Revelan cómo eligieron a Neruda en el Nobel: despertó recelo “su posición política”

Pablo Neruda recibiendo el Nobel.

Cuando ya han pasado 50 años desde que el poeta chileno recibió la distinción de la Academia Sueca, se liberaron las actas del proceso que lo eligió sobre los otros candidatos. Su militancia comunista era vista con incomodidad por algunos de los académicos.

El 21 de octubre de 1971, con 67 años, Pablo Neruda ganó el Premio Nobel de Literatura “por una poesía que, con la acción de una fuerza elemental, da vida al destino y los sueños de un continente”, declararon desde la Academia Sueca en esa edición del galardón.

Sin embargo, detrás de aquel rimbombante enunciado, a puertas cerradas, hubo una acalorada discusión entre quienes estuvieron a cargo de elegir al ganador, la cual incluso sacó a colación los ideales políticos del autor de Residencia en la Tierra y Canto general.

Cuando ya han pasado 50 años de aquel veredicto—según reveló La Vanguardia—, fueron liberadas las actas de las deliberaciones del Comité Nobel.

El material muestra que el poeta, reconocido militante del Partido Comunista en los años de Guerra Fría, causaba reparos entre los deliberantes, al menos en cuatro de los académicos y otros dos expertos.

Pero no solo eso, porque también se evidencia que, con el tiempo, los miembros matizaron sus opinión sobre el poeta chileno, realzando su importancia en la literatura latinoamericana.

Antes, el archivo de 1963 indica que “se desaprueba su orientación política”. De hecho, el propio secretario permanente de la Academia, Anders Österling, planteó en aquella edición que su nombre solo sería una opción “si la tendencia comunista cada vez más dominante en su poesía es compatible con el objetivo del premio Nobel”.

Tras ello, aprensiones similares se entregaron en las ediciones de 1965 y 1968.

Rey Gustavo Adolfo VI le entrega el Nobel a Neruda.

Un par de años después, la Academia Sueca había tenido en cuenta que Neruda se distanció de su estalinismo desde 1969, en su libro Fin de mundo, alejándose de la etapa en que incluso escribió el poema “Oda a Stalin”, tras la muerte del dictador soviético en 1953.

Así, para la edición del 1971, empezaron a surgir posturas más afines hacia el candidato Neruda.

“Desde el punto de vista de regiones que deberían ser resaltadas, habría que tener en cuenta a Inglaterra, país hasta entonces poco favorecido con el Nobel de Literatura, y Latinoamérica”, planteó el académico sueco Karl Ragnar Gierow. “No por causa de que el español hubiese estado poco representado sino porque es un continente en donde emerge una poesía nueva llena de fuerza”.

Ante ese criterio, el nombre de Neruda tenía buena pinta.

Las dudas

En esa edición, fueron 90 los nombres que se postularon, entre los que se encontraban pesos pesados que más adelante también obtuvieron el galardón, como Heinrich Böll (1972), Elias Canetti (1981) y Günter Grass (1999). Pero también habían otros que murieron sin acceder al premio, como André Malraux y el mismísimo Jorge Luis Borges.

Así, en resumen fueron tres los finalistas que pasaron el último corte, que eran W.H Auden, Patrick White (ganador del premio en 1973) y Pablo Neruda, por quien se terminó decantando la mayoría.

Por ejemplo, si bien el propio Gierow apoyó el al poeta chileno, advirtió que “me sumo a su candidatura para el premio pero no sin cierta reserva”.

El académico puso en cuestión la calidad de su obra con el paso de los años. Es más, “resumir su producción sería como tratar de atravesar a nado el río Amazonas”, dijo.

Por su lado, Eyvind Johnson, integrante de la Academia, lamentó que “este autor no me ha logrado encantar tanto como para que lo recomiende como candidato”.

E incluso mencionó que sus poemas “me dejan con frecuencia una sensación de vació”; de hecho, para hablar de otros escritos del chileno, también se refirió con cierta dureza: “La misma sensación de vacío me dejan sus versos políticos y discursos”.

Por último, el escritor Artur Lundqvist, también integrante de la institución sueca, puso sobre la mesa que “sus dudas” sobre el chileno tenían que ver “en parte con el volumen y calidad de su obra”, pero también “en parte por su posición política”.

Así y todo, el sueco se quedó con Neruda, porque “habla por un continente habitado por muchas personas a quienes les ha otorgado una voz”.

Pablo Neruda al recibir el Premio Nobel de Literatura 1971.

Tras esa deliberación, el 10 de diciembre de ese año, el rey Gustavo Adolfo VI le entregó el premio al vate chileno quien, en su discurso de aceptación, lanzó una frase del mítico poeta francés Arthur Rimbaud:

Solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia, dignidad a todos los hombres.

Y es que el Nobel ya estaba en sus manos, por lo tanto, las dudas y detractores ya importan un comino.

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