El fútbol desata todo tipo de pasiones. Y si las que corren tras la de cuero son unas lindas muchachas que les gusta poco, la imagen es perfecta.
Si a eso le sumamos unas gotitas de sudor recorriendo las curvas de las mijitas lindas, podríamos decir que el paraíso está ahí, delante de la retina. Esta historieta pudo haber terminado mejor, con alguna presita afuera o con las cabras cambiando camisetas, pero por culpa de dos pastelazos casi se arma la Tercera Guerra Mundial.
Todo iba bien hasta que el moái pícaro Uri Uri, quien jugaba bajo los tres palos ensebados del equipo de las chicas de Fiebre de Baile, salió a cancherear con la pelotita.
Se pasó a unas lolas del equipo rival, integrado por las buenamozas chicas de Yingo, y de repente sacó un remate al estilo Oliver Aton de los Súper Campeones y que terminó en la panzita de la rica Laurita Prieto. La rucia salió terrible de adolorida y los cabros del cocido de CHV no hallaron nada mejor que empezar a gritarle a Uri Uri: "Maric...".
El pascuense paró el sau sau lero y agarró a pelotazos al lote de Yingo que llegó a meter boche al partido. El primero en saltar a echarle la foca al isleño fue el Pancho Rodríguez, un rucio que se parece a Junior Playboy. Detrás y sin decir agua va se metió al baile el pasto seco Iván Cabrera. Y con la entrada al ring del potro de Independencia casi arde Troya.
Los ánimos se fueron calentando como el aceite de las sopaipas, ya que después de finalizado el partido que ganaron las aperradas chicas Yingo, Cabrera fue a torear al Uri Uri para decirle que se había equivocado con el manso pelotazo que le dio a la pobre Laurita. Y qué le dijeron al mecha corta Te Pito Te Henua, quien en dos tiempos le encaró a Cabrera que "andái con puros flaites y por eso te haces el choro".
El Potro no se demoró naíta en responderle "eres un poco hombre, un maric...", a lo que Uri contestó "¿tú eres hombre? Salpica conch...".
Pero la cosa fue subiendo de tono, ya que Cabrera volvió a encararlo: "Y voh, conch... te creís muy hombre. Baja, acá te espero". El isleño cachó que su rival le estaba comprando todos los números de la rifa de combos. Se alcanzaron incluso a escuchar la respiración. Sólo faltó que un avispado tocara la campana para que empezara el combate.
Sólo la intervención de las minitas de Yingo calmó a Iván "Rocky" Cabrera y a Uri "Apolo" Uri. A la salida del recinto de la cancha se volvieron a topar, pero una van que esperaba al broca del cocido de CHV se lo llevó de un ala.
