Tuvo que pasar cualquier año pa’ que Natalia Cuevas volviera a coquetearle a una cámara. Pero su esperado regreso duró menos que fama de sapo de reality.
Natalia, la misma que hace una década se hizo el pino imitando de la Nana Mouskouri y se puso cómoda en las cañuflas de Julio Iglesias, fue por su revancha en la tele a color, haciendo de calco en Mi Nombre es Vip.
Esta pomada conducida por el cofla Sergio Lagos debutó anoche en Canal 13. Como les debe sonar la chapa, se trata de un centenar de famosillos creyéndose calcos de un artista musical de verdad. Entre las 22:33 y las 00:19 horas, el 13 salió primero con 24 puntos, seguido por TVN con 19, MEGA 12 y CHV con 10 puntos.
En el primer capítulo grabado, Cuevas se animó con la incomparable Cecilia, a quien ha hecho caleta de veces y se sabe sus pasitos de memoria.
Pero pese a ser una de las námber guan de los dobletes y estar con puras ganas de quedarse, Cuevas no tuvo la ídem. Su presentación como la ídola de Tomé dejó con gusto a poco al jurado y salió cascando. La amiga de Julillo se fue llorando como cabra chica y con la ilusión por el suelo. Pa’ la otra será, la consoló su patota.
SORPRESA
La mayor sorpresa de la primera pata del cocido la dio Cristián “Chico” Pérez. La verdad es que pocos le tenían fe como cantante, sobre todo porque se las dio del apretadito gringo Michael Bublé.
Pero fue cosa de que le saliera la voz al “Chico” para que se luciera como intérprete. De lejos hasta mino se veía y clasificó al toque para la segunda ronda. Las Pandora de las actrices María José Bello, Ingrid Parra y Carola Paulsen también dejaron la vara alta y pasaron la prueba.
CHAÍTO NOMÁS
Al resto de los caracholis, como Álvaro Ballero de Sandro y el “Palomo” Daniel Valenzuela de Luismi, los mandaron a cantar en la ducha nomás, pero siempre dignos.
No como “Manu”, hocicólogo de Alfombra Roja, quien dio puro jugo como Alejandro Sanz: lloriqueó y hasta cantó con un torpedo. ¡Te pasaste!
