Como la mayoría de estos personajes son de mecha corta, verlos agarrarse por la tele o en eventos públicos no fue novedad.
Cuando a Anita Alvarado le sacan los choros del canasto, lo mejor es subir la guardia.
Fue en la entrega del Copihue de Oro que la Geisha no aguantó que el acompañante de Nataly Masinari le tomara las manos mientras intentaba decirle una que otra cosita, para que la gallinita pecadora aprovechara un descuido del cabro para aforrarle sus buenos cornetes.
Una de las historietas que más vitrina ha tenido en los últimos años, es la protagonizada por Belén Hidalgo y el Negro Piñera. Sabido es que el pera de candado no se anda con chicas, Belencita mide casi 1,80, y que se gasta un genio del terror cada vez que alguien intenta comerle la color.
A eso hay que agregarle que el Papurri no puede ser mas celoso, una de las razones que desató la mocha y posterior separación de la pareja.
Fue en un programa de televisión donde la che sapeó al gordito que le canta a la luna llena hace como 30 años, contando que el machote le inventa romances al por mayor con amigos y colegas de pega, además de malos tratos. Hoy el matri está a una firma de disolverse como antiácido.
Pero no todos los combates los vivimos en la fotocopia feliz del edén. Adriana Barrientos fue capi de llegar a la tele de Cachetolandia para echarle la foca ni más ni menos que a la ídola del país vecino, la señora Moria Casán.
La mala onda entre las dos partió en el programa Bailando por un Sueño. Moria era jurado del espacio y no le gustó naíta que la Adri robara pantalla mostrando sus bombachas y la tiró a partir.
Cuento corto, la Leona no le mandó a decir con nadie que ella era igual a Munra, como el personaje de los Thundercats.