Santiago Cruz y el porqué nos gustan las canciones de amor: “Todos nos enamoramos”

En la antesala de su debut en Chile, el músico colombiano develó detalles de su show que realizará en el Club Chocolate este 4 de noviembre, anticipó la línea creativa de su siguiente disco de estudio y se declaró “un romántico en el sentido mucho más amplio del concepto”.

Como un artesano del romanticismo se puede tildar a Santiago Cruz. Algo que el artista ha demostrado con ocho discos de estudios a sus espaldas, cinco nominaciones en los Latin Grammy, incluso un libro en más de veinte años de carrera.

Aparte de eso, es usual escuchar sus canciones en las radios de corte más romántico en nuestro país. Por si fuera poco, Santiago es la quinta ciudad que más lo escucha en el mundo (en Spotify). Estas son algunas razones por las que debutará en Chile.

Una visita que se postergó en dos ocasiones, primero en 2019 por el Estallido Social y en 2020 por la pandemia. Finalmente en noviembre de 2022 se podrá encontrar por primera vez con su fanaticada chilena.

Bajo esta visita es que la voz de “Y si te quedas, ¿qué?” atendió al diario pop por esta esperada visita. Aunque no fue todo, ya que habló de su nuevo proyecto discográfico que volverá a sus andanzas más orgánicas y que se inspiró en el concepto de la memoria. Prueba de esto fue el adelanto que sacó en septiembre pasado titulado “Casi” que se inspiró en la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdo.

Además, se fue en la profunda y dio un espacio para responder el porqué nos gustan tanto las canciones de amor (y también de desamor).

De vuelta a las pistas tras la pandemia

Como muchos de sus colegas, Cruz retornó al viejo hábito de tocar en vivo, una costumbre que durante la irrupción del Covid-19 privó a muchos artistas de encontrarse con sus fans. El cafetero relató su experiencia en este “Yo te tour” que lo ha tenido en distintas partes del continente.

Santiago, ¿cómo estás? Imagino que con varios shows en medio de este “Yo te tour”

—Sí, estamos digamos que como acomodándonos después del párate pandémico, como acomodándola a las nuevas dinámicas, a lo que fue la apertura paulatina de los lugares y los aforos y lo que eso hacía con las agendas de todo el mundo y las cancelaciones, las postergaciones y demás. Pero ya estamos con un paso firme y hemos ya hecho algunos shows en otros países y con mucha ilusión de que llegue la fecha de Santiago.

¿Y cómo han ido los shows?

—Bien, muy contentos de estar en el escenario, muy contentos de compartir nueva música. También de todo el disco que lanzamos en pandemia, ya con un par de canciones del nuevo proyecto que ya hemos compartido. Así que ha sido muy emocionante reencontrarnos con la gente y plantear este nuevo show, al cual le hemos metido mucho cariño en su armado.

—Claro, se extrañaba esta instancia después de todo esto de la pandemia, se extrañaba la música en vivo...

—Yo vengo con mi carrera hace muchos años, pero frente al público, en tanto, para los más jóvenes las redes sociales, YouTube, esto que estamos haciendo tú y yo en este momento, una conversación virtual, están mucho más acostumbrados a esa dinámica. Pero para uno que se crió justamente con el público enfrente y que lleva haciéndolo más de 20 años, por lo menos dos veces por semana, pues imagínate, se extraña un montón.

Un nuevo álbum dedicado a la memoria

En septiembre, el colombiano lanzó “Casi”, un adelanto de su próximo LP, un trabajo discográfico que tendrá en el centro la memoria, concepto que será el leitmotiv.

—Antes de hablar de su show en Santiago. hablemos de este sencillo que sacaste titulado “Casi”, que tiene una historia cinematográfica de fondo. Cuéntame un poco esto…

—Así es. Es una canción que nos tiene entusiasmados porque además es de las pocas canciones que yo he escrito, por ejemplo, que no digamos que no corresponde a un hecho real de mi vida, sino que está inspirada en una historia como la que se cuenta en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, aquella película que está Kate Winslet y Jim Carrey. ¡Es un peliculón! Y entonces yo tenía una jornada de composición una tarde de febrero de este año y no quería llegar con las manos vacías a la sesión. Quería llegar como con algo concreto y por alguna razón me acordé de esa película y de esa sensación de que se vayan borrando los recuerdos.

“Yo decía si uno tuviera conciencia de que solamente le queda un recuerdo de una persona que fue importante en su vida, pues qué maravilla sería poderle decir algo antes de que se vaya ese recuerdo completamente y así nació la idea de “Casi””

—Claro, igual es doloroso, siempre el olvido dentro de una relación, ¿lo encuentras así o no siempre?

—A ver, digamos que he aprendido un poquito con la vida, que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento sí es optativo, uno no puede evitar que las cosas le duelan, pero quedarse regodeándose en ese dolor que ya pasa a ser sufrimiento ya termina siendo una opción, una decisión que uno toma. Y entonces digamos que nuestra vida está llena de casis y uno puede optar por lamentarse permanentemente por esos casis o por quedarse con la satisfacción de que se hizo el intento, a mi últimamente me apasiona mucho la derrota, el fracaso porque me parece que al final de cuentas terminamos siendo la mayoría de los que lo intentamos, intentamos algo y no lo logramos.

—Claro...

—Y en la vida pasa eso al final, los titulares y las primeras planas de la prensa se los llevan los que ganan y el resto de mortales lo intentamos. El intento me parece que ya es un triunfo maravilloso.

—El fracaso es parte del proceso se podría decir...

—Nosotros estamos condicionados a sentir que el fracaso es el opuesto del éxito y al final termina siendo dos caras de una misma moneda. Es decir, el fracaso es parte del proceso del éxito, no del opuesto, y entonces, cuando uno logra entender, digamos eso, se aliviana un poquito la carga que tiene la palabra fracaso.

—¿Cómo va ese nuevo disco?

—Ya está grabado. Estamos ya en el tema de postproducción, ya puliendo los detalles, pero está grabado, lo grabamos en México. A mí me causa mucha curiosidad que uno en estos tiempos lo tenga que decir, pero hay que decirlo, es un disco tocado por músicos. En estos tiempos donde los bancos de sonidos son tan protagonistas de la música, es importante también decir que es un disco donde está la energía del artesano músico detrás de cada instrumento. Y es un disco que tiene como columna principal la memoria. Por eso esta canción “Casi” habla de memoria.

—¿Y por qué tocar la memoria? ¿cuál fue ese click que produjo ese concepto para el disco?

—Terminé dándome cuenta que las canciones más afortunadas que terminamos incluyendo en el proyecto tenían como común denominador la memoria, el recuerdo y yo creo que lo que vivimos en pandemia seguramente tuvo que haber influido en eso. No digo en sentarse en ese silencio, en esa quietud de la pandemia y acordarse de cosas, más que nada de lo que vivíamos antes de que nos pasara esto sin saber qué iba a pasar. Entonces yo creo que está muy permeado por eso seguramente, y también por mi momento de vida, digamos que estoy bien en lo que se puede llamar, si uno cree que la esperanza de vida son ochenta o noventa años, pues estoy en la mitad, entonces eso siempre implica un fenómeno de parar y ver qué ha pasado y ver qué puede pasar.

—Comparado a su trabajo anterior, ¿musicalmente que lo diferenciará?

—Es un disco donde se devuelve un poquito al concepto de banda, que tal vez en algunos fragmentos del disco pasado estaba un poquito más diluido, donde habíamos usado muchas atmósferas y algo de programaciones, sobre todo una parte del disco, pero en este sí está absolutamente ligado al concepto de banda y muy conectado con discos como Cruce de caminos, A quien corresponda, o Equilibrio, que son discos entrañables para la gente que sigue lo que hago.

¿Por qué nos gusta las canciones de amor?

El romanticismo es una cepa de inspiración constante de la música, no importa el género o el año siempre hay canciones sobre el amor y también el desamor. ¿Cuál es el motivo? Qué mejor que preguntarle a un paladín de la letra romántica.

—¿Santiago Cruz se identifica como un romántico?

—Sí, pero me identifico como un romántico en el sentido mucho más amplio del concepto. Claro, más allá de la pareja y más allá de si uno anda con chocolates y flores y serenata todo el tiempo, que es un cliché del mundo romántico, pero soy romántico en el sentido mucho más amplio del concepto de, por ejemplo, me gusta tomar el café recién molido, me gusta molerlo en casa, me gusta oír música en vinilo, me gusta cuando grabo algo, usar equipos de tubos, que es un poco más vintage, que eso le da un sonido muy particular. Digamos que en ese sentido romántico.

—¿Y por qué Santiago crees que el amor siempre pega en las canciones?

—Es lo que tenemos en común. O sea, sin importar tu orientación sexual, tu posición económica, tu creencia religiosa, tu color de piel, tu estatura, tu peso, sin importar nada de eso, todos nos enamoramos, todos nos desamoramos, todos lastimamos, a todos nos lastiman, todos mentimos, a todos nos mienten. Es nuestro denominador común al final.

—Y cerrando, qué prefiere Santiago Cruz, ¿hacer una canción de amor o desamor? ¿y por qué?

—Digamos que no tengo ninguna preferencia, en los dos casos, tanto en canciones de amor como de desamor lo que procuro es que la raíz venga del amor propio. Porque con esa raíz firme podemos manejar los dos escenarios de maneras un poco más fluidas y saludables. Y yo procuro que siempre cada canción tenga un resquicio y un rinconcito de amor propio, por más dolorosa que sea la situación que se esté describiendo en la canción, siempre hay amor propio de los protagonistas y dignidad de los protagonistas.

Un esperado concierto

A pesar de los varios años de carrera que tiene el ibaguereño nunca ha tocado en nuestras tierras, sumado a esto sufrió dos cancelaciones previamente, aunque parece ser que la tercera es la vencida.

—¿Qué se viene en el Club Chocolate el 4 de noviembre? ¿qué sorpresas habrán?

—Será nuestro primer show así que todo es sorpresa. La primera vez que vamos a encontrar con el público chileno, después de dos postergaciones, que no han sido cuestión nuestra. La primera en diciembre del 2019 con todo lo que ustedes estaban viviendo allí, luego marzo del 2020, con todo lo que el planeta entero estaba viviendo. Así que nos vamos a encontrar por primera vez. Va a ser nuevo absolutamente todo lo que hagamos esa noche y la reacción de la gente también será nueva para nosotros.

—Igual a pesar de no haber venido, tienes una fanaticada importante, como te comentaba, se te escucha en la radio, tienes tus seguidores...

—Esa es la magia de la música, que viaja antes que uno a cualquier parte.

Santiago Cruz estará el 4 de noviembre en Club Chocolate para repasar todos sus clásicos y entregar nuevas pistas de su próximo proyecto. “Tenemos una ilusión enorme de encontrarnos con gente que nos ha demostrado su cariño a través de muchas maneras y que estamos preparando una noche inolvidable que es nuestra misión”, añadió.

Aún hay entradas disponibles para su show, las cuales se pueden adquirir en Ticketmundo y con precios que van desde los $38.000 hasta $45.000.

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