La española se presentó ayer con un Movistar Arena rendido. La voz de “Bizcochito” consagró su arrastre en el país con un puñado de éxitos, rodeada de bailarines y sin banda. Un concierto que apuntó a la virtualidad y el futurismo como sus principales armas.
Rosalía está en la cúspide de su carrera. La española aterrizó en Chile para presentar su “Motomami World Tour” este 28 de agosto, con entradas completamente agotadas.
Haciendo un repaso selectivo por sus tres producciones discográficas, la música consagró su influencia en una generación sedienta de sonidos y propuestas rupturistas.
Rosalía y Chile: “La noche de anoche fue algo que yo no puedo olvidar”
Enfundada en cuero y armada de su talento y algunos de los más importantes hits de los últimos años, brindó un show minimalista pero poderoso, sin banda y con un cuerpo de baile que funcionaba como una extensión de los característicos pasos aflamencados de Rosalía.
La artista no solo cantó y bailó de forma brutal; también conversó con su fanaticada, estrenó la canción inédita “Aislamiento”, y recibió cariñosamente los regalos que le ofrecieron: gorros de lana, peluches del Dr.Simi, banderas chilenas personalizadas y el libro “Desolación” de Gabriela Mistral.
Dueña poderosa del escenario
Y como es tradición en sus shows, la Reina Motomami subió a un grupo de asistentes a bailar con ella “Despechá”; se emocionó hasta las lágrimas con el cariño del público nacional, y cedió a la petición de un fan: cantar a capella la canción “Catalina”.
Un show impecable de principio a fin, donde cada improvisación estaba fríamente calculada. Dueña poderosa del escenario: un telón blanco y dos pantallas gigantes que proyectaban cada movimiento de la artista haciendo gala de sus dotes musicales. Incluso, se dio el tiempo de tocar guitarra y piano.
“Si hay que parar, se para”
Y como no hay espectáculo sin contratiempos, mientras cantaba “Abcdfg”, alguien le informó que una asistente no se encontraba bien. “Quiero que todos estén safe. Si hay que parar, se para”, dijo la artista que detuvo unos minutos el show, sin embargo, el incidente no pasó a mayores.
Fue en esta misma canción, en que el público no paró de corear “A de apruebo”, ante el rostro confundido de Rosalía. Misma expresión que puso cuando le entonaron “Mijita rica, mijita rica”, sin embargo, ella solo atinó a bailar al ritmo de la mítica canción criolla.
La intérprete conectó con los asistentes a tal punto, que en una de las performances, se cortó el cabello en vivo, unas delgadas trencitas que enmarcan su rostro, y las lanzó sin más a su fanaticada.
La Motomami enamoró a los chilenos
Sin duda, uno de los show más esperados y espectaculares del año, donde la Reina de las Motomamis la rompió con esa artillería de pop aflamencado y urbano, con el que tuvo a sus pies al siempre cariñoso pero selectivo público nacional.