Vincent tiene 17 años, vive en Puerto Montt, es estudiante de cuarto, no binario y fue premiado por su cuento “Liceo Público”, una pequeña historia enfocada en las horas de hambre que vive día a día en el colegio. “Siento que todos nos podemos identificar con eso”, explica en una conversación con La Cuarta.
Vincent Bieler Arellano (17) se enteró que el concurso literario de cuentos breves “Santiago en 100 palabras” existía después de ver un video en TikTok que detallaba los premios. Así que se animó y envió algunos de sus textos, sin pensar que uno de ellos sería uno de los cuentos ganadores de la edición XXII del evento.
Vincent es un joven estudiante de cuarto medio, quiere estudiar Derecho cuando salga del colegio. Es no binario y utiliza pronombres masculinos y neutros. Creció toda su vida en Santiago, pero vive desde hace algunos años en Puerto Montt con su familia.
Desde pequeño le interesó la escritura y, cuando supo del concurso, decidió enviar 5 cuentos, el máximo que se pueden presentar. “Liceo Público” -al que le tenía menos fe, según confiesa- lo llevó a ser uno de los finalistas y a finalmente recibir el premio al Talento Joven.
El estudiante conversó con La Cuarta sobre el cuento ganador, su interés en la escritura, sus planes a futuro y su identidad no binaria, la cual Internet le ayudó a conocer.
“Puedes ser lo que quieras ser”
—¿Cómo nace este interés en la escritura?
—Desde chiquito me gustó mucho como era la música, las letras, las rimas. Sobre todo las letras de las canciones, porque rimaban. Me gustaba mucho como sonaban bien juntas. Después empecé como a los 6 años a escribir letras de canciones, o hacer cosas que rimaban, porque me gustaba. Buscaba en internet cosas como ‘qué rima con… tal palabra’. Después ya escribía cosas propias.
“Lo mejor era editarlo porque tú puedes escribir algo, después pasa un año y no te sientes nada de identificado con eso, pero lo editas y puedes hacer una cosa totalmente nueva, que te guste. Pero nunca está totalmente hecha, porque al año siguiente puede cambiar, y así, y así y así”.
—¿Qué significa la escritura para ti?
—Es una manera de dejar de ser tú y ser tú al mismo tiempo, porque puedes ser tú mismo, ser otra cosa. Puedes ser lo que quieras ser, como dijo Barbie, cualquier cosa. Tú puedes ser tú y que nadie sepa que eres tú, sacar todos tus sentimientos. Al mismo tiempo hay veces que uno necesita distanciarse del estrés y todas las cosas, y uno habla de lo que quiere hablar. Si uno quiere ser una planta, es una planta, si quieres ser un animal, eres un animal. Puedes ser lo que quieras ser.
“Usualmente escribo más poemas o escritos, no sé como llamarlos estrictamente, pero es más para liberarse, casi nunca se entienden mucho. El cuento que escribí fue bastante simple, entonces es muy entendible porque la gente se puede identificar con eso”
“Liceo Público”
Santiago en 100 palabras es un concurso literario masivo, que invita cada año a miles de personas a escribir cuentos que no sean de más de cien palabras sobre la vida en la ciudad.
El proyecto -presentado por Escondida | BHP y Fundación Plagio- cuenta con más de 20 años de historia y ha ido creciendo, hasta convertirse en parte de la ciudad.
Para la versión de este año, Vincent escribió sobre un tema que enfrenta en su día a día como escolar y con el que muchos se pueden identificar: el hambre en medio de las interminables horas de clases.
—Tu cuento se llama Liceo Público y habla sobre la hora de almuerzo en el colegio, pero también del hambre ¿Qué lo inspiró?
—En que, en el liceo nos pasa mucho con mis amigos que siempre tenemos hambre, porque hay veces que el desayuno -por ejemplo- es pan con jamón, y yo no puedo (comer) porque soy vegetariano. Entonces nos cagamos de hambre hasta el almuerzo. Y hay veces que hasta el almuerzo no podemos comer.
“Entonces, la comida que siempre estamos anhelando son los porotos o las lentejas que es la única comida que podemos comer. Nadie lleva colación, porque para qué llevar colación todos los días, es mucha plata al final”.
“Me enfoque en el hambre que tenemos todos y siento que todos nos podemos identificar con eso, porque estamos muchas horas en el liceo y no hay comida”, agrega.
—¿Qué significado tiene para ti este cuento?
—Significa como mi periodo escolar, en parte, porque todos los días me pasa eso, prácticamente. Con mi grupo de amigos jugamos (y decimos) ‘¿quién trajo la sal ahora?’, porque obviamente la comida no tiene sal. Entonces es como mi periodo escolar.
—¿Cómo fue el proceso para escribir esta historia? ¿La escribiste pensando en el concurso?
—La escribí en el concurso porque eran máximo 5 cuentos y yo mandé 5, y este era en el que tenía menos fe. Pero yo dije ‘ya, ¿qué me pasa a mí y que siempre me pasa que puedo contar?’. Y fue como ‘ya, sí, estoy cagado de hambre, todos mis amigos están cagados de hambre, todos somos estudiantes y eso es algo que toda la gente identifica’. Y le agregué mi toque de lo que pasa con mi vida escolar.
—¿Cómo te enteraste sobre Santiago en 100 palabras?
—Fue por un TikTok que decía sobre los premios, y lo vi y dije ‘ah, bueno, concursemos’. Después le dije a mi pareja, a mi mamá y ellos también mandaron cuentos. Le dije a mucha gente. Es primera vez que lo oigo mencionar, de toda la vida. Y parece que es muy antiguo.
—¿Habías mostrado antes tus cuentos? ¿Y cómo fue también exponer tus textos de esta manera?
—Nunca he mostrado mucho mis cuentos porque me da vergüenza, me da mucha vergüenza. Es como tomar ese paso y decir ‘ya, si ya fue, la vida es una, da lo mismo’. Cualquier cosa puede pasar, así que para qué avergonzarse de eso.
—Eres uno de los finalistas, ¿qué se siente ese logro?
—Se siente muy loco, alucinante, porque siento que es muy raro. Yo nunca he sido de participar en cosas, ni de ganar. Siempre que participo, no gano. Y la verdad está bien, lo que importa es participar. Pero fue muy entretenido, muy loco, Estaba en el liceo, me avisaron, yo estaba saltando y mis amigos preguntando ‘¿qué pasó?’.
“No sabía que existía la gente no binaria”
Vincent tiene 17 años y es una persona no binaria, utilizando tanto los pronombres masculinos como los neutros. Identificarse fue un proceso “complejo”, principalmente por la falta de conocimiento y de espacios para poder entender su identidad de género. Por lo que su gran aliado fue el Internet, donde encontró una definición que detallaba lo que Vincent sentía.
—¿Cómo ha sido este proceso con tu identidad de género?
—Es más complejo. Usualmente la gente dice ‘yo lo sabía de chiquito’, y yo también lo sabía, el problema es que no soy hombre. Entonces, yo sabía que había algo, pero no sabía que era. Hago todo este proceso de saber quién era, cómo se llamaba mi identidad porque no es conocida, yo no sabía que existía la gente no binaria. Para mi era hombre o mujer, yo no era ninguno de los dos, entonces ¿qué era?
“Pasé por todo ese proceso y ya todo el mundo lo sabe, toda mi familia lo sabe. Y pase por el colegio, diciéndoles ‘voy a hacer el cambio de nombre social, de Vincent’. y todo está bien. Algunos nomás que hacen comentarios terribles, que son muy como de vieja escuela. Pero es la vida, tengo que seguir y así va a ser siempre, pero creo que hay un cambio en general”.
—¿Cómo se lo contaste a tus padres, tus amigos?
—Mi mamá fue impactante porque no se enteró por mi propia cuenta, fue impactante porque yo ni sabía en ese momento lo que era. Entonces fue muy confuso todo, pero ahora mi mamá totalmente me acepta. Mis amigas dicen ‘ya, está bien y es normal’.
—¿Cómo te enteraste que existía esta identidad, y cómo fue ese proceso para encontrar lo que te representaba?
—Cuando chico sabía que existía algo, pero no sabía el nombre. Después cuando ya no tuve opción y tuve que recurrir a alguien que sepa del tema, no había nadie. Entonces fue Internet, el Internet tenía todas las definiciones y tuve que buscar una por una hasta que era lo que sentía yo. El Internet fue mi única búsqueda, porque no existía la información de eso.
—¿Qué sientes que le hace falta al país en temas sobre la identidad de género?
—Mucha legislación, mucho avance, concientización, porque yo puedo decírselo a alguien, pero no lo van a entender. Puedo decir que soy no binario nomás, no lo van a entender y va a dar problemas. Después lo voy a tener que explicar, no lo van a entender igual. Entonces me gustaría mucho que la gente, que cualquier persona o el gobierno, haga programas para incluir a esta gente como yo. Lo están dejando de lado y que no existen prácticamente, y existimos, somos muchos. Lo hacen ver como una minoría y siento que no es así.
Premio al Talento Joven
Vicent se perdió toda la primera semana de clases del segundo semestre para viajar a Santiago desde Puerto Montt y poder estar presente en la premiación que se llevó a cabo este sábado 29 de julio en el Centro Cultural La Moneda.
Viajó junto a su mamá y su pareja, quienes lo acompañaron al evento para recibir el reconocimiento por su cuento.
“Esta muy bonito”, confiesa luego de recibir el premio al Talento Joven.
—¿Qué significa para ti este premio?
—Una motivación más que nada, porque igual me daba mucha vergüenza todo lo relacionado a escribir cuentos y presentarme, y si salió bien, otras veces pueden salir bien también.
—¿Te gustaría poder publicar tus textos?
Yo creo que sí, pero voy a estudiar y al mismo tiempo voy a intentar hacer esas cosas, pero totalmente sí, me gustaría mucho poder publicar algo.
—¿Vas a seguir escribiendo a futuro?
—Totalmente, ahora con más energía porque si ya pasó esto y no pasó nada malo, se puede seguir.
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