Con más de 30 sencillos que se han robado el corazón de sus fanáticas, Luis Fonsi es uno de los artistas latinos que el Monstruo de Viña ha sabido apapachar y premiarlo cada vez que pone sus pies en el certamen de la Ciudad Jardín, y asimismo pasó anoche.
El boricua se fue con Antorcha de Plata y Oro, las dos Gaviotas, pero también con un regalito extra: una laaaaaarga pasada por el "callejón oscuro". Sencillo el cabro, prefirió cantar uno de sus temas entre medio del gentío, desde el fondo de la pasarela que cruza toda la platea- pa' que se ubique- es donde Eva Gómez y el Rafa tuvieron que ponerse para cumplirle el deseo a Morrissey de no toparse con ellos. El gesto volvió locas a las chiquillas, obvio, y le hicieron el manso coro. Sin embargo, la cosa se puso peluda cuando el cantante intentó volver al escenario, atravesando la pasarela. Al verlo pasar, las califas se le tiraron encima con mansas garras. Las vivarachas lo manosearon, chasconearon, por poco lo dejan tuerto al pobre. Los guardias hacían lo que podían con tanto pulpo, pero la dura es que en un minuto a Lucho, chiquitito como es, casi lo perdimos.
Después de varios minutos, el compadre llegó al escenario arreglándose el peinado y los pantalones. Tomó harto airecito y recién ahí pudo seguir con su cancionero romántico, que en total sonó casi dos horas.
Hits pegotes como Abrazar la Vida y Gritar pusieron melosa a la Quinta y en esa pará se le vio al propio Nico Massú con su Dayane Melo. La parejita se cachaba todas las melodías del artista y las gozaron a puros arrumacos.