La mezcla bluesera-ecológica de Cigarbox Man con la que triunfa en Estados Unidos: “Me llena de alegría y estoy súper honrado”

Hace solo algunos años, Cigarbox Man realizaba sus presentaciones en el Metro de Santiago, ahora gracias a la música se encuentra radicado en Estados Unidos desde hace un año viviendo el sueño. Su trabajo le ha permitido codearse con músicos de talla mundial, compartiendo escenario y grabando colaboraciones con ellos.

Felipe Ubeda (29), el nombre detrás de Cigarbox Man, ha logrado mezclar letras en español e inglés, sumado a una variedad de ritmos y melodías principalmente blueseras, pero con tintes latinos. Recientemente acaba de estrenar el sencillo “No Quiero Llegar”, una canción junto a la reconocida cantante mexicana Ely Guerra, además es un adelanto de su disco debut Blue Dalom, el que verá la luz en julio.

En este primer álbum, además lo acompañan músicos con harto kilometraje sobre los escenarios, ya que está grabando con ex miembros de The Mars Volta, Whitesnake y Santana. En conversación con La Cuarta el joven músico chileno profundizó respecto a cómo ha logrado entrar a los estudios rodeándose de artistas de la élite mundial.

—¿Cómo nace esta colaboración con Ely Guerra?

—Todo se gesta en San Francisco, en una gira que Ely estaba dando, y gracias a mi manager (Phil Green), que fue el punto de intersección, me presentó con Ely y tuvimos súper buena química, muy buena onda, fue instantáneo. A Ely también le encantó la canción y se empapó con lo que significa y lo que hay detrás, con la vibra que tiene la canción y le agregó su toque, ese toque que vemos tan especial, de voces directas, penetrantes, agudas, envolventes y bien latina pero psicodélica al mismo tiempo. Es una mezcla difícil de encontrar. Cuando escuché lo que había mandado Ely se me erizaron los pelos, es increíble lo talentosa que es ella como artista, y también la gran persona que es, muy agradecido de habérmela topado en el camino.

Si bien Cigarbox Man no pudo estar ahí cuando la mexicana grabó su parte de la canción, casi como algo poético, eso es justamente de lo que trata el tema. “‘No Quiero Llegar’ habla de la distancia y fue un trabajo hecho a la distancia, así que estábamos en sincronía absoluta con lo que trataba la canción”, comenta el artista.

—¿Cuál fue tu punto de encuentro con los músicos que te acompañan?

—El punto de encuentro fue Tomás Salcedo, que también es chileno pero vive en Estados Unidos hace mucho rato y es guitarrista para la banda de blues Fantastic Negrito y a ellos les ha ido muy bien, se han ganado los últimos dos Grammy de Blues Contemporáneo, y la verdad es que son muy talentosos, ahora acaban de partir a una gira a Europa, van a telonear a Bruce Springsteen en Italia, estamos hablando de mucha calidad junta.

Bueno en todas esas giras que Tomás ha tenido con su banda conoció a todos estos personajes: a Thomas Pridgen (batería) que es ex Mars Volta, a Uriah Duffyi (bajo) que es ex Whitesnake, a Karl Perazzo (percusión) lo conocimos por otro lado, y Nahuel Bronzini trabajaba con Fantastic Negrito, así que todo ese grupo humano fue interseccionado por Tomás. Él me presentó y a todos les encantó la vibra del proyecto y les encantó lo conceptual y lo musical. Creo que en las dos cosas se diferencia mucho Cigarbox Man de otros proyectos musicales y lo bueno de Estados Unidos es que uno puede ser chico, mediano o grande, pero si alguien ralla con tu proyecto va a rallar en otro plano, siento que allá la afición por las cosas que le significan a la gente es un poco más intensa, y eso hace que estas conexiones puedan pasar, a pesar de que estoy en mi primer año allá.

Me llena de alegría y estoy súper honrado de recibir todas las enseñanzas que tienen para ofrecer, son gente que ya dio la vuelta al mundo varias veces, entonces todo eso se absorbe, se valora y siento que este año en Estados Unidos ha sido un año de mucho aprendizaje, de estar absorbiendo como esponja, estar atento a qué captar, a qué no y cómo seguir mejorando como músico y como entretenedor.

—¿Cuál era el sentimiento que querías plasmar en “No Quiero Llegar”?

—Habla principalmente de la inmigración, habla del sentimiento que cualquier inmigrante que ha sido forzado a migrar siente al estar lejos de su familia. Igual inmigrantes que van por voluntad propia sienten lo mismo, pero especialmente se refiere a la experiencia.

En honor a mis bisabuelos, que ambos, por los dos lados de la familia fueron inmigrantes aquí en Chile, uno por el lado de alemán y otro por el lado palestino, entonces las historias que tienen ellos para contar de cómo construyeron su vida desde cero, de cómo surgieron y lograron mantener una familia y empezar lejos de su familia una vida a parte es algo que a mí me ha inspirado y me sigue inspirando todos los días de mi vida, entonces es un pequeño gesto hacia ellos, que me imagino por lo que deben haber pasado y la fortaleza que tuvieron para sacarlo adelante y yo creo que eso también puede inspirar a harta gente que hoy por hoy está pasando por lo mismo.

Incluso yo mismo en Estados Unidos, uno se ve identificado con esa cosa de estar lejos de tu núcleo. Cualquier persona, sobre todo aquí en Latinoamérica que somos mucho más aplanados a nuestras familias, vamos a sentir esa manera más pronunciada, porque en algunos lugares la familia está un poco más desnaturalizada de lo que nosotros entendemos como familia en Sudamérica.

—Eso es de lo que habla ‘No Quiero Llegar’, por eso la melodía tiene esa melancolía, esa nostalgia, sin duda tiene un poco de los 60′, tiene un poco de The Beatles ahí metido, pero también tiene un poco de bolero latino, tiene esa cuestión media sufrida, como cubana porque también es movida, entonces se mezclan varios mundos que la ponen en un plano medio místico, medio mágico, eso era lo que queríamos lograr.

Sus inicios en la música

Antes de descubrir las cigarbox guitars (guitarras hechas a partir de una caja de cigarros), Felipe tenía pensado seguir un camino muy diferente, ni siquiera estaba ligado a las artes, muy por el contrario, estaba estudiando para ser un ingeniero comercial. Por cuestiones de la vida, el joven quiso expandir sus horizontes sin dejar de lado su carrera, así que realizó un intercambio a Oceanía que le cambió la forma de ver el mundo y encontró su destino.

—Yo antes no tenía una relación directa con la música. Estaba metido en la universidad estudiando ingeniería comercial, una cuestión nada que ver, perdido por mi vida porque no tenía cómo terminar bien esa parte de la historia, y durante ese camino decidí irme de intercambio a Nueva Zelanda, y ahí quedé botado un par de meses porque era un trimestre en vez de un semestre y tenía que mantenerme, pagarme la vida tres meses más y empecé a tocar en la calle para juntar plata.

Empecé a tocar en la calle y empecé a conocer un montón de gente y dentro de ellos está Juzzie Smith, que es un gran multi instrumentalista, un gran entretenedor, un circense, porque mezcla el circo con la música y la interpretación, y él toca una cigarbox guitar y ahí fue mi primer encuentro tocando en la calle con este personaje que está mezclado estas tres cosas y está haciendo vibrar a todo el mundo, siendo él solo en el escenario. Ahí yo sentí algo especial, me llegó directamente al alma el hecho de que él estaba tocando una guitarra que está hecha con materiales reciclados, con una caja de puros, pero él no lo sabía porque él no fabricaba sus guitarras, se las hacían. Él simplemente tocaba la cuestión porque era un instrumento blusero, y ahí fue cuando dije, en verdad lo que más importa de toda esta cuestión es que lo puedes armar en la casa con cualquier material que encuentres, y la libertad que te da el tener las cuerdas levantadas, el tener la cosa un poco mal hecha es a propósito, porque te da un sonido distinto, se puede tocar de distinta manera, y todo eso me llamó mucho la atención, el poder desarrollar mi propio sonido encontrando mis propios materiales, encontrando mi propia técnica de construcción y ahí fue donde para mí hubo un punto de inflexión importantísimo.

Fue cuando dejé todo de lado y me dediqué a la música y empecé a tocar en el metro y me gané el concurso del metro y ahí la historia es un poco más conocida, donde ya me junto con el resto de los muchachos de Cigarbox antiguo en Chile y empezamos a tocar.

Un punto importante en la carrera de Cigarbox Man es el concientizar acerca del cuidado del planeta, siendo una parte importante de su propuesta musical. En ese sentido es el fundador del “Rock Sustentable”, y en sus últimos lanzamientos se ha asociado con la ONG chilena Fundación Cultiva, con el objetivo de neutralizar su huella de carbono, además fabrica sus propias guitarras usando productos reciclados.

—Mis guitarras no son de las típicas cigarbox del blues del siglo pasado, son un poco distintas. Pero la invitación es que cada uno podría desarrollar su propio sonido y eso implica jugar con las reglas que los luthiers tanto respetan, que les tengo todo el respeto, porque es un trabajo minucioso, pero esas reglas también se pueden romper a veces y grandes resultados se pueden obtener de esa locura, y eso es lo que me ha llevado al sonido que tengo ahora, finalmente es sacarle mi propio rollo a lo que viene construido con mis propias manos.

Cada guitarra tiene su propia personalidad, su propia alma, y por eso ocupo varias en vivo porque me gusta darle una perspectiva a cada canción que estoy tocando con distintas personalidades y rugido.

La creación de sus guitarras

El cantante señala que los instrumentos que usa en sus grabaciones y shows en directo los elige de acuerdo a la intención con la que los fabricó. En sus guitarras el artista busca un sonido grueso, algo fundamental en su sonido, principalmente por la técnica que usa al tocar, ya que no presiona las cuerdas con sus dedos como la mayoría de los guitarristas, sino que utiliza la técnica del slide, que consiste en arrastrar algo por las cuerdas. De esta forma consigue un sonido que a su parecer “se asimila al rugido de un animal, también puede ser un lamento, es algo dramático, tiene que ser en los extremos, o es un rugir o es alguien lamentándose y llorando”.

—Las primeras guitarras que hice fueron con cajas de puros que se las fumaba mi abuelo, le robaba las cajas y hacia la guitarra y después empecé a usar distintos materiales, ahí me fui en la vola, hicimos una cosa con Jack Daniels con cajas de whisky que eran de metal, también hicimos otra cosa con cajas de zapatos, la verdad que he hecho con un montón de cosas.

—Ahora estamos en un proyecto educacional que es con latas de bebidas para enseñarle a los niños a construir sus propias guitarras y obtener el mismo sonido que obtengo en mi guitarra con materiales reciclados, es un proyecto que está en marcha blanca y que se viene súper bonito y se llama Tomorrows Guitar. Creo que esa búsqueda en la personalidad está en los materiales, pero también está en la forma en cómo armas la guitarra, las distancias, los colores, los elementos.

Yo por ejemplo no pongo los típicos puntos en los trastes sino que pongo colores, porque los colores me dan una mayor perspectiva en vivo para poder saber qué carácter estoy tocando. Si quiero tocar algo que es un poco más abajo, tiene un cierto diseño, lo mismo si quiero tocar algo que esté más arriba, y cuando quiero tocar algo que está bien arriba y bien dramático, la guitarra tiene una banderita de Chile, entonces cada vez que quiero llegar al full del dramatismo me voy a la banderita, a mi país, me voy al origen. Entonces todas esas cosas te van aportando mucho en la búsqueda de esa personalidad, de esa alma.

—Para tocar usas una petaca, algo muy auténtico. ¿De dónde salió la idea de usar una petaca para hacer música?

—Hay un personaje que se llama Jack Broadbent, que también es un blusero medio viral, se hizo viral hace como cinco años tocando en Amsterdam una canción de Canned Heat, y él ocupa una armónica gigante para deslizar en la guitarra, y de ahí dije: oye esta cuestión en vez de tocar el slide con los dedos, se le movía todo el brazo, entonces era como ver a un artista pintando, era como ver a alguien ocupando todo el elemento, estaba haciendo arte con la guitarra y eso me llamó mucho la atención y dije que quería hacer lo mismo, quiero tocar la guitarra acostada y quiero sentirme que estoy pintando algo.

—Finalmente ésa es la sensación que buscaba con la petaca, y aunque no me lo crean, entre más contenido líquido tenga la petaca, entre más trago tenga adentro, para mí, mejor me suena porque si está más pesada, puedo deslizar como si fuera algo fluido y lento al mismo tiempo, se siente como una pintura.

Próximas presentaciones

Este viernes Cigarbox Man se presentará en Club Amanda en un show que promete estar lleno de sorpresas. Además de interpretar canciones que ni siquiera han visto la luz, será teloneado por Zapla, un artista que él produjo en California.

—Se vienen hartas sorpresas, va a ser un show bien de spoilers, porque el álbum ni ha salido y vamos a tocar todo el álbum y vamos a tocar canciones del álbum que se viene, que ya está grabado también y los vamos a soltar en exclusiva, porque tienen una cierta concordancia en el setlist que vale la pena explicarlo en vivo. Se viene muy bueno.

Este concierto será la antesala para Cigarbox Man antes de regresar a Estados Unidos para una seguidilla de presentaciones en el Mid West, incluyendo shows en Chicago, Wisconsin e Indiana junto a otras dos bandas originarias de San Francisco. Después de eso viajará hasta México, donde se reunirá con Ely Guerra y dará una mini gira.

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