“Lo bailado, lo sufrido, lo llorado... ha sido un muy lindo recorrido”: Lucybell alista su nueva gira “Mil Caminos”

En medio de las celebraciones de los 30 años de la banda, anunciaron que llevarán su disco acústico al escenario con una nueva gira y debutarán en el Movistar Arena. Eduardo Caces, bajista del conjunto, conversó con La Cuarta sobre los festejos, los nuevos conciertos y la clave para mantenerse activos tras tres décadas.

Lucybell se encuentra celebrando con sus fanáticos los 30 años de vida de la histórica banda de rock chileno. Tras una serie de presentaciones a lo largo del país, el trío debutará por primera vez en el Movistar Arena y anunció una nueva gira.

El conjunto formado por Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y Cote Foncea pondrá en escena su reciente disco “Mil Caminos”, su álbum acústico donde reversionaron y desenchufaron sus grandes clásicos.

Todo ocurrió a pedido de los fieles fanáticos de la banda, quienes les escribieron a los músicos para pedirles que no olvidarán este disco que salió en medio de la pandemia.

Por lo que la banda cumplirá y terminará los festejos por sus tres décadas de historia con una gira que los llevará por Talca, Concepción, Rancagua, Antofagasta, Valparaíso, Buin, Temuco y Valdivia.

A esto, se suma el primer concierto de Lucybell en el Movistar Arena, que hace poco habilitó nuevas ubicaciones después de un éxito de ventas.

El bajista del conjunto Eduardo Caces habló con La Cuarta sobre esta nueva gira, el debut en el recinto del Parque O’Higgins y las claves de la banda para lograr celebrar tres décadas de música.

Celebrando la historia

Lucybell nació en 1991 y es actualmente una de las pocas bandas que puede festejar el hito de cumplir 30 años de actividad, prácticamente ininterrumpida. Si bien han habido algunos cambios en los integrantes del conjunto, Valenzuela, Caces y Foncea se han mantenido en el tiempo, lanzando ya nueve discos de estudios, más otros EPs y otros en vivo.

—¿Cómo van las celebraciones de los 30 años de Lucybell?

—Sin lugar a dudas hace como unas tres semanas se empezó a sentir el cronómetro de llegar a esa fecha, el 18 de agosto. Y muy entretenido, ya estamos preparando la parte acústica que es lo que nos tiene muy contentos porque era un proyecto fallido, es decir, nunca pudimos tocarlo en vivo. Cuando quisimos, se vino la pandemia sobre nosotros y fue imposible encontrar el momento adecuado. Hasta este 18 de agosto para poder mostrar parte de nuestro disco Mil Caminos, que es nuestra aventura sonora acústica, con arreglos, bronce, viento, invitados de lujo.

“En el Movistar se da esa posibilidad. Más la parte eléctrica de esta celebración también, no podemos dejar de lado nuestro ‘power trio’. Se ha vuelto un bonito viaje, por decirlo así, hasta llegar a ese momento. Es como un culmine de mucho trabajo. Si es que por llegar a un escenario, Movistar Arena se está transformando en un paso obligado de todas las bandas. Y nos tiene muy orgullosos porque en muy poco tiempo, literalmente agotamos las entradas. Es interesante todo el proceso. Créeme que es asombroso también, creo que esa es la palabra”, agrega Caces.

Lucybell
Lucybell

—¿Qué significa para ustedes también que la banda ya cuente con más de 30 años de historia?

—Créeme que -tal vez hablo también por mis compañeros- no nos habíamos imaginado nunca en nuestros sueños estar celebrando los 30 años de algo. Es un gran honor, es un gran privilegio, es mucho trabajo, porque créeme que cuando yo entre a la banda sin lugar a dudas entre a una banda donde ya tenían clásicos. pero también entre a defender esos clásicos. Y a crear nueva música para que, en ese momento eran 9 años, pudiéramos estar 24 años después. Lo mismo cuando se fue Francisco y hubo esos cambios profundos en la banda y entró Cote. También entró con la misma situación. Había clásicos y había que seguir creando música para poder después de 17 años, seguir celebrando estos 30 años. Desde el sueño hasta hoy día ya ser hombres grandes y “planeado” todo esto que convoca, de estar tocando como un adolescente mirándose al espejo con una raqueta, creyendo que estabas en una banda de rock, a tocar en un Movistar Arena, creo que como arco de una historia, llega a un bonito lugar.

—¿Cuál ha sido la clave para poder mantenerse activos durante todos estos años?

—Se mezclan varias cosas yo creo. Si lo veo en retrospectiva y en el tiempo, sin lugar a dudas la valentía de los primeros cuatro Lucybell que quieren hacer una banda profesional y canciones memorables. Y en un determinado momento, por diferencias, entro yo y eso hace que la música se vaya renovando, que haya estimulado a Claudio y a Francisco y nos hayamos estimulado con la energía nueva, con las ganas, con tener una banda nueva de alguna manera. Recuerdo que en algún minuto lo mencionamos de esa forma en aquella época. Era como tener una banda nueva. Y había eso de lanzarse a esto y creo que eso inyecta mucha energía a Lucybell. Lo mismo pasa desde otra perspectiva cuando se va Francisco y entra Cote, todo lo que ocurre ahí, energética y sonoramente en un instrumento tan particular como lo es la batería, eso también nos oxigena como banda y nos hace escribir otros capítulos del desarrollo de una buena canción. Siempre con la misma premisa: ser honestos como lo que estamos haciendo.

“Y creo que el otro flanco es nuestra fanaticada y el público. De alguna manera, ese primer cuarteto entra con canciones y se mete en el ADN. Luego entro yo y nuevas canciones y nuevo público se entremezcla. Lo mismo pasa con Cote. Y creo que la pandemia hizo un efecto en que, por poner una teoría, supongo que algunos de nuestros fans más acérrimos colocó música o alguna transmisión en vivo que hicimos en esa época. Yo creo que más de alguno de esos hijos, sobrinos, hermanos, primos, lo que fuera, quedaron ‘ah, esa es la música que escucha mi viejo o mi tío, va que raro, esta bastante buena’. Porque después de esta pandemia debo decir que, de alguna manera que se pueda tener todo el rango de edades, aparecieron bastantes chicos. Esa es una nueva generación con la que también de alguna manera estamos compartiendo nuestras vibraciones o experiencias”, detalla el bajista.

—A finales del año pasado y a principios de este estuvieron haciendo una gira por todo el país por estos 30 años. ¿Cómo fue reencontrarse con el público y qué balance hacen de estos conciertos?

—Lo último es que hubo como una suerte de renovación de energías en torno a la banda. Fue la primera nota, el primer acorde, el primer beat y ya sabíamos que la gente ya estaba con muchas ganas de escuchar música, de asistir a lugares, de estar en reunión, de escuchar música de Lucybell. Afortunadamente, creo que de esa forma, después de todo lo que pasó y se vivió, esa respuesta fue de mucho cariño y de mucho apoyo, de estar ahí, de sentirse parte de. Somos parte de y nuestro público es parte de nuestros, es una simbiosis casi perfecta. Estas nuevas generaciones también, chicos de ocho hacia arriba en los teatros. Indudablemente que esa evolución nos ha llevado en este minuto, de alguna manera con la responsabilidades de los años, con el asombro y con la gratitud, viéndolo de una forma un poco más adulta, de la gratitud de la gente, de creer en lo que se está haciendo.

El músico también afirma que “indudablemente que no le gustamos a todos de esos fans que parten de la primera época hasta hoy día, de eso se trata la música. Ir evolucionando, ir cambiando. Cambió Lucybell en su estructura interna física, pero creo que las canciones son con la misma honestidad y creo que eso la gente lo ha seguido recibiendo. También veo a ese chico de 10 años y que está mirando a Claudio, y quiere ser cantante o guitarrista, o al bajista o al baterista. Yo partí así siendo músico, mirando. Dije ‘quiero ser como el bajista’. 40 años después sigo siendo bajista porque me llamó la atención el instrumento, no porque supiera lo que estaba haciendo, ojalá un chico de esos o una chica de esas diga ‘quiero ser bajista’, con eso yo me siento pagado y sí me ha pasado”.

La música no cambia las cosas, pero sí se plantan semillas entonces creo que eso es lo que promueve, lo que empuja a que nos atrevamos a hacer cosas. Así como yo me atreví a ser músico en un mundo bastante extraño en esa época, hoy día también hay chicos que quieren ser músicos, ingenieros, cantantes”, reflexiona el bajista de la banda.

Mil Caminos

—Fue en 2020 que lanzaron el disco Mil Caminos, que cuenta con versiones acústicas de sus grandes éxitos. ¿Cómo nace este álbum y cuál fue el proceso creativo del disco?

—También tiene que ver con un proceso histórico de Lucybell. Había tocado en bandas anteriores a Lucybell con Claudio, y después seguí siendo amigo de ellos. Cuando estaban entre el segundo y tercer disco, ya hablaban y ya tenían claro de que en algún minuto iban a hacer este famoso “unplugged”. Cuando yo entré decíamos ‘podíamos hacer el unplugged’. Hasta que entró Cote y empezamos a hacer pequeños experimentos entre concierto y concierto, entre gira y gira, entre disco y disco. Hacíamos conciertos electroacústicos y ahí podíamos soltar un poco, bajar el volumen y hacer un poco más íntima esa versión de los clásicos.

“Pero fue ya en el 2019, finales del 2018, en que dijimos ‘ya, estoy hay que concretarlo de alguna manera y hacerlo, que sea un disco, que sea un recorrido histórico de las canciones’. Partimos por todas las que tenemos y fuimos achicando en ese verano. Cuando llegamos a marzo teníamos alrededor de 25 canciones que podían estar en este juego. De una forma muy instintiva, cuando ya dijimos ‘estas son’, empezamos. Barajamos muchas posibilidades, hacerlo electrónico, hacerlo jazz, pero partimos con lo que nos quedaba más cómodo y nos era más afín en ese minuto”, relata.

Sobre los invitados a colaborar en el disco, Caces detalla que “de forma también instintiva dijimos ‘¿y si invitamos a Beto (Cuevas)?’. Con las canciones que elegimos, nos acompañan en este disco Beto, Consuelo (Schuster), Manuel (García), Carlos Cabeza, Cuti (Aster), fue todo casi dentro de una semana. No nos dimos más vueltas en quienes debían ser las personas”.

“De verdad que Manuel, en su época universitaria, su canción de cabecera era “Vete” y cuando le dijimos ‘Manuel, te queremos invitar a cantar ‘Vete’”, él no lo podía creer, fue de esas conexiones extrañas que hay en la vida”, cuenta a modo anecdótico.

“Con esa misma premisa el disco se fue desarrollando. Invitamos a Sebastián Vergara en los arreglos de cuerda, ya había trabajado con nosotros en “Comiendo Fuego”. Lo mismo cuando la invitación se la extendieron a Andrés Pérez que hizo los arreglos de bronce, que son exquisitos”.

—Ahora, y a pedido del público, anunciaron una nueva gira del disco “Mil Caminos”, que comenzará con el debut en el Movistar Arena.

—El hito está en el 18 de agosto, en nuestro primer Movistar Arena, donde vamos a estrenar, por fin y entre otras cosas, Mil Caminos o parte de el, una revisión de este disco. Y comienza una gira, a la semana siguiente vamos a estar en México tocando este mismo concierto, con los mismos arreglos y músicos locales. Va a ser una aventura, ese sí que va a ser el concierto porque en una semana llegar y preparar un concierto de esa envergadura, vamos a tener trabajo de verdad (risas). Luego continuamos, Concepción y Rancagua están agotadas, Talca va por lo mismo.

Me imagino que es entre Mil Caminos, celebrar los 30 años y cerrar la fiesta, por fin (risas) y abocarnos a nuevas cosas. Es la mejor forma para una banda celebrar lo que ha sido un recorrido tan histórico como lo es la música y la vida de Lucybell a través de sus canciones”, afirma.

“La palabra es orgullo, creo que lo bailado, lo sufrido, lo llorado, el tocar en grandes escenarios y en el más pequeñito, ha sido un muy lindo recorrido. Perdóname que lo vea de esa manera como histórico, pero es que así. Haciendo recuerdo de cuando yo entre a la banda, éramos jovencitos, han pasado los años y sigue estando esa misma energía hacía la música, Lucybell y el público”.

—Leí que fue la misma gente la que les escribió y les pidió que no dejaran de lado este disco. ¿Qué se siente que Mil Caminos haya tenido esa recepción en sus seguidores?

—Creo que está la puesta artística primero, en el sentido de que la misma canción que he escuchado en vivo, en mi casa o en mis auriculares, ahora se abrió de otra manera, se perciben otras capas de esa misma canción. También lo veo, como si fuera fan, lo vería como que hice rock y de repente también quiero escuchar esas mismas canciones, más tranquilo. También va por lo cronológico de vida de la banda, son 30 años. Chicos que partieron en esa época 15 0 20 años, también les han pasado estos 32 años de vida, en su vida. Tiene que ver con la evolución.

“Creo que hasta el momento en que llegó Mil Caminos también fue muy intuitivo, era como saber que llegó en el momento correcto. Que habíamos tenido la pandemia, sin lugar a dudas que truncó muchas cosas. Recuerdo esa agenda que teníamos, a una semana de ir a México a estrenar oficialmente Mil Caminos, después de haberlo hecho el anterior (2019). Recuerdo que era un día viernes, viajamos el lunes. Tomamos la decisión de no ir, debíamos velar por la salud, por lo que estaba pasando. Entonces, fue truncado. Cuando estábamos haciendo el disco, también fue una decisión. Chile vivía un momento particular, un agitamiento social bastante profundo. Estábamos ensayando, teníamos un concierto en esos días y tuvimos que suspenderlo por lo mismo que estaba pasando. Nos miramos a la cara y dijimos ‘¿qué hacemos? ¿Lo posponemos para marzo? ¿O lo grabamos ahora en noviembre? En este minuto, como está este país, como está la situación de esta coyuntura, lo mejor que podemos hacer como banda es hacer música y continuemos con nuestro proyecto’. Nos pudimos “aislar” en estudios del sur, a escasos kilómetros de Santiago”

“Y sí, creo que la gente recibe estas cosas, todas esas vivencias quedan plasmadas de alguna manera en la misma canción de siempre, pero de una nueva manera. Eso se siente. La gente lo valora”.

—¿Qué nos pueden adelantar de cómo será esta gira?

—Este Mil Caminos es una de las partes de este nuevo formato de gira que vamos a tener hasta noviembre. Nos va a dar un buen training como músicos de ver desarrollar ese disco concierto a concierto, con los arreglos. Sin lugar a dudas que algunos van a ser con músicos locales. Va a haber una evolución de ese mismo material, que cuando se saca un disco y se empieza a hacer una gira entorno a esas canciones, se van asentando y vas viendo cómo la gente las va colocando en su ADN. Estos son clásicos, pero sin lugar a dudas el gran espectáculo son los arreglos, los músicos que van a estar interactuando con nosotros. Eso es parte del atractivo que tiene esta gira y partiendo del 18 de agosto, que va a ser un gran momento, sin lugar a dudas. De todos lados, en forma más exterior como banda e individualmente, creo que es un gran momento.

Todas las entradas e información sobre los próximos conciertos de la banda están disponibles en las redes sociales de Lucybell.

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