la fase de grupos —2 a 1 en Santiago, 4 a 0 en Buenos Aires—, pero el reciente regreso del “Muñeco” enseguida lo dotó de un estatus que parecía extraviado.

Ni hablar del esfuerzo económico que ha hecho su gerencia deportiva para responder a los requerimientos del DT: dos campeones del mundo, Germán Pezzella y Marcos Acuña, y dos calados como Fabricio Bustos y Maximiliano Meza, a la espera de un jugador más que haga la diferencia en los últimos metros. Más de 22 millones de dólares en total para ganarlo todo.

De ahí que la dificultad sea otra. Pero el juego y en especial la personalidad que demostraron los albos en Barranquilla, así como el recorrido copero de su entrenador, Jorge Almirón, quien precisamente viene de dirigir el partido decisivo de la anterior edición, permiten ilusionarse.

A eso por lo menos se aferra Mauricio Pinilla. El exdelantero de Universidad de Chile, en Deportes en Agricultura, analizó la llave que enfrentará al “Cacique” y a los millonarios en plenas fiestas patrias.

“¿Sabes qué? Yo le tengo fe a Colo Colo en esta llave”, abrió los fuegos.

¿Sus argumentos? “Su pragmatismo, su euforia para defender y agarrar esta Copa Libertadores”. Para “Pinigol”, el certamen “es como el chicle de Colo Colo”, en otras palabras, “lo están teniendo tan en la mano, que no la van a soltar”. Así las cosas, prevé un duelo “cerrado”.

En fin, la escuadra alba tendrá la opción de meterse entre los cuatro mejores del continente, algo que no consigue desde 1997, cuando cayó vía lanzamientos penales contra Cruzeiro, a la postre, el campeón de esa edición.

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