En el recién estrenado documental E! True Hollywood Story, la estrella puertorriqueña narra su ascenso en una industria donde se tuvo que abrir camino sin ninguna ayuda. Con 22 años, llegó a Estados Unidos armada de su talento, belleza y el orgullo por su herencia latinoamericana: “Espero que nos veamos más representados en pantalla”, reveló al diario pop.
Destinada a brillar, Roselyn Sánchez es actriz, bailarina, cantante, productora y escritora. Un torbellino de belleza y talento de 49 años que conquistó Hollywood como una de las pocas latinas que ha logrado instalarse en la meca del cine y mantener su estatus en el tiempo.
Hoy, la artista narra por primera vez su historia de vida como estrella y los múltiples desafíos que encontró en aquel camino que se volvió cuesta arriba para una joven puertorriqueña que a los 22 llegó llena de sueños a Estados Unidos.
Más representación
La serie documental E! True Hollywood Story se estrenó el pasado miércoles 30 de noviembre por E! Entertainment, y Roselyn confesó que “lo hice con mucho cariño, con mucho nervio, porque es como un libro, una carta abierta para que la gente conozca un poquito más de ti”.
Desde su hogar en Los Ángeles, la intérprete habló de forma exclusiva con La Cuarta sobre este trabajo: “Fue una experiencia súper linda, me abrí, compartí, lloré, reí, y espero que la gente lo disfrute mucho”.
—En E! True Hollywood Story haces un recorrido por tu carrera... imagino que has pensado en ese proyecto que ocupa un lugar importante en tu corazón, ¿cuál sería?
—El proyecto que determinó mi vida, donde todo cambió, para serte honesta sería Una Pareja Explosiva 2, la película con Jackie Chan y Chris Tucker. Me abrió oportunidades maravillosas y la pasé increíble, visité China, estuve un mes en Hong Kong, en Las Vegas por otro mes. Para mí fue una experiencia surreal.
“Ahora bien, el proyecto que más me toca el corazón, en el sentido de que amo con locura, es Devious Maids. Yo no sé si ustedes llegaron a ver la serie, pero mi personaje de Carmen Luna es hasta el día de hoy para mí el mejor que he hecho”.
“Cometí el error de permitir que el director cambiara el concepto de mi película”
La artista revela que el proyecto que más sentimientos le genera, es su largometraje Hielo, realizado en su natal Puerto Rico: “Fue la primera que produje, me tardé siete años en levantar el financiamiento, hago de bailarina. Pero cuando la veo en pantalla… no es exactamente mi sueño, porque cometí el error de permitir que el director me cambiara muchísimo el concepto de la película, y eso me duele”.
—¿Qué te detuvo en es el momento que no pudiste imponer tu idea?
—Nunca tuve el valor… no me pasa hoy en día, por mi edad y por mi experiencia, pero en esa época no tenía el valor de decirle ‘esto no fue lo que yo escribí’. Pero de todas maneras, el hecho de que se logró, la grabé en mi isla, que llegó a los cines, para mí eso ha sido un sueño hecho realidad.
—Una de las misiones de tu documental es inspirar a nuevas generaciones, ¿qué esperas para los latinos en una industria que por lo que ya hemos hablado, es bastante compleja?
—Es compleja, espero que las cosas poco a poco sigan mejorando, que podamos seguir subiendo esos escalones, que nos veamos más representados en pantalla. Para darte un ejemplo, hace unos meses se celebraron los premios Emmy de la televisión de Estados Unidos. El show, buenísimo; los actores nominados y los que ganaron, bien merecido, porque están haciendo un trabajo maravilloso; pero yo decía ‘¿dónde estan los latinos?’.
“No veo a nadie, hay uno y ¿cómo es posible que estemos celebrando la excelencia en la televisión y que no haya representación latina? Y no la hay porque no te dan la oportunidad, porque no escriben el contenido, no es porque no tengamos el talento, la capacidad y la posibilidad de ser nominados”.
—¿Qué sientes al respecto?
—Es frustrante, pero somos muchos latinos que estamos en posición. Gracias a Dios, privilegiada, dando, luchando, navegando en este tema a ver cómo cambiamos la cosa.
Nace una estrella
Roselyn es una artista integral. Comenzó a bailar a los cuatro años, y luego llegó a la actuación y el modelaje. Incursionó en la música en algún momento, escribió libros infantiles inspirada en su hija Sabella Winter, y hoy tiene un podcast con su esposo Eric Winter, llamado He Said/Ella Dijo.
—Siendo tan multifacética, ¿dónde te sientes más cómoda?
—Me siento más cómoda actuando. Lo que me sale orgánico, natural, es el baile, porque bailo desde los cuatro añitos. Lo que más me incomoda, pero me fascina con locura, es el canto (ríe).
—¿De dónde vienen todos estos dotes?
—Es que desde chiquita tuve una mamá que me puso a tocar piano, a clases de canto, modelaje… ella siempre me tenía en este mundo del entretenimiento, es lo que yo respiro desde pequeñita.
—¿Cómo ha sido para ti adaptarte a las nuevas plataformas?
—En esta vida, hoy en día hay que aprender a diversificarse, porque estar todo el resto de mi vida frente a la cámara, y no es que no me apasione, porque me apasiona, pero no es mi norte solamente, quiero hacer la transición en algún momento de estar detrás de la cámara, de ir produciendo, de ir creando contenido y me encanta dirigir. Entonces uno tiene que evolucionar, más como mujer y más con mi edad (ríe).
Poder latino
—Roselyn, cuéntame sobre tus amistades en el espectáculo, como la actriz Eva Longoria por ejemplo, ¿te gusta crear lazos entre la comunidad latina?
—¡Me encanta! De verdad es súper bonito y se siente una energía entre la comunidad latina aquí en Los Ángeles, estamos todas buscando un fin común que es la representación. Hemos hecho un grupo muy bonito, organizaciones, abriendo puertas para los demás poder entrar, entonces ha sido una época muy excitante para la comunidad latina en el mundo del entretenimiento.
“Y a Eva la conozco desde hace tantos y tantos años, es una hermana de vida que admiro de sobremanera, porque he visto este crecimiento apoteósico de Eva en todos los niveles: actoral, como productora, hasta a nivel político, porque está muy en la política, y todo lo que hace es brillante, con un poder de convocatoria tan bonito y de oratoria… de verdad que es un ser humano muy especial”.
Fama contra fama
—Tengo una duda, ¿cuál es el secreto para mantener esa chispa tan bonita en tu matrimonio de ensueño ?
—¡Oh my god! Óyeme, es una negociación constante (ríe).
—Es que ustedes son muy diferentes.
—¡Somos completamente distintos! En el podcast que hacemos muestro lo diferente que somos, pero es la parte de esa chispa de la relación. Él es un americano, muy gringo, muy estructurado; yo soy un poquito más apasionada, más alocada, y hemos llevado la fiesta en paz hasta ahora por 17 años (ríe).
“Tenemos dos niños, cumple 11 ahora la niña, y 5 el niño, y todo súper lindo. Él también es actor, entiende mi trabajo, entonces nos complementamos de esa manera, y gracias a Dios, todo bien”.
—Y el secreto para sobrevivir en esta industria que en realidad es súper difícil y donde no todo es tan bonito como parece.
—Claro… (Piensa). Tienes que tener mucha seguridad en ti misma, como ser humano, como persona, como talento, porque si no es un monstruo que te acaba, porque es difícil.
“Mira, yo acabo de hacer un show que se llama Mira quien baila para Univisión, que serví de juez, fue una experiencia espectacular poder presenciar la calidad de baile que yo vi semanalmente al frente mío, fue tan lindo compartir mesa con Paulina Rubio, con Isaac Hernández que es el mejor bailarín del mundo, para mí fue una cosa espectacular y me lo gocé, la pase increíble: reí, lloré, bailé ¡hice de todo! Pero entonces entras a las redes sociales…”
—¿Cómo te han tratado?
—Es a lo que uno se expone como artista, a mí me encanta postear y que la gente vea esto y lo otro, tengo millones de fans que me siguen y es tan bonito tener esta comunidad que te aprecia, pero también está el otro lado de la moneda, el hater, el que quiere hacerte daño sin conocerte.
—¿Pero lo has sabido manejar?
—Yo sí, pero ves que tantas niñas jovencitas que están en este mundo que no tienen mi edad, no tienen mi experiencia, no tienen mi madurez, y un comentario como ese las tumba en la cama y no las deja levantarse por días. Y empiezas a tener issues de depresión, empiezas a dudar de tu capacidad, de su belleza, de tu talento… esa es una parte de la moneda de esta industria.
—¿Qué tipo de comentarios has tenido que enfrentar?
—Más que nada, uno no entiendo que la opinión de Fulano o de Sultano no me pertenece, entonces si le gustó o no le gustó lo que dije, si no estuvieron de acuerdo con mi evaluación a alguna de las participantes del programa por ejemplo, y si les molesta que hable muy boricua, ese es un complejo la persona y no tiene que ver nada conmigo. Pero toma mucha madurez llegar a esa conclusión, si no, duele (ríe).
—Con todo lo que has logrado, ¿qué le diría la Roselyn actual, este mujerón poderoso y exitoso a esa Roselyn de 22 años que partió a Estados Unidos con el sueño de estar en Broadway?
—¿Qué me diría? ¡Oh my god! Tú sabes, ¡good job! (ríe) ¡Buen trabajo! Lógicamente hay muchas cosas en el camino que si yo miro hacia atrás, digo ‘debí haber reaccionado de esta manera’ o ‘aquel proyecto debí haber dicho que no’ y ‘aquel lo debiera haber aceptado’. Siempre hay un proceso de aprendizaje, pero más he sido tan bendecida, he tenido una carrera tan bonita, que sí, yo diría ¡buen trabajo y gracias Dios!