Amy se ganó el odio de Enrique Iglesias

Amy Winehouse y Enrique Iglesias están agarrados de las mechas. La razón: El español se encontraba actuando en una fiestoca en Londres organizada por el magnate de la industria discográfica Universal, Lucien Grainge.

Pero poco alcanzó a cantar el petazeta, pues desde la primera fila, Amy, junto a su nuevo novio, Reg Traviss, comenzaron a reírse, besuquearse y conversar a todo chancho.

Iglesias se enfureció con la interrupción de la intérprete británica, por lo que paró el show, agarró sus pilchas y se viró de la fiestoca sin decirle adiós siquiera al dueño de casa.

Tiene su genio el hombre.

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