En entrevista con el diario pop, el cantante recuerda su primer disco grabado en Chile y lo que se vivirá en sus próximos conciertos.
Joe Vasconcellos admite que no escucha mucho discos. A 31 años del lanzamiento de Verde Cerca (1992), decidió junto a su equipo tomar una “máquina del tiempo” y volver a visitar un álbum al que, admite, le guarda un cariño especial.
Aunque la idea original era celebrar sus tres décadas cerradas, distintos escollos aparecieron en el camino hicieron que el hecho de reeditarlo tuviera un sabor mejor, más especial.
Se trata de una versión en vinilo doble, de 45 revoluciones por minuto, y que tras un exhaustivo trabajo de mezcla y remasterización, logró darle al disco un sonido de alta fidelidad, con un arte mejorado e incluso un documento que certifica la calidad sonora del producto. Un lujo que, para Vasconcellos, es trascendental.
“Hubo muchas cosas de la grabación original que al pasarlas al vinilo se perdían o se anulaban, entonces un trabajo que pensamos sería de 15, 20 días, terminó transformándose en algo de un año”, explica el cantante.
El responsable del sonido es el ingeniero Joaquín García de Clio, quien se encargó de transformar el disco en una experiencia sonora de alto estándar para el formato.
“Por eso nos demoramos y le pusimos 30+1, porque ahí finalmente está el Verde Cerca como queríamos y está bonito, estoy muy orgulloso”, dice Joe.
¿Cómo recuerdas la grabación de ese disco?
- Para mí, el Verde Cerca es el disco más “brasilero” que tengo. Fue el primero que grabé en Chile, entonces le tengo un cariño bien especial. Me acuerdo que Caco Lyon (ingeniero de sonido e histórico colaborador de Los Prisioneros) me prestaba horas en su estudio. En cualquier momento me llamaba y me decía ‘Mira, tengo 4 horas, tengo 3 horas’ y yo partía y grababa.
La voz de “Las seis” cree que el éxito de aquel álbum radica en que cada uno de los involucrados estaba aprendiendo a grabar un disco y descubriendo hasta dónde podían llegar. “Se concibió de una manera muy especial, muy entrañable”, precisa, “fue pensado para cassette y mucha gente lo tuvo. Tuvimos mucha suerte”.
¿Eres de escuchar tus discos pasados?
- No lo hago fíjate, no lo hago. Qué gran pregunta, porque de verdad en estos tiempos de tanto egocentrismo, no soy bueno para mirarme. Porque claro, cuando uno está montando un video, te mirai tantas veces que al final ya no te querís ver más. Y lo que puede pasar de repente es pensar ‘mira, por qué hice eso, podría haberlo cambiado’ entonces trato de no hacerlo, es muy estresante.
¿Y cómo fue volver a escuchar el Verde Cerca?
- Mi hijo a veces me dice ‘¿Por qué no te escuchai un rato?’ Cuando uno anda medio vacío de creatividad, quizás uno debería volver, escucharse y ver por dónde va tu camino. Cuando me puse a escucharlo, fue sorprendente. Aunque también trato de evitarlo, hoy en día hay tanta oferta, tanta música, que igual trato de conocer lo que más pueda (de otros).
¿Se vienen más reediciones de antiguos discos?
- Yo creo que lo que corresponde es irlos revitalizando porque son documentos. Si no ha salido en vinilo, que rico sacarlo. Es darle una oportunidad, una dignidad distinta. Es como reeditar un libro, que no sé cuánta gente hoy en día leerá, pero el hecho de volver a sacarlo es darle una nueva trascendencia a ese trabajo.
30+1 - Acústico de selección
El re-lanzamiento del álbum traerá también una serie de presentaciones en el país, en donde incluirá sus grandes éxitos y parte del “Verde Cerca”.
Así, canciones como “Huellas” o “Ciudad traicionera” sonarán de manera acústica e íntima, en conjunto con un trío conformado por Eduardo Silva (bajo), Felipe Choupay (teclados) y Pedro Melo (multiinstrumentista).
¿Cómo te has sentido en los ensayos con este formato de banda?
- Es como volver a encontrarse, ver cómo nacieron esos temas. Va a ser bien interesante porque está esta cosa de la intimidad, es algo invernal. Cuando tocamos con la banda grande es necesario estar en un espacio más abierto porque es como llevar un camión, pero acá la situación será bonita porque la gente pierde ese miedo de contactarse y conversar contigo.
El compositor asegura que la idea de este tipo de conciertos es aprovechar de tocar las canciones de “otra forma” y que si bien el show tiene una duración predeterminada, esta puede variar dependiendo del ambiente y de la comunicación que se genere con el público.
“Lo dejamos a la suerte. En estos tiempos de tanta cosa digital, tanto clic, en donde todo está muy ordenadito, es bueno reencontrarse. Tenemos todos los discos ensayados”, advierte.
Joe Vasconcellos se presentará este viernes 11 agosto en el Club Chocolate con entradas totalmente agotadas. El resto de la gira será en Rancagua, este sábado 12 (Eventrid) y Olmué, el viernes 25 (Passline).