Juan Pablo López fue un bárbaro y lo pagó Checho Hirane

Juan Pablo López era una incertidumbre hasta para él mismo, y lo dejó en claro cuando se subió a la Quinta, pues en vez de disparar con una de sus mejores tallas y dejar al "Monstruo" derretido de entrada, optó por agradecer la oportunidad.

¿La oportunidad de qué? ¿De qué se lo terminaran comiendo? Claramente no. López se tenía fe, la misma que compartían en el fuero interno con su equipo, y que se terminó consagrando en una sólida pasada por la Quinta Vergara.

De estilo relajado, pero punzante, el barbudo revolucionó a un público que no era tan fácil de domar, pues sabían que después de él estaba la continuidad de una fiesta que armaron en un comienzo Los Cadillacs. ¿O sea? Comérselo y dar paso a los Decadentes era una posibilidad que estaba en los planes.

Pero López destruyó ese plan original, ya que con su rutina conquistó la atención y luego las carcajadas de un "Monstruo" que, según caminaban las tallas, cada vez se entregaba más al humor y al estilo del ex empleado bancario.

Sus años en ese oficio lo curtieron pa' tener paciencia, eso quedó en evidencia, pero también lo llenaron de valor, ya que sin miedo pegó firme en temas actuales, siempre desde un punto de vista irónico, pero dando en el clavo, en la fibra exacta.

Tan buenas fueron sus tallas que hasta Maluma estaba muerto de la risa. Tan, pero tan atinada fue su performance, que hasta vaciló a los "Power Peralta", juntos y por separado, y todas estas aventuras muy pensadas y cuidadosamente trabajadas le valieron al debutante cerrar una noche solvente con premio, aplausos y la tranquilidad de irse a la cama -o al bar- con la satisfacción de salir airoso del escenario más pelúo de Chilito.

PASEÓ A MERUANE

El único que pudo haber quedado tristón fue Checho Hirane, a quien "Jotapé" subió arriba del columpio interminable. Más allá de enojarse, el humorista se apretó la guata con la rutina de su colega.

"Nosotros los humoristas nos reímos de todo. Yo aparecí en una portada desfilando, ¡qué más puedo esperar!", soltó tardecito al diario pop.

- ¿Conocía a esta cabro o ni en pelea de quiltros?

- No, me sorprendió. Es súper bueno.

- ¿Qué chiste lo hizo reír más?

- El del confort. Estuvo genial.

- ¿Y de los que le tiró a usted, máster?

- Todos, nada que reclamar, jajajá.

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