Alejandra Díaz le prestó el ropero a Mauricio Flores

Ale Díaz descansa en un típico oasis chilensis. En bikini, la figura de la sexy modelo se acopla de manera perfecta con la naturaleza. Se ve apetitosa. Camina como felina.

Su seguridad dista de la rubia que hace algunos años comenzó tímidamente en la farándula. Ahora, pese a no contar con pantalla estable, la mujer de medidas 96-62-96 no le tiene ni una pizca de miedo a la falta de tele y se la juega por el vilipendiado "Melame", con quien trabaja desde hace algunos meses en la obra "El bueno, el malo y la virgen". Ella es la virgen...

"Los pagos siempre están cuando corresponde", se apresura en afirmar, sabiendo que la fama que el comediante carga desde que Blanquita Nieves y Gisela Molinero lo sapearon por deudor, no es de las mejores.

Dice que ya lo conoce e incluso se atreve a avanzar una defensa en su favor. "Yo creo que fue pura sed de pantalla de ellas", sentencia, mientras sus curvas demuestran que los años la mantienen igual de rica.

"Todos me preguntan ¿y te paga?", destaca como ejemplo de lo mal parado que Flores quedó tras la caída de casete.

"Sé que nunca tuvo la intención de no pagar. Todos podemos pasar por un mal momento económico y pedirle a nuestros amigos que nos esperen un poquito, pero lo que uno nunca espera es que tus amigos hablen mal de ti, menos por tratar de estar vigentes", se juega el pellejo… el manso ni que pellejo.

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