A Nicolás Yunge se le chuparon hasta las mañas

Flaco, chupado, irreconocible... Lo que no pudo lograr con las cinco operaciones que se practicó el 2012, cuando tenía 19 años (lipo, afinamiento de orejas, papada, pechugas y aumento de traste), hoy Nicolás Yunge lo consiguió “por la vía sana”.

Así lo asegura su íntima amiga Wilma González. Yunge está orgulloso de su nueva facha y así lo demuestra en las redes sociales, donde se lo lleva subiendo fotos de su estilizada figura y ondero corte de chasca.  El cambio, da fe su yunta, esta vez no es producto de ningún bisturí, sino de su “propia voluntad”. “Él no se hizo nada, sólo está comiendo bien, entrenando todos los días. La gente dice, ‘ay se operó’... es tan mala la gente, estoy harta de eso, son como envidiosos”, insistió la ex coneja Playboy, devenida en  fisicoculturista.

- Es caleta el cambio, hasta más labios se le ven.

- A veces la gente se tiene que poner una banda gástrica o algo así para adelgazar. En el caso de él, la verdad es que se ha puesto a comer mejor, no está tomando alcohol y está entrenando.  Eso claramente genera cambios en su vida que son drásticos, físicamente hablando también.

- Y pensar que se operó entero el 2012, y fue por las puras.

- Sí, se operó y eso no sirve si uno no sigue dieta y vuelve a engordar. La operación no queda tan bien como hacerlo por la vía más sana.

- Tú que eres pura fibra, ¿le ayudaste a cerrar el buche?

- Lo estuve ayudando un tiempo. Ahora él está haciendo cardio y va al gimnasio. Yo le ayudo mucho con las recetas, con lo que tiene que comer, si viene a casa comemos súper sano, le digo come ensalada con esta proteína. Cuando quiere dulce, él viene acá y hacemos creps de proteína.

- ¡Hasta obediente se puso el ritalín!

- Le ayudo a cocinar cosas para sacar la ansiedad, cosas que no engordan, pero más que todo la voluntad es de él.

TRABAJO NUEVO

Hace rato que Nicolás Yunge se autoexilió de la tele y de la prensa de farándula. La Cuarta intentó pedirle la dieta pa’ estar como flauta, pero se mantuvo inubicable. Lo último que se supo de su existencia es que se ganaba su platita trabajando en un mall vendiendo celulares, pega que en la actualidad ya no realiza. “Ahora trabaja en otro lugar, le va bastante bien, pero él no quiere que se sepa”, contó Wilma.

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