Hánima Studio, el laboratorio que mantiene la tradición fotográfica más viva que nunca

Foto: Cedida.

El estudio fotográfico trabaja constantemente en mantener viva la nostalgia y la esencia del papel fotográfico en un mundo lleno de tecnología.

En un siglo XXI en donde la tecnología y la inteligencia artificial se está apoderando de toda la humanidad y desechando todo lo antigüo por mejores versión más avanzadas, aún quedan un grupo de personas que trabajan y se enfocan en mantener vivo la esencia de aparatos viejos o ahora llamado ‘vintage’.

Y hay un objeto en particular con el cual muchos crecimos y que nuestras familias utilizaban para obtener recuerdos, que está cobrando fuerza entre los más jóvenes por su estética nostálgica: las cámaras análogas.

La riqueza de tener una fotografía impresa en las manos no se compara con nada en el mundo. Y si bien los aparatos tecnológicos tienen la posibilidad de preservar las memorias de manera más automática y por más tiempo, el papel fotográfico trae consigo un proceso de revelado que mantiene viva una tradición histórica.

Y si bien en nuestro país aún es posible encontrar recintos físicos en donde se pueden ir a revelar rollos fotográficos, Andrés Martinez (27) es uno de los jóvenes que creció con la fotografía y ha trabajado en mantener la esencia de lo análogo a través de la delicadeza y la calidad.

Hánima Studio pone sobre la mesa la reliquia de mantener aún vigente el cuidado de cámaras fotográficas análogas y el trabajo que lleva mantenerlas en perfecto estado una vez que se ocupa la primera película.

Foto: Cedida.

Creado por estudiantes de fotografía que buscaban oportunidades laborales dentro de un escaso campo en nuestro país, Hánima Studio nació por el amor que Andrés Martinez le ha tenido a la fotografía a lo largo de los años.

“Cuando salí del liceo tuve cierta experiencia comprando y coleccionando cámaras antiguas. Esa fue mi primera cercanía a la fotografía. Me gustaba mucho la historia de la imagen. Por este motivo decido entrar a estudiar fotografía”; comenta Andrés sobre sus primeros pasos en la fotografía, lo que le abrió las puertas a compartir con compañeros en la universidad y compartir su más grande hobbie.

Mi vida ha girado en torno a la fotografía siempre. Cuando estaba en la ‘u’ estudiando vi que éramos 120 alumnos estudiando fotografía, de los cuales terminamos 30 la carrera y estábamos todos con la incertidumbre de qué vamos a hacer después de salir”; añade.

Asimismo, Andrés comenta que en su periodo escolar solía comprar y vender cámaras análogas, lo que lo acercó poco a poco al mercado fotográfico de manera virtual y a conocer más sobre el funcionamiento de cada modelo con el que hacía comercio.

Y al término de su carrera universitaria, se acercó aún más a este arte de la fotografía análoga y trabajó en revelar sus propias fotografías en su hogar.

“Cuando vi que esto ya como que tenía un pequeño potencial entre las cámaras y el revelar, pensé que a lo mejor algo podía resultar algo y podríamos abrir un laboratorio”.

Ante este escenario, Andrés comenta que por la falta de oportunidad laboral en el rubro, una vez terminada su carrera universitaria, se contactó con sus compañeros para emprender el desafío de abrir un laboratorio fotográfico.

“Hoy día estamos trabajando cuatro personas ya de forma fija”.

Equipo Hánima Studio.

El exitoso camino hacia el lugar presencial que ahora Hánima Studio mantiene en la comuna de Providencia, cobró vida en el periodo de pandemia.

Pero luego de que Andrés finalizara sus estudios, decidió junto a su equipo de trabajo, amigos y compañeros de universidad, trasladar su negocio que conservaba en su casa, su actual tienda, taller y laboratorio fotográfico.

Foto: Cedida.

Ha tenido una recepción increíble y la gente se queda con nosotros. Hay otras opciones en el mercado, pero siempre nos siguen prefiriendo a nosotros porque tenemos un contacto muy cercano con ellos”.

Nuestra atención es muy personalizada. Entonces la gente vuelve a nosotros después de probar con otros laboratorios”.

“Lo que le gusta a la gente, además de poder hablar con nosotros cara a cara, es que pueden reparar sus cámaras, comprar equipos y revelar sus películas. Estos servicios se incluyen todo en un solo lugar”.

Foto: Cedida.

Talleres de fotografía

Pero además de ofrecer un servicio completo en marco a las cámaras análogas, el equipo de Hánima Studio también brinda talleres personalizados a todas las personas amateur, profesionales e interesados en aprender todo sobre el mundo de la fotografía.

“Estos talleres son algunos días específicos, cuando los lanzamos son solamente 6 cupos y se llenan de inmediato”; comenta Andrés.

“El taller es súper entretenido porque al principio nadie se conoce que es el clásico, y después a medida que va pasando el día, la gente va entrando en confianza y lo pasan súper bien”.

Todo comienza a las 10 am y dura todo el día. Primero se hace una clase de introducción teórica de la imagen, la fotografía, la historia, las cámaras, de cómo funcionan, en qué consiste la fotografía como tal, cómo funcionan los procesos, etcétera”.

“Luego cargamos las cámaras con una película análoga y salimos a hacer fotos. Tenemos un break de 1 hora después y cuando llegan los chicos, entre todos revelamos las películas”.

¿Dónde encontrar a Hánima Studio?

Si deseas adquirir algunos de los productos, o solicitar los servicios de Hánima Studio, puedes contactarlos directamente a través de sus redes sociales (click aquí), visitar su tienda presencial ubicada en Providencia 1860, Oficina 83, o bien ingresar a su nueva plataforma web en la que podrás encontrar cámaras y herramientas fotográficas con un acceso mucho más fácil.

“Esperemos que en algunos años más, esto ya pueda ser una tienda muchísimo más grande, con mucha más gente y poder expandir el laboratorio para que esto sea muchísimo más conocido y que la gente pueda llevar su equipo fácilmente”.

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