“En la pandemia escribí mucho”, recuerda Augusto Schuster al teléfono con La Cuarta. “Era escribir nomás, y después adaptaba esas letras a melodías que se me iban ocurriendo después”. Un trabajo creativo entre paredes, que a tono con los tiempos de plataformas, le ha permitido mantener un ritmo de lanzamientos de sencillos, que no ha cesado desde los últimos tres años.

“Nos dimos un tiempo creativo para tener harto material y ser constantes en los lanzamientos musicales, que era algo que buscábamos hace rato”, cuenta el también actor. Allí pasaron temas como “Calma”, “Marciano”, y otros en que rige la norma del momento, las colaboraciones. Así llegaron “Primera vez”, con Tommy Boysen, y la más reciente, “Llorando y perreando”, junto a Dindi Jane, el alias musical de la actriz Geraldine Neary.

“Esa es una canción que me encanta y está producida por mí y por Taiko -recuerda Schuster-. La Dindi es amiga hace tiempo, nos tocó trabajar en proyectos hace tiempo, y también trabaja en La Salitrera que es el estudio yo trabajo desde hace muchos años”.

Los lanzamientos tienen un horizonte. Todo el cuerpo de trabajo será parte de un nuevo álbum a lanzarse en abril, aunque en lo inmediato hay un par de sencillos más de adelanto en los próximos días -por supuesto, con una colaboración-. “Es un disco que tiene mucho de compilado, porque trae las canciones que hemos lanzado en los últimos años, más algunas originales y otras colaboraciones de amigos cuyo trabajo me encanta”, explica Schuster.

-¿Cuál es tu expectativa sobre el disco?¿qué esperas conseguir?

-Siempre mantengo mis expectativas en base a lo que a mí me gusta. Me encantan las canciones que voy a lanzar, ojalá que a la gente les gusten y las escuchen y compartan. La música que tenemos preparada este año me ha llenado mucho, más allá de que la vaya como le tenga que ir. Las expectativas las dejo ahí.

-¿Pero habitualmente estás atento a los números que genera tu música en las plataformas?

-Solté un poquito esa dependencia. Aunque, con mi equipo trabajamos en generar audiencias, pero hoy estoy concentrado más en el contenido de la música en sí. Llegar a la música que me gusta e ir mostrándola, y ojalá que guste. Siempre tenemos estrategias para ir desarrollando, pero no tengo mis expectativas ahí.

Además de los lanzamientos, en lo inmediato Schuster prepara su regreso a los shows presenciales, tras un verano en que, al igual que otros artistas, debió lamentar la baja de algunos por la situación sanitaria. “En el verano tuvimos un par de fechas que se cayeron, entonces prefiero no anunciarlas hasta que no pase algo”.

Sin embargo, en estos días se abrió una ventana de oportunidad. El ministerio de economía anunció el levantamiento del límite de aforo para espectáculos masivos, tras una campaña de presión por parte de los gremios de la música, lo que permitirá que el aforo “quedará determinado por el número de personas por metro cuadrado que se permita”, según explicó el ministro del ramo, Lucas Palacios, el pasado lunes.

Streamer y tarrero

Además de la música, Schuster dedicó buena parte de la pandemia a sus actividades como YouTuber y streamer, con sus habituales transmisiones y su pasión por los videojuegos; de hecho en Instagram supera el millón de seguidores. Un gusto que desarrolló desde la adolescencia. “Habré tenido 12 o 13 años -recuerda-. Mi mamá compró un compu para tener en la casa y ahí comencé a tarrear”.

-¿Cómo dialoga esta faceta de streamer con la música?

-Siento que se encuentran en varios puntos los videojuegos, los streams y la música; la industria musical está muy ligada a las redes sociales, ahí se arroja mucha música también. Hoy en día hay un punto medio en que lo digital tiene que ver con el desarrollo de la carrera, es un desafío ir encontrando ese punto.

-Lo que más te gusta y lo que menos te gusta de las redes sociales

-Lo que más me gusta es la democracia que hay en términos de contenido, cada uno construye el contenido que quiera sin depender de una gran producción. Las redes sociales dan un espacio para mostrar su arte sin ninguna traba. Lo que menos me gusta es toda esa energía negativa, el aislamiento que se genera, la dependencia que uno puede llegar a generar. Eso es muy dañino para uno como persona. Hay que tener cuidado en cómo uno se relaciona con las redes sociales.

-Alguna vez te definiste como alguien tímido ¿cómo se equilibra eso con la exposición que te dan las redes?

-Siempre busco un punto en que me sienta cómodo. Nunca trato de hacer contenido que no me acomode. Estoy encontrando más espacios para hacer diferentes cosas, pero siempre soy muy honesto con lo que quiero hacer o decir, más que pensar en algo que funcione o no.