Miguel Bosé acaba de editar El hijo del Capitán Trueno (Espasa, 2021), su libro de memorias —ya disponible en Chile— donde viaja hasta la historia del romance de sus padres, la modelo italiana Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín. Incluso su nacimiento en Ciudad de Panamá, cuando creían que sufría de hidrocefalia, y sus primeros años de vida y adolescencia. "Esa es mi genética de base", apunta Bosé en el libro. "Mitad español y mitad italiano, castellano y lombardo por exactos iguales. A partir de esa información, empecé a ser". El recorrido, generoso en detalles y personajes, avanza campante sobre su apasionante relación con la danza, sus coqueteos con el jazz y más adelante los primeros apuntes de "Linda", aquel meloso primer éxito de la mano de CBS. Original del grupo italiano Pooh, el tema había reventado en su país, pero la versión española pasó sin pena ni gloria. De ahí la idea de retomarla, dándole otro giro, uno alineado a las ropas solistas del español. "Esa fue la clave —escribe Bosé en el libro—, la de envolverme de un sonido a la italiana, coherente con mis raíces. Rompió todo". https://www.youtube.com/watch?v=_ItgyhpxTRI

Miguel Bosé en Chile

Aunque el español transita por su pasado más primitivo, el libro no olvida a la región que fue parte fundamental en la creación de su estatura artística. De la mano de su primera gira por Sudamérica, que recuerda brevemente y a modo de diario, en un párrafo fechado en octubre de 1978, modestia aparte Bosé postula: —Un nuevo ídolo de juventudes había reventado y no se hablaba de otra cosa. [caption id="attachment_694841" align="alignnone" width="1600"]

Miguel Bosé y Cecilia Bolocco[/caption] Si bien el libro no profundiza en esa explosión de su carrera musical, ni menos en su extensiva relación con Chile, materializada en su amistad con la ex-reina de belleza Cecilia Bolocco, la ex presidenta Michelle Bachelet o el Festival de Viña del Mar, donde fue nombrado ícono tras haberse presentado en diez versiones distintas; sí hay una pequeña semblanza de aquello. “Quedaba claro que mi carrera había arrancado de forma potente”, dice Bosé en poco menos de una página, en relación a su primera gira sudamericana, hasta donde llegó con dos hitazos bajo el brazo: “Linda” y “Amiga”. “Era gloriosa”, confirma. https://www.youtube.com/watch?v=9AqQod-lOw0 “Allá por donde fuera, en cualquiera de los territorios del continente americano, un nuevo ídolo de juventudes había reventado (...) Sentados en la mesa del comedor, le contaba a mi familia entera anécdotas y aventuras de mi recorrido”, escribe Bosé. ¿Y qué recordaba? “México me pareció un país fascinante con el que me compenetré de inmediato. Nada más pisar su suelo, tuve una corazonada y sentí que algún día viviría allá”, dice. “La llegada a Chile fue digna de los Beatles, gente por todos lados que asaltaron el avión en pista en busca de su estrella, país apasionado, único”, continúa. [caption id="attachment_694844" align="alignnone" width="1224"]

Miguel Bosé[/caption] Miguel Bosé también recuerda con algunas palabras a Ecuador (“ciudad llena de iguanas en los árboles”), Argentina (“era volver a Europa”), Perú (“la gente más guapa de todo el continente”) y Venezuela (“la ciudad más sofisticada y loca de todas”), entre otros sitios. El resto del libro,

El hijo del Capitán Trueno

, transita entre un capítulo especial para Picasso, el pintor que fue figura clave de su infancia y formación, la separación de sus padres, un concierto de The Doors y su vida en Londres. Hubo un tiempo en que fui hermoso y fui libre de verdad, parece decirnos. Aunque también, sobre el final del libro, el cantante parece recular y tomar distancia con sus lectores: —Al final del día, de los años y del tiempo, una vida es lo que uno recuerda, no lo que en verdad fue. [caption id="attachment_690987" align="alignnone" width="840"]

Las memorias de Miguel Bosé[/caption]