El filósofo surcoreano publicó el libro No-Cosas, el cual surge de la premisa de cómo los objetos han perdido su importancia, en contraste con la información.
Si bien lleva varios años viviendo en Alemania, el filósofo contemporáneo Byung-Chul Han, nacido en Corea del Sur, se ha convertido en un popular exponente de su rubro, con especial sensibilidad para tocar los temas que inquietan a las sociedades modernas desde una mirada de pensamiento propia de Oriente.
Ahora, el pensador ha lanzado un buen libro traducido al castellano. Se trata de No-cosas: quiebres del mundo de hoy, de la editorial Taurus.
Se trata de una obra de 144 páginas que surge de la premisa sobre la transición en que se encuentra buena parte del mundo actual: el paso de lo material hacia lo digital.
"Nuestra obsesión no son ya las cosas, sino la información y los datos", resume en el libro. "Ahora producimos y consumimos más información que cosas".
Byung-Chul habla del concepto del "ser infómano", por lo que "el fetichismo de las cosas se ha acabado", ya que ahora "hasta se habla ya de 'datasexuales'". De esta manera, "el orden digital pone fin a la era de la verdad y da paso a la sociedad de la información posfactual (...) Donde no hay nada firme, se pierde todo sostén".
"Eso nos enferma"
En ese sentido, a sus ojos, las cosas por sí mismas ya no bastan. Ahora, es clave "la creación de valor" en los distintos objetos mediante "la producción de información distintiva que prometa a los consumidores experiencias especiales o la experiencia de lo especial".
En ese nuevo escenario, el surcoreano plantea que los smartphones han tomado un rol central, ya "viven del estímulo de la sorpresa", por lo que "nos sumergen en un torbellino de actualidad", reflexionó él con El País.
Sobre la irrupción de las nuevas tecnologías en la actualidad, el filósofo comenta que "en los principios de la digitalización se soñaba con que esta sustituiría el trabajo por el juego". Pero el problema es que "el capitalismo digital explota despiadadamente la pulsión humana por el juego". Es más, "piense en las redes sociales, que incorporan elementos lúdicos para provocar la adicción en los usuarios".
Y es que, para él, "el régimen neoliberal, que no oprime la libertad, sino que la explota, no se enfrenta a ninguna resistencia (...) La dominación se hace completa en el momento en que se presenta como la libertad".
Frente a todo este flujo de opciones, "necesitamos que se acalle la información porque "si no, acabará explotándonos el cerebro". Byung-Chul enfatiza en que el mundo es algo más que información" y "la pantalla es una pobre representación del mundo". Así, estamos girando "en círculo alrededor de nosotros mismos".
"Eso nos enferma", remató. "Tenemos que recuperar al otro".