El uruguayo Juan Pablo Wauters ha logrado establecerse como uno de los principales referentes del indie en inglés y en español. A través de su voz y su guitarra acústica el cantante plasma su visión del mundo y cuenta la historia de su vida, en conversación con el diario pop, el músico se refirió al buen momento que vive su carrera.
A pesar de que Juan Wauters nació en Montevideo, la capital de Uruguay, muy joven dejó su tierra natal para instalarse en Nueva York, cuando recién daba sus primeros pasos en la música. La cultura yankee y sus orígenes latinos le ayudaron a desarrollar su propio estilo y mezclando lo mejor de ambos mundos se ha posicionado como todo un referente en la música indie, logrando colaboraciones con artistas de la talla de Mac DeMarco. En conversación con La Cuarta, el músico habló de su pasado, analizó su presente y de su relación con Chile.
Con casi 190 mil oyentes mensuales en Spotify, el charrúa regresa a territorio nacional encabezando el Festival En Órbita, en donde también participará la banda chilena Ases Falsos. El show se realizará el próximo 22 de julio en el centro de eventos Basel en Santiago Centro. Actualmente se encuentra de gira por Estados Unidos disfrutando del buen clima de Carolina del Norte, y desde su vehículo comenta que éste ha sido “otro año con mucha actividad, por suerte”.
Mientras acorta distancia con Washington DC para seguir con su tour, Wauters narra los motivos que lo llevaron a mudarse a “la gran manzana” siendo un adolescente a comienzos de los 2000. “Fue la situación económica de mi familia, decidieron reinstalarse en Nueva York. Estaba complicada la situación en Uruguay y mi familia decidió, mis padres decidieron instalar la familia allí. Tenía como 17 o 18 años”, asegura el cantante.
En aquel entonces Juan Pablo no tenía idea que dos décadas después viviría de la música, ya que apenas estaba aprendiendo a tocar la guitarra. “Estaba empezando en Uruguay, recién había conseguido mi primera guitarra, pero nunca había compuesto canciones, nunca había tenido un grupo todavía, nunca había tocado en vivo, recién estaba como empezando a aprender los primeros acordes en la guitarra”, comenta.
¿Siempre fuiste más de guitarra acústica que guitarra eléctrica?
—Sí, siempre la verdad, me gusta mucho más, he tenido guitarras eléctricas y la verdad que cuando llegué a Estados Unidos me compré una y en mi primer grupo tocaba guitarra eléctrica. Pero siempre me gustó componer en la guitarra de palo.
¿Quiénes fueron tus precursores en la guitarra acústica?
—La verdad que no lo podría decir, más que nada siento que la adopté porque es un sonido con el que me crié escuchando. Estaba muy presente en la música tradicional uruguaya y hay muchas guitarras de palo en las casas, se escucha mucho ese sonido, se me hace muy ameno, muy cálido y entonces empecé a componer ahí y siempre me resultó cómoda la verdad. Pero referentes en aquella época, alguno puntual, no creo tener más allá de lo que comento, de haberme criado escuchando música de ese tipo y asistido a reuniones, en las que alguien tocaba alguna guitarra de ésas.
El haber llegado a Estados Unidos como indocumentado, causó que pasaran varios años antes de que Juan Wauters pudiera regresar a Uruguay, pero una vez que su carrera como músico empezó a agarrar vuelo, no se quedó quieto nunca más. Es más, en su disco del 2019, La Onda de Juan Pablo lo compuso viajando por distintos países de Sudamérica, incluyendo Chile, nutriéndose de la cultura y de las ciudades, plasmando sus orígenes en cada una de las canciones.
Cuando grabaste el álbum La Onda de Juan Pablo estuviste en Chile, ¿Qué fue lo que te inspiró de Santiago?
—Bueno, tenía un colega chileno, se ha convertido en un buen amigo mío, se llama Iván Daguer. Él vivió en Nueva York en la época de como del 2008-2010 por ahí y yo me hice amigo de él porque siempre me hacía entrevistas para para medios de Chile en aquella época y entonces yo quedé en contacto con él y una vez fui a tocar a Uruguay y me quise organizar una gira para tocar por diferentes ciudades en Latinoamérica y lo fui a visitar a él.
Cuando fuimos para allá, yo le dije que tenía ganas de escuchar una música tradicional y me llevó a una peña, donde había muchachos haciendo canto con décimas, eran payas que tocaban en la guitarra y en el guitarrón chileno y hacían como que se hablaban uno al otro y hacían como un enfrentamiento a través del formato décima y la verdad que conocí el guitarrón chileno en ese contexto. Me inspiró mucho ese sonido de la guitarra ésa que tienen, tan especial tan particular, luego yo ya había escrito unas canciones mías que iban a ser las que terminaron en La Onda de Juan Pablo, y una vez estaba tocando las canciones en una comida en casa de un amigo peruano en Lima, y cuando toqué una que se llama “Mi vida”, me dijo: esto se parece mucho a una canción de Víctor Jara y me mostró “Te recuerdo Amanda” que es bien conocida, yo todavía no conocía mucho de la música de Víctor Jara y me hizo pensar que quizás era una buena canción ésa para hacerla en Chile, entonces luego cuando volví a Chile con la excusa de grabar el disco hicimos una versión de la canción con un guitarrón chileno.
Así como en aquella oportunidad te inspiraste en los sonidos de Latinoamérica, ¿qué fue lo que te motivó a grabar el álbum Wandering Rebel?
—No podría decir nada en especial, porque fue diferente el proceso. Más que nada este álbum es como una continuación de mis discos anteriores, no es tan marcado como La Onda de Juan Pablo que tiene todo un concepto detrás, éste solamente me puse a componer para crear un nuevo álbum, comenté cosas que estaban sucediendo alrededor de mi vida en ese momento. En este disco comento bastante de lo que era mi vida, cuando se estaba desarrollando el Covid y cuando se estaba estableciendo “la nueva normalidad”, pero nosotros nos transformamos, porque la verdad que siento que a mí me transformó.
Entonces fue grabado y producido bajo un clima bastante particular en el que la gente no se juntaba tanto, entonces en vez de ser algo tan comunal, como La Onda de Juan Pablo. Terminó participando mucha gente, pero era diferente el contacto humano en esa época y bueno en la música, también en las letras se refleja un poco el comentario ése. Pero más que nada eso, estar en ese espacio intermedio que creó la pandemia entre lo que era antes y lo que es hoy.
Comentabas que este último álbum es una continuación del anterior, además tienen algo en común, ya que ambos tienen canciones en inglés y en español. ¿Sientes que encontraste este equilibrio perfecto para llegar a ambos públicos?
—Puede ser, puede ser, no me lo he cuestionado tanto de esa manera. pero sí puede ser. No lo tengo tan entendido, como he sido bilingüe la mayor parte de mi vida es algo que tengo muy incorporado entonces en este álbum en particular estuve componiendo música basado en mi ubicación geográfica, si estaba en Uruguay, componía en español, y si estaba en Estados Unidos componían en inglés. Me sale así la verdad.
Me llamó la atención la portada del disco, ¿tiene tiene algún significado especial?
—Viste que te comentaba que el disco fue creado en un espacio intermedio entre la pandemia y lo que es hoy, bueno, originalmente el disco se iba a llamar Limbo, entonces por eso el artista hizo esa tapa, se llama Fran Cunha, es un artista de Montevideo y él creó esa imagen basado en el título original del disco que iba a ser Limbo.
Sentí que el álbum fue creado en un espacio intermedio como un Limbo y él me ubicó en esas rocas así como en un espacio sólo intermedio. El agua que se ve es de Montevideo, del Río de la Plata y esas rocas fueron unas rocas que inventó, él las posicionó así. Es que luego, después mucha gente al escuchar el disco comentaba sobre una canción que hay en el disco que se llama “Wandering Rebel”. Mucha gente o toda la gente que escuchó el disco antes de salir, todo el mundo hablaba de esa canción, que les parecía muy interesante, entonces sentí que ese nombre era también apto para el disco. Pero a veces pienso que me hubiese gustado que se llame el Limbo.
“Wandering Rebel”, la canción que da nombre a su último álbum es una colaboración con el pianista John Carroll Kirby, quien ha trabajado con artistas como Frank Ocean, Miley Cyrus, Norah Jones, Harry Styles entre otros. Pero no es la única persona que colaboró en la creación de este disco, ya que también participó: Zoe Gotusso, Y La Bamba, Frankie Cosmos, entre otros.
¿Cómo nacen estas colaboraciones?
—Específicamente la con John Carol Kirby surgió, porque yo estaba componiendo y grabando en Los Ángeles y mi amigo con el que estábamos produciendo la canción, uno de los productores de la canción sugirió que invitáramos a John. Y la canción tenía mucha más instrumentación antes, tenía guitarra, tenía cuerdas, tenía como violines cosas así, pero luego que él puso el piano yo pensé que en dejarla solamente con el piano y la voz, entonces como se destacó tanto su tocada de piano, el ambiente que creó, decidimos al final sacarle todo y dejamos solamente el piano y mi voz.
Hace tantos años que estoy en el ámbito musical acá en Estados Unidos que ya la mayoría de la gente me conoce y yo conozco a la mayoría de la gente. John sabía de mi música y él estaba a gusto de participar conmigo. Como que apreciamos mutuamente nuestros trabajos.
Por lo que me comentas sueles encontrar la inspiración estando en movimiento, ¿es parte de tu proceso creativo el viajar?
—Un espacio nuevo puede ser que refresque mi visión de la vida, me refresque la manera que yo observo las cosas, porque estoy en un espacio nuevo, entonces eso abre canales de comunicación. Hay nuevas cosas sobre las que puedo comentar y también al viajar y al observarte lejos de tu casa, siento que te conoces más y siento que aprendes más sobre ti mismo al estar en un espacio diferente al que te acoge.
Por ejemplo, puede que mucha gente a ti te conozca por tu nombre en tu ciudad, pero si tú te vas a Los Ángeles nadie sabe quién eres, nadie sabe de tu pasado, entonces quizás eso te puede ayudar. Hay menos restricciones alrededor de tu persona. Entonces puede ser que sí, puede ser que los viajes sean una de las cosas que me lleva a componer, la verdad que viajar lo tengo tan incorporado que no me lo he cuestionado de esa manera pero en realidad quizás sí.
¿Cómo definirías tú este momento de tu carrera?
—Bueno, éste es el sexto álbum de estudio y la verdad que siento que me estoy posicionando cada vez más en lo que es mi discografía. Siento que tengo una cantidad de canciones de alto valor que resuena con la gente entonces en lo que es lo artístico siento que ese álbum me posiciona más todavía. Siento que estoy en el mejor momento, nunca me ha pasado que pienso que el momento de antes era mejor que éste, siento que siempre estoy en mi mejor momento en lo que es rendimiento en lo que es calidad de composición. Estoy aprendiendo siempre cosas nuevas. Estoy acercándome a diferentes públicos constantemente, entonces es solamente un paso hacia adelante en lo que es discografía. A mí me gustaría ver mi carrera como un proceso, algo que se va a extender en el tiempo, no me gusta ser tan estratégico, no me gusta. Siento que estoy en el camino correcto.
A propósito de tu concierto en Chile el 22 de julio, donde vas a estar con Ases Falsos, ¿has hablado con ellos?
—Creo que los he conocido en reuniones o en concierto, al cantante creo que lo conozco porque como te comento, tengo ese amigo ahí en Chile entonces he ido bastantes veces a Chile, a Santiago. Pero no estoy muy familiarizado con su trabajo, nunca lo he visto tocar en vivo, conozco algunas grabaciones y creo que conozco algunos de los muchachos personalmente también.
¿Te gustaría hacer alguna colaboración con algún artista chileno?
—Sí, claro. La verdad que sí, Javiera Mena, es muy buena, conozco a Gepe. Pero estoy abierto a hablar con cualquier persona, sé que con cualquier persona podría hacer algo interesante. Con Javiera Mena quedaría muy buena, hay que hablar con ella, voy a tomarme un café con ella. La que me gusta mucho, que no nació en Chile pero su papá es chileno, una artista mexicana, Natalia Lafourcade.
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