Hace un par de semanas, el cantante español lanzó “Idiota”, una canción que es una antesala de nuevo disco que se avecina, en el cual espera “hacer algo diferente a lo que he hecho hasta ahora”. En conversación con diario pop, hace un repaso por su carrera especialmente en sus estadías por suelo nacional, desde que era sólo un veinteañero en el Festival de Viña. “Estuve una semana entera”, relata. “Fue una experiencia muy bonita”.
Alex Ubago (42) anda con una sonrisa estampada en la cara. En abril, el cantante español lanzó su nuevo sencillo, “Idiota”, que será parte de un disco que ya se avecina.
El temita surgió de una sesión de composición que hizo en Madrid con el productor venezolano Manuel Lara, quien se ha codeado con figuras de la escena urbana como Rauw Alejandro, Sebastián Yatra y el mismísimo Bad Bunny, junto a los españoles Pablo Estrella y Andrés Terrón. “Montamos esa unión un par de días en el estudio, y de ahí salieron varias ideas y canciones, entre ellas, esta”, cuenta el cantante, “que yo tenía un estribillo que me andaba rondando la cabeza”. Así empezó a tomar forma esta canción que “habla del arrepentimiento de dejar a alguien a quien en realidad no querías perder, pero te das cuenta tarde”, describe a La Cuarta.
La voz de “Aunque no te pueda ver” (2003) y “Sin miedo a nada” (2001) aseguró que este nuevo lanzamiento “tiene un toque más actual en todos los sentidos”, ya que se encuentra en un proceso de búsqueda para “hacer algo diferente a lo que he hecho hasta ahora”, pero sin “perder mi esencia, seguir siendo yo”.
El hispano ya vislumbra lo que será su nuevo disco, aunque no será una tarea fácil, porque “tengo bastante material”. Es un proyecto que viene desde antes de la pandemia, que, por supuesto, le cambió todos los planes. Además, en 2021 iba a cumplir dos décadas de carrera y quería celebrar en grande, así que se decidió por un disco de reversiones de sus grandes éxitos, titulado 20 años, y que incluye colaboraciones con Jesús Navarro (Reik), La Oreja de Van Gogh y Luciano Pereyra. Así que el álbum que ahora viene en camino “quedó aparcado”, plantea.
“Ahora, digamos, lo retomo con un montón de canciones que tenía ya desde hace tres o cuatro años, más otras cuantas que he escrito más recientemente”, cuenta. “Y hay un poco de todo: canciones más en esta línea de ‘Idiota’, más actual y pop, pero también, por supuesto, hay varias baladas, medios tiempos, más románticas y cercanas a lo que he hecho anteriormente”.
Memorias
—¿Cuándo vienes a Chile?
—Todavía no puedo anunciarlo, me encantaría y que ya estén las entradas a la venta. Pero parece que ya está casi cerrado para ir en noviembre. Vamos a hacer varias ciudades por ahí, y lo anunciaré muy pronto. Estaremos también en Argentina, Uruguay y en algún país más de lo que es el Cono Sur, en noviembre. Lo anunciaré en breve.
Alex ha estado en múltiples ocasiones en suelo chileno y, por lo tanto, sus recuerdos acá “son muchísimos”. Y declara: “Chile es un país importantísimo en mi carrera, que me ha dado muchísimo cariño y donde siempre he ido a presentar todos mis proyectos, promos, giras y todo”.
Su primera vez fue en 2003, tiempos en los que visitó Santiago y Concepción en más de una oportunidad. En 2004, incluso participó en el Festival de Viña, haciendo papel de jurado de la competencia internacional y también presentándose en la Quinta Vergara, “con lo cual pude vivir el festival a full, en pleno”, recuerda. “Estuve una semana entera”, y “fue una experiencia muy bonita”, expresa.
En aquella edición, aunque el jurado estuvo compuesto por figuras como Joe Vasconcellos, Soraya, Alejandro Lerner, al español se le viene un nombre a la mente: “Sólo me acuerdo de una, no sé por qué será”, dice con sarcasmo, porque era “Pampita”, Carolina Ardohain, la modelo argentina que un par de años después se casaría con el chileno Benjamín Vicuña. Ese año, la trasandina se coronó como Reina del certamen.
“Recuerdo que ahí conocí a Luis Fonsi (también estuvo en el jurado), por ejemplo, que también actuó aquel año, y cantó “Abrazar la vida”, eran sus primeras baladas”, relata; de hecho, con él grabó “Cuenta conmigo”, de Canciones impuntuales (2017). En tierras viñamarinas conoció a Bacilos, especialmente a su líder Jorge Villamizar, “que luego se convirtió en un grandísimo amigo, con el que hice un proyecto y nos dieron un Grammy juntos”, detalla.
—Fue muy divertido —cuenta—. Aparte, era un chaval, tenía 22 o 23 años, y empezaba a llevar mi música fuera de España y a Latinoamérica. Esa experiencia fue maravillosa.
Sin embargo, el tiempo ha pasado y ha podido conocer muchas otras ciudades, desde Iquique, pasando por Osorno, hasta Punta Arenas. “Hemos recorrido mucho”, comenta. “Han venido muchos conciertos, lugares y noches mágicas”.
Así y todo, la experiencia local que tiene más en mente ocurrió fuera de los escenarios: “Lo que más me ha marcado es conocer la Patagonia chilena”, asegura quien se ha presentado en suelo puntarenense. “Lo tengo marcado”, declara. “Me impactó mucho”. En su memoria conserva la habitación de su hotel que daba al estrecho de Magallanes. De hecho, recuerda haber pensado: “¡Joder, estoy en el puto estrecho de Magallanes! Y vienen aquí dos mil personas a verme tocar”.
“Allá me pasó una cosa increíble, porque me puse enfermo, no sé si me intoxiqué con algo que comí o qué, y tuve que salir a tocar súper enfermo” cuenta. “Pero fue uno de esos conciertos en que al final salió todo bien y te dan mucha experiencia como para decir ‘hasta cuando he estado así, que casi me moría, he podido dar un concierto’”, reflexiona. “Son todo tipo de aventuras las que hemos vivido ahí”.
También atesora una última gira en que pasó por Puerto Varas. ”Recuerdo ese lago con ese volcán”, haciendo alusión a las nieves del Osorno. “Tengo recuerdos y fotos que compartí en mis redes”.
—Los cantantes siempre dicen que cada país ocupa un espacio importante en su carrera… ¿Pero qué lugar ocupa Chile?
— Chile siempre ha sido un público muy entregado, que canta las canciones, muy fiel también, que pasan los años y sigo teniendo un público fiel. Y respeta mucho a los artistas de siempre, y no lo digo por mí; lo digo por Sabina, (Joan Manuel) Serrat, Raphael o Camilo Sesto, al que lo vi en Viña cantar y la gente (estaba) vuelta loca. Me gusta el chileno. Y lo siento un país tranquilo, relajado, donde se está a gusto, se está bien. También teniendo en cuenta el caos que son a veces las ciudades de Latinoamérica. Siempre que llego a Chile me siento en calma.
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