Pizzería Lazzaroni: La fusión entre la pizza napolitana y la coctelería artesanal en el corazón de Santiago

Pizzería Lazzaroni.
Pizzería Lazzaroni.

Inspirado gracias a sus experiencias y viajes a través de Italia y España, Christopher Vallefin trae a Santiago lo esencial de la gastronomía italiana a Factoria Franklin y Barrio Italia, lugares que le dan la bienvenida a sus fieles clientes para probar sus pizzas 100% napolitanas y coctelería de autor y artesanal que sorprende día a día a los amantes de la gastronomía.

Cada día los chilenos buscamos más opciones y lugares en donde podamos probar la comida más auténtica y característica de países diferentes.

Uno de los países más destacados en el mundo por su gastronomía es sin duda, Italia. Su gran cantidad y variedad de pastas y pizzas se ha robado el corazón constantemente de los amantes de la comida.

Y Pizzería Lazzaroni es el ejemplo perfecto de lo que es la gastronomía italiana en nuestro país.

Creado a manos de un viajero y amante de Italia, Christopher Vallefin decidió regresar a Chile luego de años de formación en cine y viajes por Europa, pero nunca imaginó que su camino lo llevaría a abrir un restaurante.

Pero la vida tiene formas curiosas de sorprendernos, y hoy, este director de cine convertido en emprendedor gastronómico lidera Pizzería Lazzaroni, un espacio que ha capturado la atención de los santiaguinos con su propuesta innovadora de pizzas napolitanas y coctelería de autor y artesanal.

De cineasta a pizzero

De profesión director de cine, Christopher partió a España para estudiar cine, pero su viaje lo llevó aún más lejos: a Italia, donde su pasión por la cocina italiana se encendió.

“Viví mucho tiempo en los países vascos, donde aprendí a cocinar haciendo pequeños cursos”, cuenta Chistopher.

Más tarde, su estancia en Sicilia, donde tuvo la oportunidad de conocer a un chef local que cocinaba en la calle, sería el punto de partida para una nueva pasión: la gastronomía.

Sin embargo, al regresar a Chile, la idea inicial de abrir un bar de pinchos vascos fue interrumpida por problemas de encontrar el lugar perfecto para su local.

“Fue un golpe duro, pero de casualidad llegué a Factoria Franklin y, después de hablar con mi primo, decidimos comenzar con un proyecto de cocina italiana”.

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Foto: Pizzería Lazzaroni.

A pesar de los tropiezos iniciales, su visión de traer la auténtica pizza napolitana a Santiago comenzó a tomar forma.

“No encontraba ninguna pizzería que me gustara en Chile, así que decidí enfocarme en las pizzas napolitanas contemporáneas, que es lo que más se hace en Italia”, relata Christopher. Para él, la autenticidad era clave: evitar las versiones ‘americanizadas’ de la pizza y centrarse en la tradición italiana.

Un concepto innovador: Pizza y coctelería de autor

Lo que comenzó como una pizzería tradicional pronto se transformó en un concepto más ambicioso.

En un giro interesante, Christopher incorporó la coctelería de autor al menú de Pizzería Lazzaroni, una fusión que rápidamente se convirtió en una de las características distintivas del lugar.

“Justo después de comenzar el proyecto, hablé con un amigo que había viajado mucho y me contó que hacía cerveza artesanal. Pensé en ofrecer algo único, licores artesanales inspirados en la tradición italiana”.

Así nació el primer licor, creado tras meses de pruebas. Luego, la oferta de bebidas creció con el desarrollo de más productos, incluido un vermut, el cual se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la carta.

La propuesta de pizzas con cócteles artesanales se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la pizzería, un detalle que hace destacar aún más el local en un barrio conocido por su oferta gastronómica diversa.

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Foto: Pizzería Lazzaroni.

Desafíos y perseverancia

Abrir un negocio de este tipo no estuvo exento de desafíos.

Uno de los principales obstáculos que enfrentó Christopher fue la obtención de la patente de alcohol, un proceso que, según él, fue clave para poder ofrecer su propuesta de licores artesanales.

“El principal desafío fue conseguir la patente de alcohol. Tuvimos que mudarnos a Barrio Italia (Sucre 399), donde finalmente pudimos abrir la pizzería y agregar el sector de licores”, comenta.

Con la ayuda de su primo y de colaboradores locales, Pizzería Lazzaroni comenzó a ser una realidad.

“Lo construí con mis propias manos, con la ayuda de amigos y mi padre. Ha sido complicado, pero poco a poco vamos apuntando en la dirección correcta”.

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Foto: Pizzería Lazzaroni.

Desde su apertura, Pizzería Lazzaroni ha gozado de una buena recepción por parte del público, que ha valorado tanto la calidad de las pizzas como la propuesta de coctelería.

“Lo que más nos sorprende es que no hemos tenido que pagar publicidad. Nos sostenemos gracias a los clientes que vuelven”, comenta Christopher.

La comunidad local parece haber encontrado en el local un lugar acogedor, con una propuesta auténtica y bien ejecutada.

“La gente aprecia la cocina italiana bien hecha y el toque único que le damos con los licores artesanales. Eso ha hecho que nuestro concepto siga creciendo”, agrega.

Mirando al futuro

Aunque el éxito ha llegado, Christopher tiene claro que aún hay mucho por hacer. El trabajo diario en sus dos locales, sumado a las largas jornadas laborales de hasta 14 horas, lo ha llevado a replantearse su futuro.

“Mi meta es trabajar menos. Ahora mismo es difícil, pero algún día me gustaría parar, delegar más y disfrutar de los frutos del trabajo”.

Por ahora, sigue enfocado en consolidar su propuesta gastronómica, manteniendo la esencia que lo llevó a crear Pizzería Lazzaroni: calidad, autenticidad y una apuesta por la innovación.

Pizzería Lazzaroni es un claro ejemplo de cómo la pasión por la gastronomía, combinada con la creatividad y el trabajo duro, puede dar frutos.

Con una propuesta que une la tradición de la pizza napolitana con la vanguardia de los licores artesanales, Christopher ha logrado transformar un sueño personal en un negocio que ha conquistado a los santiaguinos.

A medida que su propuesta crece, también lo hace la esperanza de que la gastronomía italiana en Chile continúe evolucionando hacia nuevos horizontes.

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