LONDRES.- Amy Winehouse lo hizo otra vez. El domingo llegó a la clínica de urgencia y armando tremendo escándalo tras besar el suelo de puro empipada que estaba. El golpe la dejó con lesiones en el caracho y las costillas.
Todo el alboroto se armó en su palacete de la capital british, donde la cantante se había tomado unos copetes, pero a esa altura no la sostenía ni el hipo y se fue guarda abajo.
"En un comienzo creyó que se había quebrado algo, así que le pidió a sus guardias de seguridad que la llevaran a un hospital. Los médicos se preocuparon al pensar que ella podía haberse lesionado algún órgano, ya que presentaba un bulto en su cabeza y un corte sobre su ojo", soltó un copuchento al diario The Sun.
Como era de esperarse, la chiquilla llegó gritando como loca y quejándose más que un quebrado. A eso súmele el "buqué" que tenía...
"Se la vio subiendo y bajando las escaleras, con una herida en la cabeza y aliento a alcohol. Se la escuchó quejarse de dolores por heridas en su pecho y alrededor de sus costillas", dijo el bisagra.
Las enfermeras trataron de calmarla y le pidieron que se quedara calladita un momento. "La jefa de enfermería estaba enfurecida", remachó el informante.
(Agencias)