Esta nueva trama se sumerge en los temas que sus creadores, David Simon y George Pelecanos, ya habían explorado en la aclamada The Wire.
“Si sólo dispones de una hora a la semana para ver la televisión, concédesela a The Wire”, “Cualquiera de los capítulos de The Wire es tan bueno o mejor que cualquiera de las películas presentadas a los Oscar” o “Vibrante y magistral obra de arte, la saga novelesca y urbana de la HBO: The Wire es la mejor serie de la televisión”.
Esas son solo algunas de las frases que la crítica especializada han lanzado en torno a la que es considerada una de las mejores series de televisión, disponible en HBO Max.
Ahora, los guionistas y escritores, David Simon y George Pelecanos, regresan con una miniserie que, de alguna manera, representa una cierre temático a la aclamada The Wire.
Dentro de la ciudad gringa de Baltimore, se desempeñaba una fuerza policial llamada Gun Trace Task Force. Su misión era hacerse con las armas de fuego que estuvieran en manos de grupos criminales, para así destruirlas y evitar que se usaran en futuros delitos.
Sin embargo, ante aquel poder, algunos integrantes empezaron a envolverse en corruptelas, bajo el liderazgo del prepotente sargento Wayne Jenkins (Jon Bernthal). Así, no faltaron los uniformados que se dejaron llevar por el robo y el chantaje; pero además mostraron una especial aversión hacia los afroamericanos, población que en esa ciudad ocupa un alto porcentaje en aquella metrópoli.
Frente a eso, la división de Asuntos internos tuvo que investigar y determinar quiénes eran las “manzanas podridas” de la institución. Pero la tarea resultó ser sumamente delicada.
De Baltimore para el mundo
Esta nueva historia, titulada La ciudad es nuestra y también disponible en HBO Max, se basa en el libro We Own This City: A True Story of Crime, Cops and Corruption, una investigación periodística de Justin Fenton.
Con todo ese material, vinculado a la corrupción policial y al racismo sistémico. Simon y Pelecanos escribieron un minucioso y complejo relato, que se adentra en una trágica épica urbana, dándole una vuelta a la temática en la que ya se sumergieron entre 2002 y 2008.
“Me alegra que The Wire haya dejado un legado y que de alguna forma inexplicable haya encontrado el modo de sobrevivir”, declaró Simon en una conferencia de prensa, según consignó La Nación. Cuando ambos leyeron aquel libro, supieron cuál era la nueva historia que quería contar: “Esta es la coda sobre aquello que tanto debatimos en The Wire, que tenía que ver con que si vos pones el acento en las cosas equivocadas, si solo trabajas en función de las estadísticas, si asciendes a las personas por las razones equivocadas, y si dejas de darle importancia la noción de ‘proteger y servir’ a la comunidad, eventualmente vas a obtener una policía como la de Baltimore, y en tantos otros lugares”.
En tanto, Pelecanos destacó que en La ciudad es nuestra no hay personajes menores, planos, todos tienen su propio arco: “Una de las cosas que me enorgullece de este título, es que a todos les dimos una voz”, explicó. “Y los policías tienen su versión de las cosas, la gente de a pie también la tiene, y aunque hay muchas personas cuyos derechos fueron infringidos por la policía durante toda su vida, este no es un relato que gire sobre el odiar a la ley”.
En cambio, destacó, “lo que intentamos es buscar una manera de salir adelante, y reflexionar sobre cómo vamos a hacer para que todo esto mejore”.
El elenco mezcla actores que, de alguna manera, se han visto atrapados para la realidad que relata esta miniserie de seis episodios, junto con intérpretes de renombre como Jon Bernthal y Josh Charles.
Al respecto, este último aseguró: “Lo que David y George están diciendo es que lo que pasa aquí puede suceder en cualquier otra ciudad”. Además, destacó que “aun siendo un relato que no es complaciente, creo que es importante mostrar sus muchos matices”.
Así, a pocas semanas de su estreno, ya han ido apareciendo algunas opiniones de la crítica: “Una acompañante ambiciosa, pero irregular, para The Wire”, escribieron en The Washington Post. “Es la clase de historia alucinante que te hace preguntarte cuántas más existen todavía por ahí”. En tanto, Entertainment Weekly publicó: “Simon y Pelecanos usan una narrativa de saltos temporales para hacer malabarismos con múltiples subtramas”. O en Chicago Sun-Times declararon: “Gracias a su claro guion, un montaje experto y unas interpretaciones distintivamente únicas, es fácil seguirle el ritmo, aunque es difícil desentrañar la magnitud de la corrupción que se señala”.