Daniela Castillo: "Me cargan los discursos, porque al final tienes que mantenerlos, y después se te caen"

La cantante lanza un sencillo titulado "Nada de na'", con el reggaetonero Franco "El Gorila". Acá, cuenta cómo surgió la canción, habla de su ansiedad durante la pandemia y de los tiempos que vive el amor. "No siento que el romanticismo esté muriendo", dice al diario pop.

Ya sobre la marcha apareció el nombre de un reggaetonero nacido en Puerto Rico. Hasta ese momento, Daniela Castillo (36) no sabía quién la acompañaría en la colaboración para su nuevo sencillo; solo tenía la certeza de que debía ser "una voz masculina".

Así que ella misma tomó el teléfono y, a través de Instagram, le escribió un mensaje directo a Franco "El Gorila". Y él respondió, con muchas ganas de hacer algo juntos, algo que finalmente se materializó en "Nada de na", lanzado el 15 de abril.

Sobre el papel del boricua en la canción, ella menciona que él "rompe un poco el esquema dentro de la canción, y eso era lo que necesitábamos precisamente".

En su letra, "Nada de na" relata dos versiones de una relación amorosa, en que una de las partes acusa una infidelidad. Una es la de Daniela, que dice: "le escribes a mi amiga/ también a mi vecina/ fotitos pa' mi hermana/ y ahora preguntas por qué no quiero nada".

Mientras que Franco "El Gorila" entona la defensa del aludido: "No le pare' oído a lo que la gente susurre/ Otra vez con lo mismo, ya ese chismecito aburre".

Fue el propio puertorriqueño quien escribió las estrofas que canta. "Él aparece de una manera muy entretenida, buena onda e interesante a defenderse. Creo que no pudo haber sido mejor", cuenta ella a La Cuarta. "Él tiene una forma muy pícara de responder y era lo que se necesitaba".

Hace rato la cantante chilena tenía ganas de sacar una canción que se adentrara en la música urbana, algo que ya venía insinuando durante con las últimas canciones que ha sacado, como "Verte más" y "Ya fue".

—¿Cómo ha sido la experiencia incursionando en la música urbana?

—Lo que me gusta de la música urbana es que se puede fusionar con muchos estilos. Es mucho más abierta a fusionarse desde la cumbia, de la salsa, de la bachata, como que funciona con todo. Y obviamente funciona muy bien con el pop, que era lo que queríamos hacer, pop latino.

https://youtu.be/Gz5RO90Z72Y

El amor

—"Nada de na" se aleja del romanticismo... ¿Dejó de estar de moda el romanticismo?

—¡Nooo! —se ríe—, jamás. Siento que las baladas siempre son como un descanso dentro de cualquier tipo de música. Es como una pausa que uno hace dentro de un disco. Es super necesario. Y el romanticismo también tiene muchas formas de expresarse; hay un más cliché, otras un poco más "agresivas"... En realidad creo que hay para todos los gustos. No siento que el romanticismo esté muriendo, tampoco lo podríamos matar. Lo necesitamos.

—Algunas de tus últimas canciones como "Ya fue" o "Verte más" exploran en mantener una suerte de distancia con las relaciones de pareja. ¿Qué te interesa de ese tema?

—Es coincidencia en realidad. Partí con "Te dejo ir", que claro había como un desapego a un cierto amor, pero antes de eso yo había cantado muchas baladas. Había dejado dentro de mi música un estilo mucho más "baladístico", muchas canciones al amor o desamor, pero siempre hacia ese lado. Y quizás en estos minutos era como tratar de cubrir el amor desde otra vereda. Igual sigo componiendo canciones de todo tipo, desde amor, despecho, desamor, cosas que me cuentan, cosas que vivo, cosas que he vivido, cosas que me gustaría vivir.

— ¿Cómo sientes que han cambiado las relaciones de pareja en los últimos años?

—Es más equitativo. Siento que la mujer ha tenido un rol súper importante no solamente en lo personal, sino también en lo laboral, en lo social. Eso se refleja a la hora de tener o relacionarse con una pareja. Creo que casi todas estamos un poco más despiertas con lo que queremos sentir y transmitir. Hay más libertad y también siento que los hombres han hecho una súper evolución, que también me parece súper linda, que la relación de pareja sea más equitativa, libre y honesta. Siento que hay una evolución. Nos falta mucho, pero ha habido una evolución grande.

—¿Qué falta por mejorar en tu opinión?

—Lógicamente todavía seguimos viviendo en una sociedad súper machista, pero son cosas que requieren de tiempo en la sociedad. En mi generación a nosotras nos criaron con una mentalidad, y una forma de llevar la vida, súper machista. Pero también sabemos que el cambio no es de un día para otro. Creo que las mujeres somos muy pacientes en ese sentido: mientras se vayan haciendo cambios, y uno los vaya viendo, creo que vamos avanzando.

[caption id="attachment_632360" align="alignnone" width="600"]

Daniela Castillo y Franco "El Gorila".[/caption]

—¿Cómo sientes que los movimientos feministas pueden "influir" en tu música?

—Los movimientos feministas son muchos. Me da la sensación que la sociedad mete a todos los movimientos feministas en un mismo saco. Y no es así: todos pensamos de manera distinta, sentimos de manera distinta y tenemos ideales distintos, y luchamos por cosas muy distintas. Creo que todas tienen una validez, pero no me gusta encasillarme en ningún tipo de movimiento.

Montaña rusa de emociones

—Hace poco en una entrevista dijiste que "me gusta que cada una tenga algo que decir y lo diga a su manera a través de la música o de otro tipo de intervención". ¿Qué sientes que tienes para decir tú?

—Tengo muchas cosas qué decir, pero no tengo un discurso. Me cargan los discursos, porque al final tienes que mantenerlos, y después se te caen. Para mí la música es expresión y me gusta pasarlo bien con la música. Creo que esa es mi posición. Hay mucha gente que tiene sus discursos muy a su estilo, y bacán, pero yo no. Me carga encasillarme y decir "esto soy y no soy nada más que esto", porque soy eso y muchas cosas más.

—¿Cómo has aprendido a alejarte de esos discursos?

—Con lecciones de vivencias. Las palabras tienen mucho peso, pero también, así como tienen peso, te pueden encasillar; o también se las puede llevar el viento fácilmente. Siento que las acciones son mucho más concretas: el cómo es uno en el día a día, el ser honesto con uno mismo y con el resto. Ese discurso más bonito que uno puede tener.

Al consultarle sobre la pandemia y las respectivas cuarentenas, la cantante dice que "las ansiedades han sido un tema". Siente que, en marzo del 2020, cuando todo empezó "no nos hicimos mucho cargo", porque "pensamos que quizá iba a durar un par de meses e íbamos a estar bien a fin de año".

Pero no fue así.

—¿Cómo has vivido este proceso?

—He ido por etapas. Hay etapas en que necesitas más ejercicio porque te ayuda mentalmente, otras en que necesitas conectarte más contigo misma y escuchar más música. He ido viviendo de la manera más honesta posible conmigo mismo, tratando de darme cuenta lo que siento, lo que necesito, lo que me está costando más... Hay días en que uno dice "uff, vamos a romper el mundo" y hay otros en que quieres dormir todo el día. Eso le ha pasado a todos.

https://youtu.be/TytrsOw2gf8

Y a pesar de todo lo negativa, rescata que puede surgir ciertas lecciones tras la pandemia… o tal vez no:

—El año pasado hubo un punto en que todos decíamos "oye, estamos bacán porque hemos aprendido montón". Y después llegaba a fin de año y todo volvía a la normalidad... ¿Dónde está el aprendizaje? Hoy volvemos a replantearnos todo. Si no aprendemos de este proceso, no vamos a aprender nunca. Siente que volvemos a tener este momento muy difícil nuevamente, y mucha gente lo está viviendo más difícil que el año pasado. Se te acaban los recursos, se te acaba la plata, la energía, todo. Es el momento para replantearnos otra vez que debe haber un cambio interno, independiente de que es súper difícil.

—¿Cuál piensas que es ese cambio?

—Independiente de todo lo que me ha tocado vivir, que ha sido un montaña rusa, he aprendido cosas muy importantes de la vida, que pueden ser un cliché enorme, pero hoy las valoro muchísimo: que es vivir al máximo todas las cosas buenas que te están pasando, apreciar mucho a la gente que tienes alrededor porque pueden no estar el día de mañana, disfrutar los momentos malos. También, ser siempre agradecido, todos los días. Y ser más empático con todas las realidades: todos tienen su propia verdad y hay que respetarla.

—Quizás por eso los clichés son clichés.

—Estamos en un momento en que todos los clichés, aunque digamos "ay, qué cursi", se hacen realidad: el vivir día a día, el respeta para que te respeten —se ríe—... Todas esas cosas, si no las aplicas, no lo vamos a lograr, no vamos a salir. Cuando uno lo vive de manera profunda, pucha, van cambiando hartas cosas.

Los prejuicios al desnudo

—Hace poco dijiste: "Voy soltando cosas que te van atando, como los miedos, los prejuicios y el qué dirán, que son cosas que no te permiten crecer". ¿De qué prejuicios y miedos hablabas?

—Siento que hoy no doy nada por sentado, como "ah, esto puede pasar porque ella es así" o "este gallo siempre ha tenido este discurso". Siempre hay que preguntar primero, siempre hay que tener el beneficio de la duda... ¡Oy!, te juro que ha sido heavy ese cambio de el "no juzgar a nadie", porque uno de los aprendizajes más grandes que he tenido es que todos tienen una forma de hablar, de realizar, de hacer, de decir, de discutir según lo que han vivido y las elecciones que han hecho. Uno no puede dar por sentado nada de lo que crea. Uno tiene que preguntar, respetar, o sea, ser más paciente.

—¿Cómo te ha tocado aprender eso?

—Antes me pasaba mucho más que tenía opiniones más concretas y ahora me ha pasado mucho, por ejemplo, desde opiniones por la crisis social, en que tenía a mi alrededor gente muy diversa de opiniones políticas, religiosas, morales. Y uno a veces tiene que aprender a escuchar, porque lo que haces es tratar de opinar al tiro para que el otro escuche tu forma de pensar y lo que tú opinas. Y a veces uno tiene que escuchar, no hay que tratar de cambiar a las demás personas.

—¿Por qué te fue tan importante aplicarlo en la crisis social?

—Siento que antes de esta crisis social en que la gente estaba más dormida, más callada, como que no se opinaba tanto, no era tan evidente. Salvo que vinieran elecciones presidenciales, uno como que no entraba en política. Me pasó que ahora se hizo mucho más evidente el "tú eres de aquí o eres de acá".

—¿Tomar posición?

—A veces te obligaban a tomar posiciones. Y también era super extraño entrar en esa dinámica. Es heavy cómo te das cuenta que estás rodeado de gente que piensa muy distinto a ti, o muy igual a ti, o puede ser muy agresivo para decirte las cosas. Ahí aprendí muchísimo a quedarme callada y escuchar. Yo sé perfectamente lo que siento, lo que opino. A veces me doy ochenta vueltas porque trato de escuchar a todo el mundo, pero prefiero escuchar. Todos tenemos algo qué decir.

https://open.spotify.com/artist/7nriakmj7Rcq8KhhaLSgja

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA