Cuando Adriana Barrientos entró a "1910", nadie, pero nadie daba un peso por su aguante. Pero Adri sacó garras de flaqueza y le puso tanto pino a la competencia que ahora es, junto a Daniel Pinto, Fabrizio, la "Jugo" y Arturo Prat, una de las finalistas del reality que mañana baja la cortina en Pirque: "Trataré de dar lo mejor de mí para ganar".
Concentrada junto a su compañeros en el Cajón del Maipo, la ex de Josito, contó al diario pop que el encierro le cambió la materia gris, que es otra, que dejó atrás el mundo frívolo y ligth que la carcomía.
"No saben cómo vibraba (en '1910') con un alfajor que recibía de regalo. Con esas cosas pequeñas de la vida que había perdido con el tiempo y con el mundo de la televisión... Las volví a recuperar, fue un volver a ser niña", filosofó.
- Ay, Adriana, te pegaste una introspección heavy...
- De repente uno no se detiene a ver las cosas importantes de la vida. Hace mucho tiempo que no disfrutaba tanto el disfrazarme y convertirme en actriz por un día. El disfrutar con cosas muy pequeñas que te hagan vibrar tanto, que llenan el espíritu.
- ¡No me digas que maduraste, chiquilla por Dios!
- Uuuuy, no sé. Encerrada las sensaciones se multiplican por mil. Una empieza a disfrutar de cosas pequeñas a valorar más los sentimientos, los gestos.
- ¿Eres una nueva Adriana?
- Me puse a pensar qué va a ser de mi vida cuando salga y tengo un poquito de susto. Esto era una burbuja bastante especial, estabamos encerrados pero contentos, aquí no hay cuentas, problemas.
- Pero nunca colgaste la cartera Louis Vuitton.
- ¡Eso sí!, no había tele, pero yo andaba con cartera y mi maquillaje, jajajá.
- ¿El romance con Daniel Pinto sigue afuera?
- Mmm, no sé, jajajá, le tengo mucho cariño. Me da mucha vergüenza haberle dado una cachetada. Con libreta y anillo de matrimonio ahí recién voy a consumar. Fui a las araucarías, pero a darle besos nomás. Yo sigo virgen, eso por favor no me lo discutan, porque la gente tiene certeza de mi virginidad.
Carolina Ruiz M.
NO SUELTA LA CARTERA: Esta es mi tenida de campo, dijo Adriana cuando le hicimos mirar el pajarraco. Bien pintarrajeada y con cartera pirula posó hasta que le dio calambre.