Frente, se titula el segundo álbum de la banda chileno-mexicana, liderado por los ex Bunkers, Francisco y Mauricio Durán. Un trabajo compuesto y grabado en estudio, durante octubre de 2019, que recogió parte de sus impresiones sobre el estallido social, y algunas inquietudes musicales que van desde encendidas canciones de rock, a baladas e incluso ritmos pisteros. En charla con el diario pop, los hermanos revisan el álbum tema por tema.
Si algo tenían claro los hermanos Mauricio y Francisco Durán, era que el segundo álbum de su banda, Lanza Internacional -que completa el baterista mexicano Ricardo Nájera-, sería distinto al primero. Un primer detalle es que en agosto de 2020, cuando lanzaron el primer sencillo (“Cordel”), revelaron que aún no tenían un nombre para el álbum, el que se iría conociendo por sus cortes promocionales.
Así pasó poco más de un año y medio de lanzamientos. Finalmente, todo el cuerpo de trabajo ya está disponible bajo el nombre de Frente, un largaduración que reúne los sencillos ya publicados (“Un pedazo más de tu corazón”, “De policía a ladrón”, “Despertar”, “Deja vu”, “Mientras duermes”, “Sin condiciones” y “Cordel”), además de cuatro temas inéditos.
El músico Mauricio Durán, a cargo del bajo en la banda asentada en el DF mexicano, detalla la idea tras el nombre de la placa. “No tiene más explicación que es un frente de canciones, la verdad. El disco es bien diverso, dentro del universo de uno”, cuenta desde el otro lado de la pantalla, en charla con el diario pop.
A contrapelo de su debut homónimo (2017), con una clara definición hacia el postpunk, en Frente, la banda decidió trabajar las canciones de acuerdo a lo que estas les exigían, y no limitarse a un plan previo. “Íbamos viendo la canción, lo que sugería, y en base a eso tomábamos las decisiones, no fue una decisión del principio que el disco tenga más teclado o más guitarra -explica Mauricio-. En el disco anterior, ahí sí tomamos decisiones estéticas antes de comenzar a hacerlo, ahora fue todo lo contrario”.
Por ello, la placa reúne un variopinto de estilos y arreglos que llevaron a la banda hacia ideas musicales que no habían explorado con antelación. De allí, la idea para la portada, diseñada por el artista mexicano Raúl Spino; una imagen de una mujer en blanco y negro (un poco al estilo The Smiths, con su galería de personajes en las portadas), alterada con un corte, que deja entrever una trama de colores fuertes.
“Es una foto análoga, pero con un fondo digital, conviven ambos mundos -explica Mauricio-. En cierta medida refleja la diversidad del disco, tiene una pata muy artesanal, pero también una más digital y más moderna”.
El álbum fue grabado en octubre de 2019, en un estudio en Ciudad de México, con el músico chileno Felipe Castro y el mexicano Eduardo Bogard como ingenieros. Un momento que coincidió con el estallido social, lo que de alguna forma, tuvo su relato en la lista de canciones.
Los músicos adelantan que, atendiendo a la situación sanitaria, planean presentar las canciones del álbum en el país. “Yo creo que quizás lo más responsable sería el segundo semestre, y encontrar un buen lugar para mostrarlo -detalla Mauricio-. Pero como estuvimos tanto rato con estas canciones, porque este fue nuestro disco de pandemia, queremos presentarlas y ya ponernos a hacer otro disco”. Además, en el último tiempo, tanto Mauricio como Francisco, han grabado temas en solitario los que esperan publicar en el algún momento. También han aprovechado de trabajar junto a otros artistas.
Cordel
El primer sencillo fue “Cordel”, un tema que de inmediato marca un rumbo respecto al material que ya se les conocía. La composición se arma a partir de la frase de guitarra que suena desde el inicio. “Estábamos acá en mi casa, con un formato reducido, batería chiquita, Mauri al bajo y lo primero que surgió fue el riff -cuenta Francis Durán-. En base a eso empezamos a armar por capas, nos gustaba hacer una canción que se basara como en ese loop, y afuera ponerle algo más reflexivo, que es lo que aporta la voz y la melodía”.
El tema, según Durán, les remitió a una influencia en particular. “Nos sonaba como medio funkero, pero también como INXS, ellos tienen canciones que se cuelgan de un riff. De hecho, INXS nos parece una banda super infravalorada; o sea, el disco Kick (1987), es perfecto. La idea de colgarnos del riff viene desde ahí”.
Asimismo, el músico detalla parte del entramado del tema. “Gran parte del disco se compuso en el estudio, se iba grabando y componiendo al mismo tiempo. Grabábamos una base, pasaban un par de días, luego volvíamos sobre esa idea y le añadíamos letras, probábamos cosas. Fue entretenido porque uno se deja llevar por la atmósfera y la sensación de la grabación”.
Un pedazo más de tu corazón
Acaso uno de los tópicos más clásicos de la canción popular chilena, el desamor también tiene un espacio en el álbum. En “Un pedazo más de tu corazón” -que en la promoción salió como lyric video-, la banda desarrolla una letra sobre una relación tóxica, aunque con los decibeles de los amplificadores muy controlados.
“Es de mis temas favoritos de todos los que hemos escrito alguna vez -cuenta Mauricio Durán-. Me gusta que tiene una naturaleza acústica, tiene un lapsteel que me encanta lo que le aporta a la canción, pero me gusta su temple, muy particular. Como dicen los mexicanos, como que nunca se sale de madre. Se mantiene ese tono todo el rato, me resulta cautivador”.
Se trata de uno de los temas que la banda fue macerando a partir de una idea inicial. “En esa había una base, íbamos tocando los acordes y todo -explica Francisco-. Había una energía contenida, no explota, se mantiene tranquila dentro de todo, no dijimos ‘ya, vamos a tocar más fuerte acá para subrayar algo’, pero aún así tiene un desarrollo”.
El grupo consiguió un contraste entre la letra sobre una relación tóxica (“Todas las armas puedes exhibir, cuando alguien débil ronda cerca de ti”, dice parte de la letra), y la música. “La música nunca subraya esa carga que tiene la letra, no es alharaca, aunque diga algo como terrible, se dice muy tranquila”, explica Francis.”Es de esas canciones que no no está muy seguro, pero llega otra persona y te dice, ‘hueón, está increíble’”.
De policía a ladrón
Los decibeles vuelven a subir en “De policía a ladrón”, un tema de ritmo más acelerado que remite al lenguaje del rock. “En el caso del primer disco, teníamos una cancha rayada de antemano, porque ahí queríamos sonar distinto de lo que habíamos hecho antes. Pero en esta, pasó que nos dijimos ‘en realidad no tenemos que diferenciarnos de nada’, así que es un ritmo que ya habíamos ocupado antes”, explica Francisco.
Se trata de un guiño a las influencias musicales del grupo. “Es un ritmo súper clásico que viene del Motown, pero ha tenido sus transformaciones a lo largo de la historia, lo han ocupado Iggy Pop, los Buzzcocks, todo el mundo. Dijimos, ok, esto necesita la canción”, agrega el músico.
Una clave del sonido abrasivo del tema, es que los Durán echaron mano sin complejos a las guitarras que tienen disponibles en México. “En general en los temas rockeros, más guitarreros, lo que tendemos a hacer es como ‘ya, grabemos la Gibson’, pero al final las terminamos grabando todas, le vamos sumando ajajaa -señala Mauricio-. Es como, ‘bueno, grabemos la Rickenbacker igual para que salga una puntita ahí’”.
Pero tan importante como la decisión estética, es comprender la reflexión tras esta. En la voz saturada de Francis, subyace un malestar que terminó por coincidir con los acontecimientos. “Increíblemente, fue grabada como tres días antes del estallido social -cuenta el músico-. Coincidió con lo que estábamos reflexionando en esos días con lo que terminó explotando, aunque no habla directamente de eso”.
-En la línea “presidente con complejos, empresario emprendedor, que se compra de juguete un avión”, es difícil no pensar en Piñera…
M: En ese tipo de personajes de la política. En Latinoamérica está lleno de ese tipo de cosas, pero claro, lo del avión hace más sentido. Pero por ejemplo, acá en México también hubo una polémica con el presidente López Obrador respecto al avión presidencial, y claro lo de Piñera que fue dueño de Latam. Yo creo que está todo eso mezclado, sí, es un poco de Piñera, pero también de muchas otras cosas.
A tono con su energía, el video muestra al trío tocando en un rincón, sin mayores aspavientos. Este fue rodado en un club en la Colonia Polanco, del DF, bajo la dirección del mexicano Guillermo Llamas. “Ese lugar lo cachamos porque Rica, nuestro baterista, medio que conocía al administrador y en la pandemia, el lugar estaba cerrado -recuerda Mauricio-. Entonces él le dijo que queríamos hacer un videoclip. Fuimos a verlo, Nemo vio la cocina y dijo que había que hacerlo ahí, en la parte más horrible ajaja”.
“Tampoco nos hicimos caldo de cabeza con los videos esta vez, buscamos una locación, decíamos, ya acá, podemos interpretar la canción, y vamos”, agrega. “El de ‘Cordel’ lo hicimos en la casa de Nemo, porque había más postproducción y habíamos visto un trabajo de diseño que hacía una diseñadora rusa amiga del Nemo. El de ‘Despertar’, lo hicimos en la casa del Francis, más algunas cosas en vivo. Esto de volver a armar una banda, y partir de cero, a uno lo hace replantearse muchas cosas ajajaja (ríe)”.
Fraude
Una de las canciones que no se había revelado previamente, es una que resume esas tardes en que los Durán, entre cada sesión, se ponían al día con los sucesos que ocurrían en el Chile de octubre de 2019. “La reflexión tiene que ver con lo que sentíamos cuando nos llegaban las noticias de Chile, conversábamos con nuestros amigos y estaba todo muy caldeado, la verdad”, cuenta Francis.
Además, es una pieza en que se aprecia el proceso compositivo del dúo. “Es una idea que teníamos hace muchos años, al menos los acordes, pero nunca habíamos terminado de desarrollarla. Probábamos muchas cosas, pero nunca nos satisfizo hasta lograr este resultado”, cuenta el guitarrista.
“Está dentro del grupo de canciones de formato más clásico, porque hay otras que tienen un aproach más moderno, como ‘Deja vu’ o ‘Cordel’, y seguramente es porque es una idea que se arrastraba hace años -agrega-. Algunas veces nos pasa eso, de no poder dar con la canción, pero sigue en la bolsa de ideas”.
-Y cuando se estancan revisan las ideas que tienen….
M: No cuando nos estancamos. Cuando empezai a componer miras qué es lo que tienes, ahí ves algo que te parece bacán y que podría indagar.
F: Por la manera que hicimos el disco, en que teníamos un mes para grabar, no hay mucho tiempo para pensar, fuimos tomando decisiones rápido. Vas haciendo. En este caso lo revivimos y llegó a puerto.
Mientras duermes
Un tema de vocación pistera y pop, que marca un momento poco repetido en el catálogo de los Durán y marca una inesperada colaboración junto a Juliana Gattas, de Miranda!.”Vimos hace poco el documental de los Bee Gees (How can you mend a broken heart) y estamos pegados jaja (ríe), creo que de alguna manera es un homenaje a eso -detalla Francis-. Lo cierto es que en nuestras colecciones hay bastante música disco, no es algo que se vea reflejado siempre en nuestro trabajo, pero cuando estamos en un carrete es la música que escuchamos, Donna Summer, Funkadelic”.
El músico detalla que esta canción, además de “Cordel”, fueron las únicas que tenían trabajadas previamente antes de entrar al estudio. “Nació de una improvisación en la casa, y nos colgamos del riff de bajo, pero dimos con la canción mucho después. Fue bacán adentrarse en ese mundo musical, porque no tenemos muchas canciones así”.
Para Mauricio, se trata de otro tema en que el grupo entró en una idea de exploración, tal como “Un pedazo más de tu corazón”. “En ese tema también estábamos un poco inseguros, era como ‘vamos a tirar la piedra hasta donde llega a ver qué pasa’, a veces resulta, quizás por eso nos escondimos en Juliana”.
“Con su performance, su forma de pronunciar terminó de cerrar el tema -detalla Francis de inmediato-. O sea, el hecho que cante ‘la shuvia rebotar’ le termina de dar la onda”.
Al igual que “Cordel”, el videoclip se grabó en la casa del director Guillermo Llamas, aprovechando un croma que tenía disponible. “Cada uno fue como una hora a la casa, le pegaba unas pasada al tema -detalla Mauricio-. Después contactamos con Juliana, se le explicó el concepto y ella hizo lo mismo en su casa, tenía un croma que le había quedado de un video que hizo con Miranda! entonces el Nemo le dijo los tiros de cámara que quería, los angulos y eso. Luego hizo el montaje y la postproducción y le dio esa estética tipo Soul train o The midnight special”.
Persecusión
Otra de las canciones inéditas del álbum, que también incluye una reflexión sobre los tiempos de redes sociales, que también se esboza en “Cuando se esconde una herida”. Una clave está en la línea: “Delirio total de persecusión, marca de nuestra generación”.
“Retoma un poco esa idea y también un poco de lo sensible que estamos a un montón de temas -explica Francis-. Cuando uno ve estas teorías conspirativas…o sea, no hay un grupo de reptilianos tratando de ponerse de acuerdo como cagarte a tí, no somos tan importantes individualmente.
Mauricio complementa el concepto. “Trasunta esa idea de que cada uno es muy importante para los demás, como individuo, y al final no lo es. Uno le importa a sus amigos, a tu familia y paremos de contar, esa es la realidad; ya on preocuparse de tu hijo y tu pareja ya tienes caleta de pega. O sea, hay una preocupación colectiva igual, de como vamos por lo que está pasando en Chile, pero esa preocupación individual que tengan por tí, y que se expresa en las redes sociales a diario, es super falsa”.
Despertar
Una de las colaboraciones del álbum, junto al británico Andrew Innes, guitarrista de Primal Scream, banda que cuenta con discos imprescindibles como Screamadelica, el que perfiló una propuesta particular que bebía de la psicodelia, la música de vocación pistera y el estruendo del rock.
Los Durán conocían a Innes y le pidieron “lo que se le ocurriera” para el tema. “Mandó el solo de guitarra que le quedó súper -recuerda Francis-. En sonido y en actitud quedó como super T-Rex según nosotros, que es parte de su estilo”.
“Una vez conversando con él en un carrete que estuvimos, nos contaba que el músico fundamental de su adolescencia era Marc Bolan, fue fan y toda la onda -recuerda Mauricio-. Decía que tenía un póster gigante de Bolan en su pieza y que la mamá siempre cuando entraba hacía como...(expresión de asco)”.
Además de los guiños a la música británica, la canción discurre en su texto sobre los días del estallido social. “Te has dado cuenta de lo que nos costó despertar, de haber sabido de antemano como despertar”, se escucha en parte de la letra, en sintonía con el ánimo que daba cuenta de un momento de quiebre.
-En su momento escribieron temas que tocaban ciertos momentos coyunturales, como “Miño”. Con el paso de los años, ¿tienen una forma personal de encarar ese tipo de temas?
F: No sé si uno puede tener la sensación de llegar a un lugar y encontrar una forma de decir algo, al final es como si nunca hubiésemos hecho ninguna.
M: Sobre todo en este tipo de temas, a diferencia de los que son más personales, que uno puede conducir de cierta forma, puede resultar más amable para uno. Pero cuando es una sensación colectiva, por lo menos de nuestra parte, lo sentimos algo más delicado. Y cada vez que nos enfrentamos a ese tema, para nosotros requiere atención especial, porque es muy fácil pasarse a caca, súper fácil. Le tenemos terror a esa trampa.
-Durante el estallido salieron varias canciones, pienso en “Plata ta tá”, de Mon Laferte, “Paco vampiro”, de Álex Anwandter, y así. En este tipo de canciones ¿escriben pensando en que es parte de un cancionero de época?¿hay un cierto sentido de trascendencia?
M: Yo creo que si uno se sienta a escribir con una idea preconcebida sobre la trascendencia, el destino es el despeñadero. Porque no te puedes sentar a escribir pensando en eso, uno tiene que tratar de expresar bien lo que siente y eso ya es demasiado trabajo.
F: En el documental de Lennon, sobre Imagine que está en Netflix (Above us only sky) en un momento le dicen algo así como ‘oye esta canción la van a seguir escuchando en 10 años más’, y Lennon dice que no, que una canción de rock nomas, no es tan importante. Él quería escribir lo que sentía en ese instante, lo que pase después es cosa del tiempo, no de la persona que lo diga.
Un día antes de recaer
Otra canción no publicada anteriormente que muestra un interés distinto. Lejos de INXS, el postpunk y del rock, esta vez, la propuesta sale hacia otro rincón. La clave, está en el ritmo inicial. “Partió desde la guitarra acústica y tiene un ritmo que no es el típico 4/4, sino que es más de vals”, cuenta Francis.
El ritmo, cómo no, salió desde las horas escuchando música. “Hay unos temas de Van Morrison que nos habían llamado la atención por ocupar ese tipo de ritmo y por tocar de una manera bastante libre -agrega-. Hay discos de él, en que el approach de los músicos es bastante jazzístico. Nosotros no somos jazzeros, pero nos damos esa libertad”.
Por su lado, Mauricio cuenta que es de sus canciones favoritas del álbum. “Me gusta mucho, me encanta la vibra que tiene, me gusta mucho la letra, me gusta la interpretación de la banda, llegamos a buen puerto con eso”.
“Justo el otro día hablábamos con el Francis sobre la velocidad con que grababan los grupos en los sesentas, que muchas veces interpretaban, registraban de una manera y eso es lo que quedó -agrega-. Tampoco se iban mucho en la volada de ultra perfeccionando, hay sencillos de los Rolling Stone, que son un registro, en que si hubieran grabado en otro día, quizás el resultado hubiese sido muy distinto. Por el apuro había que tomar decisiones rápidas, me alegra en este tema haber llegado a puerto con la interpretación de la banda, me gusta la energía, los arreglos vocales”.
Déjà Vu
Se trata del otro tema en que colabora Andrew Innes, esta vez con aportes de guitarras y teclados. Como en otros temas, este también fue construído a partir de la técnica de las capas, clave para su estética más cercana al indie actual; no en vano, en Spotify la banda tiene una Déjà Vu playlist, en que figuran nombres como MGMT, Dulce y Agraz, y hasta el español C Tangana.
“Se hizo por capas -explica Francis-. El Rica tocó un ritmo y lo grabamos, pero él no tenía idea lo que iba a venir arriba. Después se creó esta sensación de remolino con teclado y eso todo es lo que teníamos”.
“Después fuimos trabajando con capas -agrega-. La sensación que queríamos generar arriba es un tipo de approach mas moderno para componer, porque como se van decidiendo por capas las sensaciones que se quieren generar, se dan estas combinaciones donde abajo hay una base muy energética, pero arriba, una reflexión más tranquila. A mí me gusta ese tipo de combinación”.
Al momento lo complementa Mauricio. “Da una combinación trince, o sea, triste y dulce, pero con energía”. Su hermano replica de inmediato con un par de ejemplos. “Como ‘Dancing Queen’, guardando las proporciones, o como ‘Help!’ que si lo tocas lento te das cuenta que es un tema triste, pero si lo tocas rápido no te das cuenta. La última vez que nos juntamos con Jorge Gonzalez, hablábamos de ese efecto. Nos decía eso respecto de ‘Estrechez de corazón’; la gente no se daba cuenta que en realidad es una balada triste, porque en el fondo es bailable”.
Cuando se esconde una herida
“Te quieres sacar los trapos si no es para tapar las cosas que asimismo nunca se digan”, suena en parte de la letra de “Cuando se esconde una herida”. Un tema que alterna entre el tópico clásico de la dualidad y la contingencia de la comunicación en las redes sociales.
“Tiene que ver con la manera que nos comunicamos, las redes sociales y lo que la gente decide mostrar -explica Francis-. Siempre es lo que decide vender, una careta. Va por ahí. A veces el que quiere demostrar más, es el que más quiere esconderlo”.
En cuanto a la música, hay varias claves. “Es un tema que nació de la guitarra y el Rica hizo un gran pega en la batería porque el ritmo es difícil -detalla Francis-. Me gusta esa canción, la energía, parte con una intensidad y no para”.
Por cierto, hubo otra referencia tomada desde el interés melómano del dúo. En este caso, fue Love, la notable banda de Arthur Lee -una de las primeras en reunir blancos y afroamericanos-, que en su fundamental Forever Changes (1967), trazó la médula del pop psicodélico, entre cuerdas ensoñadoras y texturas poco convencionales. “Tiene una cosa media como de Love, un grupo que nos encanta, de hecho en algún momento pensamos que el solo fuera de trompeta o algo así, pero iba a ser muy obvio”, detalla Francis.
Por su lado, Mauricio, quien habitualmente toca el bajo, en esta ocasión se hizo cargo de una guitarra solista que evade las convenciones y más bien, traza una sección arremolinada que parece dialogar con la personalidad atormentada de quien esconde una herida.
“Son dos o tres líneas de solo -detalla-. De ahí fuimos entremezclando, creo que así fue, pero tenía ese espíritu arremolinado. Queríamos que fuera ilógico, que no fuera siguiendo los acordes, ir esquivando el camino tradicional”.
Sin condiciones
Una balada al piano que marca una distancia más evidente con el resto del material del disco. Fue compuesta por Mauricio al piano -pese a que la voz principal es de Francis-. “Se compuso como en unos tres días; en uno le dí duro a la armonía. Me gustó mucho lo que había y como sonaba. Obviamente tiene un aire setentas, medio Elton John, Caravan, Wings”.
El músico cuenta que después llegó la letra. “No tiene mucha lectura, es una canción de amor, de quedarse con alguien sin condición alguna. Pero en los puentes está lo de ‘y reclamar las calles una y otra vez, donde no había nada que perder’, eso es netamente el estallido. Lo puse porque funcionaba bien, una canción de amor que se mete un poco en ese contexto; tampoco es tan evidente, se me hace muy delicado como quedó. Me gusta mucho ese tema”.
Aquella técnica, que mezcla dos universos en un mismo texto, tiene antecedentes en algunos de los artistas favoritos de la banda. “Es como Silvio Rodríguez en ‘De la ausencia y de tí’, que es un tema personal, claramente dedicado a otra persona, pero entre medio habla ‘como en medio del tumulto pisarte los pies’; ahí trae la imagen de algo compartido, es bueno cuando ese recurso está bien utilizado”, explica Francis.
Mauricio precisa que hubo otro factor en juego. “La misma música de repente te va obligando a encontrar el tono preciso. Si lo vas trabajando desde un piano te hace escoger palabras distintas; por ejemplo, cuando se la mostré a Felipe Castro, en la parte de ‘perpendicular y opuesto a nuestras fórmulas’, él me decía que ‘perpendicular’ lo encontraba raro. Pero para mi, que lo encontrara raro me validó la palabra ajajajaja (ríe). En una guitarra no me imagino eligiendo ‘perpendicular’. Incluso componiendo la misma canción en distintos instrumentos, los resultados terminarían siendo diferentes”.
-¿Y te pasó alguna vez partir una canción en un instrumento y terminar en otro?
M: Me acuerdo que ‘Ahora que no estás’ (del álbum Vida de perros, de Los Bunkers), es un tema que partió en un órgano, y al final terminó siendo un tema de guitarras, y muy de guitarras. Si se hubiese compuesto en guitarra no hubiésemos llegado a esa secuencia de acordes del coro ni cagando.
El tema cuenta con la colaboración de la chilena Cancamusa (el alias de Natalia Pérez), a quien conocían desde los días en que tomó el puesto de baterista en la banda de Mon Laferte. De allí se formó un vínculo que derivó en la invitación al estudio. Cuentan que cantó el texto ya escrito, pero se le dio manga ancha para la interpretación.
Asimismo, la artista participa en el videoclip, grabado en el mismo local en el que se filmó el clip para “De policía a ladrón”. “Tiene una parte de karaoke, un bar grill, donde hay un piano. En realidad es una carcasa de piano, porque hay un tipo que trae un teclado y lo conecta ahí ajaja -cuenta Mauricio-. ese sector nos parecía increíble”.