Parte de la familia de Amy Winehouse sospecha que el brusco parelé que se pegó la difunta cantante a la hora de empinar el codo y fumar finas hierbas fue el motivo que causó que parara las chalas de la noche a la mañana.
Según informó ayer el diario The Sun, el choclón Winehouse hacía rato que cachaba el paso a paso en la recuperación de la cantante. Como la chiquilla de la tremenda chasca era bien chúcara, no pescó ni en bajada a sus matasanos cuando le recomendaron que bajara las revoluciones de manera paulatina a sus carretes.
"La abstinencia le dio tremendo susto a su cuerpo por lo que pensaron que eventualmente podría ser la causa de su muerte", comentó un cercano al clan. Todo indicaría que la familia jura, a pie juntilla que la humanidad de la cabra no pudo soportar la frenada tan drástica que se pegó la cantora en las últimas tres semanas.
El único que no estaría de acuerdo con la suposición sería el papurri de la finada, Mitch Winehouse. El hombrón habría confirmado que los médicos le pidieron a su hija que la chantada fuera cuidadosa y que la cabra fue enfática.
"Ella dijo tiene que ser todo o nada, lamentablemente, se rindió", fue unas de las frases que soltó su progenitor en los últimos días. En todo caso el misterio por saber la verdadera causa de muerte de la artista tiene para rato, ya que los resultados de los exámenes de toxicología tienen para varias semanas más.
Por otro lado, el sello de la cabra, ni tonto ni perezoso, ya tiene armadito el cidí con temas inéditos (cerca de una decena de canciones que se grabaron en los últimos tres años). Material que sacará al mercado para aprovechar de estrujar los dividendos de la actual "Amymanía" que se vive en todos lados del globo.