"Chespirito" falleció hace casi un año, dejando un vacío imposible de llenar y legando a la humanidad un montón de frases, personajes y buenos sentimientos, que han "criado" a generaciones de cabros chicos en varios países del globo.Su muerte fue llorada a mares, y los homenajes no se hicieron esperar, sobre todo en el multitudinario adiós en un repleto Estadio Azteca.
Sin embargo, no todo ha sido positivo en estos casi 365 días que han transcurrido tras su muerte.
Claro, porque las lágrimas duraron muy poco en los ojales de sus familiares directos, pues apenas pasó el luto, Florinda Meza y los hijos del comediante se declararon la guerra por la repartija de la cotota herencia que dejó el talentoso "papi" del "Chapulín Colorado".
85 años tenía Roberto Gómez Bolaños cuando falleció en 2014 en su casa en Cancún.
Según los medios charros, la mujer, que se hizo famosa como “Doña Florinda”, trató de pegarles el manotazo a Roberto, Marcela, Cecilia, Teresa, Paulina y Graciela Gómez, los hijos de "Chespirito", ya que con Meza jamás tuvo descendencia.
¿Y dónde los quiso joder? Nada menos que con los derechos que sigue generando "El Chavo del 8", los que son propiedad de ellos.
Como era obvio, los Gómez pusieron el grito en el cielo y el atado pasó a los tribunales.
Pero no ha sido la única sombra en este tiempo, porque parece que la "Vieja chancluda" anda de malas pulgas. Florinda tomó la extraña determinación de cerrar la tumba de su fallecido amor, dejando sin un lugar de peregrinación y admiración a tantos fanáticos del artista.
1971 se emitió el primer programa del "El Chavo del Ocho" en "Cuatelandia"
Eso sí, la dictatorial y absurda medida nunca se pudo aplicar, ya que desde el cementerio le pusieron el manso charchazo, más fuerte que con los que ella castigaba al pobre Don Ramón, ya que el cementerio es de libre acceso.
Y el excesivo celo con que la viuda quiso resguardar el lugar de descanso de su marido resulta ridículo, ya que el diario pop viajó hasta Cuatelandia (julio) y comprobó una triste realidad: la tumba donde descansan los restos de la estrella pasa sin flores y nadie de su piño familiar se da el trabajo de ir a visitarlo.
"Nadie viene a ver a "Chespirito". Ni siquiera los actores de la vecindad. Las únicas excepciones son Edgar Vivar (Señor Barriga), quien constantemente visita la tumba, y los turistas. Parece ser que la viuda lo vino a dejar acá y lo olvidó. Igual que los hijos. A lo mejor están ocupados gastando la herencia que les dejó o les vino la garrotera", sapeó en su momento Octaviano Vidaurri, marmolista que trabajó en la construcción del mausoleo.
28 de noviembre de 2014 falleció el comediante charro.
Tranqui, astro. Nosotros te seguimos recordando y nos reímos con cada una de las repeticiones de tus series, aunque ya las estemos viendo por centésima vez.