En charla con La Cuarta, el bajista Felipe Ilabaca explica cómo ha resultado el regreso a los escenarios del grupo. Detalla por qué han vuelto a tocar las canciones de su imprescindible álbum debut, Peor es mascar lauchas -que sonarán este viernes en Parque Estéreo-, cuenta las mayores dificultades para volver a insertarse en la rutina de los conciertos y cómo el mensaje de la banda dialoga con el presente.
“Es como volver a caminar”, responde Felipe Ilabaca, del otro lado de la pantalla, cuando se le pregunta por el regreso paulatino a los escenarios de Chancho en Piedra, la banda que integra desde sus comienzos como un hábil bajista.
Tras la reapertura, el grupo ha retomado su agenda de presentaciones, que tuvo como hito la participación en julio de un ensayo clínico articulado por la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) y el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, para establecer conclusiones respecto a los protocolos sanitarios, el que resultó sin contagios entre los 200 asistentes.
Desde entonces, el cuarteto que completan Lalo Ibeas, Toño Corvalán y C-Funk (el alias de Cristián Moraga) ha llevado una agenda de retorno a los escenarios con shows en el sur de Chile (ya estuvieron en Chillán, Temuco y Concepción), que cerrará este viernes 3 de diciembre en Parque Estéreo. “Este gran concierto viene a cerrar una etapa del retorno a los escenarios en vivo en grande”, explica Ilabaca. Nada menor para un grupo que ha hecho de sus enérgicos conciertos, seguidos por su fiel fanaticada con Juanitos en mano, una marca de su carrera.
-Ustedes participaron en el ensayo clínico organizado por la SCD y el Hospital Clínico de la U de Chile ¿sirvió esa experiencia para acelerar el retorno a los conciertos en vivo?
Yo creo que sí, porque tenía el respaldo de la Facultad de Medicina y del Hospital Clínico de la Chile junto a la SCD y además tuvo la venia de las autoridades, del ministerio de Salud. Se hizo publicidad de esto y de alguna manera abrió la puerta, que ya se estaba abriendo en todo caso, habían algunos espectáculos pequeños informales, pero de la categoría que nos gusta montar a nosotros, con una amplificación un poco más grande, para una audiencia mayor, sí, yo creo que eso ayudó. Ayudó también a generar confianza de parte del público, es decir, de que si yo voy a un concierto, en estas condiciones, no me va a pasar nada.
Volver a los principios
Como simbolismo, en esta etapa inicial del regreso a los escenarios Chancho en Piedra ha vuelto a las raíces. Así, en sus presentaciones interpretan el material de Peor es mascar lauchas, su célebre álbum debut de 1995, en que incluyeron temas imprescindibles del catálogo de la banda, como “Guach Perry” y “Sinfonía de cuna” (la aproximación en clave rock a la obra de Nicanor Parra), marcados por su estilo irreverente y cargado de una chilenidad intrínseca, acaso el sello de la banda.
“Lo definimos así porque de alguna forma esto es como partir de cero, volver a empezar tras un accidente, que fue la pandemia, volviendo a tocar esta música adolescente que hicimos con la energía de los 16 o 17 años, así que imagínate a los 40 y tantos lo que eso implica”, explica Felipe Ilabaca.
-Varias de las canciones del disco son parte del repertorio habitual que tocan en vivo, pero ¿qué sensaciones gatilló el reencuentro con esa música de sus primeros años?
Fue una experiencia muy satisfactoria porque reconocimos lo que fuimos, una de las tantas reencarnaciones que hemos tenido como Chancho en Piedra, y ese primer vómito de energía que hubo, sigue siendo la esencia del grupo. En ese primer disco están puestos todos los principios de Chancho en Piedra, es el manifiesto.
-¿Cómo así?
Me di cuenta que seguimos siendo esas personas preocupadas por la sociedad, como en “Guach Perry”; seguimos siendo esas personas con cariño y respeto por el mundo animal, como en “Paquidermo”, seguimos siendo los desinhibidos que dijeron “Funky tu madre”, pero imponiendo un estilo. Y así cada canción abrió un montón de ramificaciones hacia adelante en todos nuestros discos; por ejemplo, en la canción “Socio”, que se cita “puta que es linda mi tierra”. Ese amor hacia lo folclórico, hacía lo propio, hacia lo nuestro, después fue amplificándose hasta llegar al disco Otra cosa es con guitarra, casi 20 años después.
Retomar la energía
Pero esa experiencia de volver a los escenarios no fue del todo sencilla. Tras casi dos años de encierro, los músicos debieron superar las dificultades de volver a montar un show con todo lo que ello implica. “Lo más complejo es volver a afiatar una banda que necesita un training constante. Volver a recordar que por mucho que tú ensayes, no es lo mismo tocarlo en vivo. En vivo ocurren otras variables, y tienes que estar con el training para manejarlo”, explica Ilabaca.
“En nuestro primer concierto quedé muy cansado porque quedé fuera de training, no me acordaba cuánta energía es la que se entrega. Quedé con la lengua afuera -agrega-. Se me había olvidado que hay factores que uno no puede controlar cuando está en vivo, la corriente eléctrica pasa por muchos cables, y a veces se interrumpe, queda distorsionada e influye en tu forma de tocar. Si la banda no está afiatada y preparada para cualquier eventualidad, esas cosas son las más difíciles”.
-Hablando de mirar al pasado, en 2020 se cumplían 20 años del lanzamiento del álbum Marca Chancho, el que también tiene temas importantes en la historia de la banda (allí están “Eligiendo una reina”, “Lophophora”, entre otros) ¿hay planes al respecto?
Por ahora no lo hemos pensado, no está en los planes, queremos hacer música nueva. Estamos abocados a componer, a crear, hay hartas ganas de sacar un nuevo álbum y hay cosas que seguir diciendo. Pero nada es descartable, celebrar un disco es importante, se redescubren canciones que son más lados B y que son exploraciones interesantes. Ese disco tiene flirteos con el rock progresivo, en canciones como “Mampato”, por ejemplo. Es una veta que no ha sido muy explorada.
Lo último que publicó la banda llegó a las plataformas en 2019. Allí se difundieron los sencillos “Bola de fuego” y “Todo se me pasa”, este último con un videoclip rodado en la zona de sacrificio de Ventanas. Allí, la banda exploró un inédito cruce entre su rock de tufillo funk, con los ritmos urbanos. Una mezcla a tono con la habitual inquietud musical del grupo. Pero en tiempos en que el trap de la generación capitaneada por Marcianeke, se impone entre las métricas y los gustos, Ilabaca marca una distancia.
“No escucho esa música, no me llama la atención, me gusta indagar más por otros lados -detalla-. Pero yo sé que a algunos de mis compañeros sí les gusta y por eso aparecieron esas influencias en ‘Todo se me pasa’. Nada es descartable, tampoco nos gusta encasillarnos en un solo estilo. Chancho en Piedra ha tocado de todo en su carrera, vamos a ver qué nace, pero tampoco nos basamos en lo que está pegando. Los colores primarios ya están pintados del principio y yo creo que la actitud de desenfado con la que uno se acerca, cualquiera que sea, y la pasa por el cedazo de Chancho Piedra es el resultado que pueda salir; si tiene un matiz con las cosas que están de moda, tiene que ver con un propósito, un concepto, una intención de decir algo”.
-Lo que decías hace un rato sobre temas como “Guach Perry”, de alguna forma hay temas que han vuelto a la palestra, la ecología y el respeto a los animales, por ejemplo ¿cómo ha envejecido el mensaje de Chancho en Piedra?
Más que envejece, siento que ha ido creciendo. Sería muy patudo decir que es sólo nuestro, yo creo que es vibración generacional. Lo recuerdo en canciones de Joe Vasconcellos, en aquellos años, en varios exponentes que vibraron de la misma manera. Pero lo de Chancho en sí, sigue teniendo eco porque vaya que es urgente. Era urgente hace 30 años, y es más urgente ahora. Canciones como “Guach Perry” para el que quiera leerlo, perfectamente puede ser una canción sobre gente en situación de calle, que está sola, abandonada, un pordiosero. Esa conciencia social estuvo presente y va a seguir presente.
Además de nuevas canciones, la banda afina su agenda de presentaciones para la temporada estival. “Estamos planificando poder tocar harto en el verano. Hay varias fechas que están apareciendo y en base a eso vamos a ir armando un ruta. Es importante volver a activar para darle un aliento a toda la escena del rock”, cuenta Ilabaca.
Chancho en Piedra se presentará en Parque Estéreo, ubicado en la Ciudad Empresarial de Huechuraba, este viernes 3 de diciembre, desde las 20.00 horas. Las entradas se pueden adquirir vía Puntoticket.